En Uruguay se
tiran 600.000 kilos por año de envases de
agrotóxicos sin el tratamiento adecuado. En
Bella Unión no se hicieron los estudios
anunciados hace un año para saber si los
herbicidas provocan malformaciones
El jueves se hizo en Bella Unión un foro internacional sobre
uso y manejo de agrotóxicos y el impacto al
medio ambiente. Asistió el intendente Julio
Silveira, ediles y autoridades de salud
departamental. Los panelistas fueron
representantes del Banco de Seguros, de los
ministerios de Vivienda y Medio Ambiente y de
Ganadería y de la Universidad de la República.
Allí, Laura Bonomi y Gabriela Medina, en
representación del Ministerio de Vivienda y
Medio Ambiente, señalaron que en Uruguay
se tiran 600.000 kilos de envases de agrotóxicos
sin un tratamiento adecuado.
En Uruguay hay una ley de envases de alimentos o
bebidas, pero que no contempla qué tratamiento
ni quiénes son los responsables de los que
contienen agrotóxicos, explicaron las
especialistas. Indicaron que se está
instrumentando una reglamentación a la norma que
los incluya. Esas nuevas normas harán que
quienes colocan el producto en el mercado sean
los responsables del destino final del envase,
debiendo cada empresa presentar un plan de
gestión al respecto.
Hoy hay recomendaciones para que se laven esos envases por lo
menos tres veces con agua y jabón. Esa agua no
debe arrojarse en cursos de agua para evitar
contaminación.
Enildo Iglesias,
representante de la Unión Internacional de
Trabajadores de la Alimentación y la Agricultura
(UITA) sostuvo que 43 sustancias
prohibidas por la Unión Europea y por
muchos países de América, se siguen utilizando
en Uruguay.
En los últimos años creció un 417% la importación de estos
productos, aunque haya decrecido el área
plantada, añadió Iglesias. Para el
representante de UITA el mal manejo de
estos productos reviste tal gravedad, que lleva
a que los trabajadores deban optar entre morirse
de hambre o morirse envenenados. Iglesias
dijo que las plantaciones de caña, los
invernáculos y las de arroz están prácticamente
junto a la ciudad y, en algunos casos, junto con
el ejido.
Iglesias
aseguró que no se cumple con la norma que
prohíbe fumigaciones aéreas a menos de 500
metros de zonas urbanas, suburbanas o centros
poblados y las aplicaciones terrestres de
productos fitosanitarios a una distancia
inferior a los 300 metros.
Las exposiciones realizadas el jueves serán enviadas a los
organismos competentes en el tema y al
presidente de la República, Tabaré Vázquez.
Mabel Burguez,
médica toxicóloga de la Universidad dijo que un
factor preocupante es el uso de las mezclas o
cócteles de agrotóxicos en las plantaciones, que
hacen más complicado el tratamiento de las
personas con enfermedades agudas o crónicas, al
ser varias las sustancias químicas a atacar.
Bella Unión
continúa esperando
A 15 meses del artículo que publicó El País sobre
malformaciones en niños y la exposición a
agrotóxicos en Bella Unión, aún no se ha hecho
el "pueblo espejo" que se anunció para saber si
existe un vínculo entre afecciones y
fertilizantes.
El estudio que sería realizado por la Facultad de Medicina
consistía en elegir una comunidad de perfil
similar a la de Bella Unión, pero sin la
presencia tan activa de los herbicidas para
compararlas. En esa ciudad 37% padece dolores de
cabeza y 43% eczemas y otros problemas en la
piel. En el barrio Extensión Sur donde la
mayoría de sus adultos son empleados y ex
empleados de los grandes invernaderos de Bella
Unión viven los hermanos Emmanuel,
Agustina y Guadalupe que sufren una
enfermedad deformante y degenerativa.
Artigas Javier Bertalot
Tomado de El País, Montevideo
23 de julio de 2007