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Control Biológico

El terror de los insectos

Biopesticidas formulados en base a hongos entomopatógenos nativos posibilitan niveles de control de entre 50% y 80%.

 

La producción orgánica cada día cuenta con más adeptos, pero los agricultores que quieren adoptar este tipo de manejo no siempre encuentran las herramientas adecuadas. Tal es el caso del control biológico de plagas y, específicamente, el uso de hongos que son capaces de enfermar y matar a los insectos considerados plagas.

 

"El uso de estos controladores está muy poco desarrollado en Chile. De hecho, somos uno de los países menos avanzados de Latinoamérica. Brasil, por ejemplo, maneja millones de hectáreas cada año con la ayuda de hongos entomopatógenos", señala el investigador del Inia Quilamapu Andrés France.

 

France y su equipo trabajan hace 8 años para cambiar esto en todos los sistemas productivos que tienden a la eliminación o reducción de los pesticidas químicos. Hoy este estudio exhibe resultados auspiciosos.

 

Prospección

 

Los hongos entomopatógenos son microorganismos capaces de infectar y producir enfermedades en los insectos plaga. Secretan una enzima llamada quitinasa que les posibilita perforar la cutícula del insecto. Una vez dentro de él, liberan toxinas que destruyen las membranas celulares, lo que permite dejar a su disposición los elementos que necesitan para su crecimiento y desarrollo. Así, colonizan el cuerpo del insecto y terminan por matarlo. Finalmente, el insecto "explota" liberando esporas del hongo que enfermarán letalmente a otros insectos.

 

Con este conocimiento, la citada investigación se inició con un programa de prospección de hongos entomopatógenos nativos a lo largo de Chile, gracias a lo cual hoy se cuenta con una colección viva de más de 800 aislamientos de diferentes especies.

 

Esta diversidad permite seleccionar y comprobar que los aislamientos son altamente específicos para distintas especies plaga. También la comparación entre ellos determinó los que son más agresivos para cada caso en particular. Los hongos que más han destacado son Metarhizium (esporas de color verde) y Beauveria (esporas de color blanco). Estas especies se utilizan con gran éxito en el control de numerosas plagas en el mundo.

 

En este punto se puede mencionar, a modo de ejemplo, el hongo Metarhizium anisopliae. Este ataca al gorgojo de la frutilla. En evaluaciones con 23 cepas distintas se comprobó que 9 de ellas no causan la mortalidad del adulto. Para las 14 restantes, el índice de mortalidad varió entre 1% y 80%.

 

En 2005 se trataron alrededor de 2 mil hectáreas de frutales (arándanos, vides y frambuesas, entre otros) desde la Región Metropolitana hasta la X Región con estos agentes, además de lo usado en viveros.

 

"Una de las primeras experiencias de campo fue en frambuesas, con un pequeño agricultor de la zona de Copihue, afectada por el capachito de los frutales, en que se llegaron a contabilizar sobre 200 larvas/m2. La aplicación de estos hongos permitió salvar la plantación y mantener la plaga en un nivel casi indetectable por las últimas 6 temporadas. Lo sorprendente es que no ha sido necesario repetir estas aplicaciones para mantener estas bajas poblaciones de insecto", recuerda France.

 

Agrega que las experiencias realizadas permiten concluir que con el uso de hongos entomopatógenos se logra 100% de repelencia del chanchito blanco de los frutales, 70% de control de la cuncunilla negra de las empastadas y 50-60% de control de plagas subterráneas de difícil accesibilidad, como son los gusanos blancos y el burrito de la vid.

Datos Clave

 

Comercialización

No existe normativa para el registro de biopesticidas. El SAG trabaja en el tema.

 

 

Productos

Mezcla de cepas específicas de Metarhizium, de Bauveria y de cepas de ambos hongos.

 

 

Origen

Inia Quilamapu trabaja con cepas nativas.

 

 

También se cuenta con aislamientos para el control del cabrito de la frambuesa, del capachito de los frutales, del gorgojo de los invernaderos, las larvas de pololo verde, el pololo café y el dorado.

 

Este manejo de plagas no sólo sirve en la agricultura orgánica, sino también cuando el control químico no funciona eficientemente, ya sea porque los ataques son subterráneos y difíciles de abordar, como los del burrito de la vid, o bien porque no se puede aplicar en períodos cercanos a la cosecha para controlar insectos que se encuentran en la fruta, como los chanchitos blancos.

 

Biopesticidas

 

Para que estos hongos alcancen el blanco se formulan como biopesticidas. Con tal fin, se inoculan en granos de cereal estériles, en los que se producen esporas en abundancia. Luego se deja secar el cultivo y se aspiran las esporas, las que finalmente se deshidratan ligeramente y se guardan al vacío hasta que sean aplicadas.

 

Se ha comprobado que la formulación en seco posibilita una mayor vida de almacenaje (hasta 1 año). Del mismo modo, el aceite vegetal es el adyuvante que mejor protege a las esporas de la desecación y radiación solar, además de mejorar la adherencia al insecto. El estudio comprobó además que mientras mayor es la dosis aplicada mejor es el resultado, aunque por razones de costo se ha ajustado en alrededor de 1 billón de esporas/há (20 gr. de producto puro).

 

Dado que estos productos se basan en organismos vivos, los mayores efectos se logran en pulverizaciones después de la puesta de sol o con días nublados, evitando el daño de las radiaciones solares y de altas temperaturas.

 

Con esto se concluye que el nicho más apropiado son las plagas que presentan parte de su desarrollo en el suelo. Ahí los hongos sobreviven muy bien, por lo que se recomiendan aplicaciones en otoño o primavera. En muchos casos con una aplicación basta, al renovarse el inóculo en forma natural.

 

"Estamos experimentando y debemos seguir trabajando para conocer cuáles son las razones de por qué en algunos suelos se establecen tan bien estos hongos y en otros se requieren aplicaciones anuales para lograr el efecto de control y de bajas poblaciones de insectos", destaca el investigador. Al parecer la explicación se encontraría en el nivel de materia orgánica y pH del suelo.

 

Cabe destacar que la muerte de los insectos controlados con estos hongos no es inmediata. Por ejemplo, el burrito de la vid demora hasta 1 mes en morir. De este modo, el uso de estos agentes debe ser preventivo, lo cual demanda conocer la biología y el ciclo del insecto para actuar oportunamente.

 

Datos Clave

Comercialización

No existe normativa para el registro de biopesticidas. El SAG trabaja en el tema.

 

Productos

Mezcla de cepas específicas de Metarhizium, de Bauveria y de cepas de ambos hongos.

 

Origen

Inia Quilamapu trabaja con cepas nativas.

 

El Mercurio

9 de enero de 2006      

 

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