SAG* sabe la cantidad de residuos de plaguicidas presente en
verduras y frutas de supermercado y ferias pero se reserva
la información
La
transparencia no existe para muchos asuntos en el SAG, la
repartición pública chilena encargada del área de
agricultura y ganadería, dependiente del Ministerio de
Agricultura, que está reteniendo el acceso del público
general a un estudio realizado con fondos estatales el año
2006 sobre presencia de residuos de plaguicidas en la fruta
que consumimos los chilenos. Es importante aclarar que los
productos de agroexportación por lo general cumplen con
normas exigentes de los mercados europeos y norteamericanos,
pero el tratamiento con agrotóxicos que reciben los
productos que van al mercado interno muchas veces se realiza
con productos más peligrosos y en supermercados y ferias del
país, se consume fruta con cantidades inaceptables de
residuos de plaguicidas. Pero hasta ahora no hay cómo probar
eso.
La Red de
Acción en Plaguicidas ha estado intentando infructuosamente
acceder a la información sobre el estudio por más de un año.
Ese fue uno de los puntos tratados en una reunión que tuvo
lugar el pasado 20 de mayo esa entidad, junto a otras
organizaciones sociales y ambientales, en la Presidencia del
Senado. Accediendo a una petición de la Alianza por una
Mejor Calidad de Vida (Red de Acción en Plaguicidas de
Chile), el Presidente del Senado, Adolfo Zaldívar,
ofició de inmediato a la Ministra de Agricultura,
Marichen Hornkohl, para que envíe a la Cámara Alta un
estudio realizado por el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG)
en 2007 sobre residuos de plaguicidas en verduras producidas
para el mercado nacional. Ha trascendido que sus resultados
confirman la presencia de residuos de diversos plaguicidas -
entre ellos, metamidofós, un insecticida organofosforado
altamente tóxico - en varios productos de consumo diario,
como tomate, lechuga y repollo. Los resultados del estudio
“Desarrollo y Aplicación de Buenas Prácticas de Manejo
Agrícola para el apropiado uso de indicadores de
contaminantes agroquímicos y con coliformes fecales en la
producción hortícola para el mercado nacional entre las I y
VII Regiones”, que le costó 150 millones de pesos, a todos
los chilenos pues fue hecho con fondos públicos, permanecen
secretos aunque son de interés para los consumidores
chilenos.
Este fue
uno de los temas abordados en una reunión del Presidente del
Senado con los representantes de la Alianza realizada el 20
de mayo en el Congreso Nacional. Participaron en esta
audiencia María Elena Rozas, coordinadora nacional de
la Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para
América Latina (RAP-Chile); Alicia Muñoz, secretaria
general de la Asociación Nacional de Mujeres Rurales e
Indígenas (ANAMURI) y Lucio Cuenca, director
del Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA).
El senador
Zaldívar coincidió con estos dirigentes sobre la
necesidad de asegurar la transparencia en la gestión de
gobierno. “Los informes que se realizan con fondos públicos
deben darse a conocer, la autoridad no puede guardarlos”,
afirmó el parlamentario..
Transgénicos
La Alianza por una Mejor Calidad de Vida entregó al Presidente del
Senado un dossier sobre transgénicos, mostrando su
preocupación por la aprobación en primer trámite
constitucional en la Cámara Alta, en enero pasado, de un
proyecto de ley (Boletín 4690-01) para liberar esos
cultivos, con efectos que serán graves e irreversibles.
Actualmente sólo está autorizada en Chile la
reproducción de semillas transgénicas para exportación.
La
expansión de cultivos genéticamente modificados en el país
provocará contaminación genética de otros cultivos,
afectando la exportación de semillas convencionales y, en
especial, la producción orgánica.
Alicia Muñoz
expresó que en diversos países latinoamericanos se puede
observar el nocivo efecto del avance de cultivos
transgénicos, como la soja, que ha provocado mayor
emigración hacia los centros urbanos y más pobreza rural,
con graves consecuencias para la salud de los campesinos y
el ambiente. Las organizaciones sociales están denunciando
estos hechos en todos los foros internacionales.
María Elena Rozas denunció las prácticas de transnacionales monopólicas, como
Monsanto,
que sobornan gobiernos, funcionarios, investigadores, entre
otros actores influyentes, para forzar el avance de estas
leyes.
Por su
parte, Lucio Cuenca denunció los manejos de estas
empresas que dividen a las comunidades -como se vio
claramente en el caso CELCO con los pescadores de
Mississipi y en la IV región con el proyecto Pascua Lama de
Barrick - provocando graves conflictos en la convivencia y
daños ambientales por los cuales nadie se hace responsable.
Destacó, además, que Chile no ha firmado el Protocolo
de Cartagena de la Convención de Bioseguridad.
Plaguicidas
Asimismo,
los representantes de la Alianza por una Mejor Calidad de
Vida hicieron presente que están promoviendo la calificación
de urgencia para agilizar la tramitación de un proyecto de
ley que prohíbe los plaguicidas más dañinos para la salud y
el ambiente (1a y 1b). Este proyecto fue aprobado por
unanimidad en la Cámara de Diputados el 2007. La iniciativa
se originó en una moción presentada por el diputado Marco
Enríquez-Ominami y otros parlamentarios (Boletín
4877-01) y prohíbe el almacenamiento, transporte y venta de
los plaguicidas catalogados por la Organización Mundial de
la Salud (OMS) como sumamente peligrosos (1a) y muy
peligrosos (1b), “salvo aquellos que el Servicio Agrícola y
Ganadero autorice y se consideren de uso imprescindible e
insustituible”.
Adolfo Zaldívar aseguró a los dirigentes ambientales y sociales que los expertos que
ellos recomienden tendrán la oportunidad de expresar sus
puntos de vista en las Comisiones del Senado donde se
analizarán estas materias. Se comprometió a estudiar todos
los antecedentes entregados, sosteniendo que la
globalización es una herramienta que debe utilizarse sin que
los pueblos pierdan su identidad, y expresó que suscribe por
completo los planteamientos del gaucho Martín Fierro,
protagonista de la obra de José Hernández (siglo XIX).
Lucía
Sepúlveda Ruiz
Tomado de
Argenpress
4 de junio
de 2008
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