Ya la opinión pública sabe que en el orden nacional aumenta la expansión del monocultivo de la piña. En los medios de comunicación se promueven los “beneficios económicos” de tal actividad, beneficios que implican el deterioro económico, ambiental y social de nuestras comunidades. Los habitantes de los cantones de Pococí y Guácimo somos testigos de ello. Esta zona presenta condiciones especiales que requieren ser observadas cuidadosamente.

Su ambiente natural presenta un potencial hídrico que requiere una protección especial; se registran índices de desarrollo social bajos a causa de condiciones de pobreza, insatisfacción de necesidades básicas, problemas de salud que, en su conjunto, muestran una condición de vulnerabilidad.

Comprobamos como la actividad económica de la piña incrementa problemas ya existentes y agrega otros riesgos para la región. Observamos, por ejemplo, con gran preocupación la velocidad con que la expansión se dirige hacia las zonas de protección hídrica sin que haya acciones concretas por parte de los organismos responsables, que a su vez, reconocen la deficiente o nula articulación institucional para el abordaje oportuno y eficaz de esos problemas.

Ante esta situación, deseo compartir un breve análisis que ha realizado el Comité Ambiental el cual ha sido presentado ante todas las instituciones del Estado responsables de esta actividad.

Los problemas en la agricultura

Los campesinos han sido forzados a cambiar prácticas agrícolas tradicionales que garantizaban la alimentación de sus familias, por productos de mercado; eso los llevó a situaciones insostenibles y por lo tanto, a ceder sus tierras. Otros campesinos, al verse rodeados de grandes plantaciones se ven presionados a vender sus tierras y en algunos casos, convertirse en obreros de empresas transnacionales. Se ve reflejado aquí la desprotección de los agricultores, así como la deficiente asistencia técnica y la falta de planificación agrícola que permita una soberanía alimentaria.

A los agricultores les ha correspondido asumir los efectos de las malas prácticas agrícolas, por ejemplo brotes de plagas, las moscas hematófagas, los cambios climáticos por la destrucción de masiva de bosques o las consecuencias de los cambios en el cauce de los ríos. Todo ello a partir del incremento del monocultivo sin planificación.

Solicitamos a la mayor brevedad la intervención de los organismos responsables de la vigilancia, así como la planificación de acciones con participación ciudadana en un desarrollo agrario más equitativo para la región.

Los problemas ambientales

Nos preocupa enormemente la amenaza sobre la principal riqueza de la región, como son los acuíferos y bosques.

“Esto es muy preocupante, las piñas provocan mucha deforestación generan alguna fuentecilla de empleo, pero son mejor las bananeras”. (Propietario de una pulpería, Comunidad de Santa María, 14 de junio de 2004).

Existe una total desinformación de la población sobre los estudios de impacto y las regulaciones que se deben aplicar a actividades agrícolas como el cultivo de la piña para evitar la desprotección de nuestro recurso hídrico, ante la amenaza de contaminación de los mantos acuíferos por tendencia a la explotación en zonas de recargo de las fuentes de agua.

Prueba de esto es la siembra en la parte sur de la autopista, donde se encuentran gran cantidad de acueductos rurales. Es una zona sumamente vulnerable que abastece de agua a muchas comunidades.

En el área laboral

Se comprueba la desprotección de los trabajadores en relación a equipos adecuados de protección necesarios para su labor, así como el entrenamiento necesario para el buen uso de éstos. La exposición de trabajadores de campo, al sol y agua durante largas jornadas de trabajo, donde tampoco existen condiciones para sus necesidades fisiológicas, ponen en riesgo su salud. Imperan los bajos salarios, la inestabilidad laboral y la violación de sus derechos laborales.

Solicitamos mayor vigilancia y control de las actuales condiciones laborales y también la capacitación e información necesaria a los trabajadores sobre sus derechos.

Erlinda Quesada Angulo

Comité Ambiental de Guácimo y Pococí

5 de setiembre de 2005

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