Con Ron
Oswald
Es necesario un nuevo orden
internacional
en el cual la política
dirija la economía
En
el marco de las reuniones del Comité Administrativo de la
UITA y del Comité Ejecutivo Latinoamericano celebradas
recientemente en las instalaciones del Hotel UTGHRA SASSO en
la ciudad de Mar del Plata, Ron Oswald, secretario general
de la UITA, sintetizó para Sirel los elementos principales
de su análisis de coyuntura.
-¿Cuáles son las amenazas y oportunidades que la crisis
financiera plantea a las organizaciones sindicales?
-La
caída del sistema financiero internacional y sus
consecuencias económicas colocarán en una mala posición a
miles y miles de trabajadores y trabajadoras, muchos de
ellos integrantes de la UITA. En ese sentido es muy
difícil hablar de oportunidades. Pero también es claro que
como consecuencia de esta crisis hay una mayor aceptación de
que ese sistema no puede seguir funcionando como lo ha hecho
hasta ahora. La desregulación está siendo sometida a
críticas mucho más fuertes de las que recibió durante las
últimas décadas, y el libre mercado ha quedado totalmente
desacreditado como base de funcionamiento de la economía y,
por ende, del mundo.
Tenemos una oportunidad para cambiar el
sistema neoliberal que ha regido en los últimos
tiempos, según el cual la economía les dicta a
los políticos lo que pueden o no pueden hacer. |
Lo que
sí tenemos es una oportunidad para cambiar el sistema
neoliberal que ha regido en los últimos tiempos, según el
cual la economía le dicta a los políticos lo que pueden o no
pueden hacer. Hay una disposición bastante generalizada
hacia la idea de devolverle a la política la capacidad de
dirigir la economía. Por eso cuando hablamos de
oportunidades nos referimos a oportunidades políticas, en un
mundo en el cual después que el capitalismo controló todo
para desventaja de muchos, las instituciones internacionales
deberían regular el capital y no desregular la economía.
-¿Se
está haciendo algo en ese sentido?
-Lo que
hemos visto hasta ahora son esfuerzos nacionales en
diferentes partes del mundo para imponerle una voluntad
política al libre mercado. Muchos gobiernos están
interviniendo directamente para tomar control sobre el
sistema bancario, aunque luego no ejercen realmente el poder
que tienen. El gobierno británico, por ejemplo, ha
intervenido el sistema bancario, pero en vez de ser
claramente indicativo se limita a hacer sugerencias o
pedirle que ejecute ciertas acciones.
Precisamos una intervención pero a nivel mundial; las
instituciones internacionales deben ser las reguladoras del
mercado para crear una economía global sustentable, que es
de lo que claramente carecemos en este momento.
-¿Cuándo dices instituciones internacionales a cuáles te
refieres?
-A las
instituciones de Bretton Woods.1
Hace 60 años de Bretton Woods, tenemos ahora una
economía global distinta; debemos preguntarnos si no será
necesaria una nueva institucionalidad, más democrática.
La diseminación de la pobreza y la miseria en el
mundo es un tema mucho más importante para la
seguridad planetaria que otros a los cuales les
presta gran atención el Comité de Seguridad de
la ONU. |
-¿Puedes dar un ejemplo?
-Pienso
en el ECOSOC2
de las Naciones Unidas pero con poder real, con verdadera
capacidad política para imponer una economía sustentable,
algo como el Comité de Seguridad de la ONU al que, en
muchos casos, se le atribuye la responsabilidad de imponer
la paz. La diseminación de la pobreza y la miseria en el
mundo es un tema mucho más importante para la seguridad
planetaria que otros a los cuales les presta gran atención
el Comité de Seguridad.
La pobreza es el peor
problema de seguridad que enfrenta el planeta.
-¿Cómo encuentra a la UITA esta coyuntura?
-Pienso
que la UITA tiene dos tareas: debemos trabajar con
nuestros afiliados y afiliadas para protegerlos de la mejor
manera posible contra los efectos de esta desintegración
financiera. Ocasionalmente se hace referencia a la “economía
financiera” y a la “economía real”; esto es una ilusión, hay
sólo una economía. La manipulación financiera de las
corporaciones y empresas hace que sea imposible separar los
temas de la economía financiera de los de la economía real.
Por eso hay una sola economía, y ella es global, de manera
que debemos protegernos juntos.
Estamos
frente a compañías transnacionales probablemente presionadas
por la crisis, pero que también tratarán de beneficiarse del
temor que ella causa para imponer cambios que pretenden
ejecutar desde hace tiempo, especialmente con respecto al
empleo. Nuestro segundo papel será unirnos con otros con una
función agitadora y de movilización para exhortar a realizar
cambios en los fundamentos de las normas de regulación de la
economía, algo que está siendo reclamado como nunca antes.
Debemos ser ágiles, porque tal vez ese clamor por un cambio
no dure mucho tiempo, ya que el capital hace su parte, se
reestructura, y quizás rápidamente vuelva a creerse que el
libre comercio y el libre mercado son la solución a todo,
cuando en realidad debemos colocar a la política en el lugar
en el que tiene que estar: dirigiendo la economía.
Estamos frente a compañías transnacionales
probablemente presionadas por la crisis, pero
que también tratarán de beneficiarse del temor
que ella causa para imponer cambios que
pretenden ejecutar desde hace tiempo,
especialmente con respecto al empleo.
|
Tenemos
que integrarnos a un movimiento amplio con el objetivo de
alcanzar cambios radicales y fundamentales en las
instituciones globales para que ellas se adecuen a los
objetivos de controlar y regular la actual economía mundial.
-¿Cuál puede ser el aporte específico de la Regional
Latinoamericana de la UITA a este proceso?
-Esta
región siempre ha tenido una comprensión política muy clara
de la economía global en la que vivimos, especialmente
porque ha sido víctima de los abusos impuestos mediante los
acuerdos del libre mercado, claramente diseñados para
explotar más que para cualquier otra cosa. Ellos han tenido
más efectos dañinos en esta región que en ninguna otra.
Latinoamérica ha desarrollado un alto nivel de
conciencia en las demás regiones sobre la necesidad de
desarrollar el rol político de la UITA, además de la
función natural sindical que tenemos.
-¿Cuál es tu evaluación de esta reunión del Comité Ejecutivo
Latinoamericano en la que has participado?
-Veo un
enorme trabajo realizado en Latinoamérica para
organizar a los trabajadores y trabajadoras en las
corporaciones transnacionales que dominan las principales
áreas de la producción, y pienso que esta conciencia
política, este activismo político es el que deberíamos
generalizar en toda la UITA. Mi evaluación es muy
positiva.