La Agencia
Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) interceptó
la comercialización de cerca de un millón de litros de
agrotóxicos en una fábrica de la transnacional suiza
Syngenta
en Paulina, São
Paulo, tras detectar irregularidades y adulteraciones. La
Agencia detectó estos problemas después de una fiscalización
realizada la semana pasada.
Luego de
tres días de inspeccionar las instalaciones de la empresa
que registró las mayores ventas de agrotóxicos en Brasil y
en el mundo el año 2008, un equipo de ANVISA encontró
diversas irregularidades en la importación, producción y
comercio de productos agrotóxicos. La acción contó con el
apoyo de la Policía Federal.
Del total
de productos retenidos, 600 mil kilogramos corresponden a
agrotóxicos y componentes con fechas de fabricación y
vencimiento adulteradas. Esos productos no podrán ser
utilizados o comercializados hasta que se restituyan las
fechas verdaderas de producción y validez.
La empresa
también fue sancionada por destrucción total de las
etiquetas de identificación, fecha de fabricación y de
vencimiento del plaguicida Flumetralin Técnico de
Syngenta,
igualmente vedado. Además, varias partidas de este producto
fueron prohibidas por presentar certificado de control de
impurezas sin firma o con fecha anterior a la producción del
lote analizado. El control de impurezas es toxicológicamente
relevante y obligatorio en el caso del Flumetralin Técnico
debido a que esas impurezas son reconocidamente cancerígenas
y capaces de provocar alteraciones hormonales.
Asimismo,
ANVISA retuvo todos los lotes del producto PrimePlus,
formulados de la misma manera que las partidas interceptadas
de Flumetralin Técnico.
Otro
producto técnico objetado por tener un certificado de
análisis insatisfactorio (sin firma y sin especificar la
cantidad real de ingrediente activo) fue el plaguicida Score
Técnico.
Anteriormente se habían prohibido los envases del agrotóxico
Verdadeiro 600 por confundir al agricultor sobre el real
peligro de este producto. A pesar de estar clasificado en el
nivel de más alta toxicidad, los colores de las etiquetas de
este plaguicida inducían al agricultor a concluir que el
producto podría ser poco tóxico.
Syngenta
también fue evaluado por venta irregular del plaguicida
Acarmate (cihexatina). La fiscalización de ANVISA
identificó que el producto, cuya venta está restringida al
estado de Sao Paulo, era comercializado en otros estados.
Por tanto,
la empresa fue conminada a hacer cambios en su sistema
informático para posibilitar un control eficaz, lote a lote,
de la cantidad de componentes utilizados en los productos
formulados. La compañía transnacional deberá someterse a una
nueva fiscalización en el plazo de 30 días para verificar el
cumplimiento de las condiciones exigidas en la notificación.
Las
infracciones detectadas pueden ser penalizadas con la
aplicación de multas de hasta 1,5 millón de reales y con la
cancelación de los informes de evaluación toxicológica de
los plaguicidas en los que se detectaron irregularidades.
Si hubiera
otras infracciones, además de las administrativas, ANVISA
podría traspasar el caso a la Policía Federal y a la
Procuraduría Federal para una posible investigación
criminal.
Adulteración
Los
agrotóxicos son productos con alto riesgo para la salud y el
medio ambiente. Por eso están sujetos a un estricto control
por parte de tres instituciones de gobierno: ANVISA,
Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos
Naturales Renovables (IBAMA) y Ministerio de
Agricultura.
Las
alteraciones en la fórmula de esos productos aumentan
significativamente las posibilidades de producir graves
efectos en la salud, como cáncer, toxicidad reproductiva e
irregularidades endocrinas en los trabajadores rurales
expuestos a estos plaguicidas y en los consumidores de
productos contaminados con estos agrotóxicos.
Sólo este
año ANVISA ha incautado 5,5 millones de litros de
plaguicidas adulterados. Las fiscalizaciones se realizan
principalmente cuando hay indicios de irregularidades en los
productos terminados.
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