Perú

Parathión, el asesino anda suelto
Un plaguicida prohibido en el mundo y de venta en el Perú

VENENO

La reciente muerte por intoxicación de toda una familia en Andahuaylas alerta una vez más sobre la comercialización de productos prohibidos por la ley, algo que parece no importar a sus distribuidores que ponen en riesgo la vida de miles de campesinos.


Tras una larga jornada de trabajo en el campo, los miembros de la familia Vargas Alarcón se dirigieron a la casa del abuelo Fernando para compartir el almuerzo: un chupe de trigo que, en lugar de reponerles las energías gastadas, les causó la muerte.
Los niños Félix, Nilda y Sandro fueron los primeros en sentir mareos y dolores de estómago tan intensos que llegaron a oídos de los vecinos. Sus pequeños cuerpos no les permitieron resistir más y fallecieron en pocos minutos. El abuelo Fernando, Georgina y William no llegaron con vida hasta el hospital.

Natural. Ingeniero Víctor Romero de Senasa y enormes alimentos producidos sin plaguicidas


Felipe y Carina Vargas sí pudieron resistir y sobrevivieron para contar la historia: el trigo con el que se preparó el chupe habría estado guardado durante mucho tiempo y le habría caído una bolsa de químicos contra plagas. Aunque todavía no se han culminado las pruebas médicas, las primeras investigaciones y los síntomas de los fallecidos apuntan hacia una intoxicación por Parathión, plaguicida de comercialización prohibida en el Perú desde el 2000.
No sería la primera vez que este químico ocasiona la muerte de campesinos.
Cuatro años atrás, en la comunidad cusqueña de Tauccamarca, los familiares de los 24 niños fallecidos en octubre de 1999 por ingerir Parathión con un sustituto lácteo, todavía esperan alguna indemnización por la muerte de sus pequeños. En esa ocasión y tras una serie de investigaciones, el Ministerio de Salud determinó que el causante de las muertes era el Parathión.
Un año más tarde, los familiares iniciaron la acción legal por daños y perjuicios contra la empresa Bayer, una de las mayores comercializadoras de Parathión en el Perú. Pese a que la Comisión Agraria del Congreso determinó en ese momento la responsabilidad administrativa e incluso penal de funcionarios y empresas involucradas (citando específicamente a la empresa Bayer), el expediente permanece olvidado en el Séptimo Juzgado Penal de Lima.
Y si a los deudos de las víctimas fallecidas la justicia no les otorga una indemnización por su pérdida, a los niños que sobrevivieron pero que estuvieron expuestos al químico tampoco se les ha tomado en cuenta a pesar de que tras hacerles una serie de exámenes se les diagnosticó posibles daños neurológicos y un déficit en la rapidez y la coordinación motora.


Químico Prohibido


El caso de Tauccamarca sirvió para impulsar la resolución jefatural por la que, desde octubre del 2000, el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (Senasa) prohibió el registro, la importación, la comercialización y el uso del Parathión.

Culpable. Botella de Folidol, nombre comercial del Parathión vendido por la Bayer que causó la muerte de 24 niños en Cusco

na medida que demoró en llegar al Perú, si se tiene en cuenta que desde años atrás el Parathión fue clasificado como gravemente peligroso por la FAO y fue prohibido en varios países.
Imelda Montoro, coordinadora de la Unidad de Campaña de la Red de Acción en Alternativas al uso de Agroquímicos (RAAA), sostiene que "es necesario llamar la atención de las autoridades para que se prevengan tragedias como la de Andahuaylas. No se puede garantizar un uso seguro de los plaguicidas por parte de los agricultores porque la mayoría de las veces ellos no saben que están prohibidos o sucede como el caso de Tauccamarca, que era una comunidad quechuahablante, y por lo tanto ni siquiera pudieron leer las etiquetas".
En el Perú, desde el 2000 existe un reglamento que regula la comercialización de plaguicidas que ordena poner colores distintivos en las etiquetas con el fin de identificarlos y clasificarlos como altamente o medianamente peligrosos. Sin embargo, la propuesta deja de tener sentido si se tiene en cuenta que de los más de mil químicos contra plagas que se encuentran en el mercado, sólo siete están debidamente registrados por sus comercializadores ante el Senasa.



Iniciativa Biológica


"Tenemos que desaparecer esos productos de nuestros campos porque hacen daño a la gente. Los plaguicidas están legislados muy escuetamente de modo que cada vez que hay problemas, ninguna de las instituciones a las que les concierne el tema se hace responsable del asunto". El congresista Santos Jaime, miembro de la comisión Agraria del Congreso, es el propulsor de un proyecto de ley que busca precisar las responsabilidades del Ministerio de Agricultura, Digesa y Senasa en la comercialización de estos productos prohibidos por la ley. De ser aprobado, su proyecto implicaría un período de gracia de diez años para desaparecer del todo los plaguicidas del mercado nacional e institucionalizar métodos biológicos para el control de plagas.
En su puesto de la feria de productos naturales, Víctor Romero Fernández, ingeniero del Senasa, muestra zanahorias, rabanitos y betarragas tamaño gigante, cosechados con la ayuda de insectos que eliminan a las plagas. "Se trata de una opción para el control de las plagas que no contamina el medio ambiente y no mella la salud de las personas", explica Romero. Una alternativa que de ser tomada con mayor importancia hubiese evitado muertes como las de la familia Vargas Alarcón.

Químico mortal

El Parathión es considerado extremadamente tóxico para el hombre, puede provocar quemaduras en la piel, en los ojos y hasta la muerte. Los síntomas de intoxicación suelen mostrar pupilas contraídas, mayor salivación, mareos, cefalea, náuseas, visión borrosa, temblores, vómitos, dificultad respiratoria, y en casos severos híper secreción bronquial o incluso edema pulmonar.

Maricarmen Chirinos

Revista Domingo del diario La República

19 de octubre del 2003

domingo@larepublica.com.pe

 

 

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