Al gobierno colombiano que preside Álvaro Uribe
parece no importarle demasiado los continuos
enfrentamientos diplomáticos que ha tenido con
Ecuador por sus aspersiones a los cultivos de
coca en la frontera entre los dos estados.
Las fumigaciones han provocado afecciones a la
salud de la población ecuatoriana de la frontera
y han echado a perder sus cultivos lícitos. La
semana pasada el presidente electo de Ecuador,
Rafael Correa, no ahorró comentarios de
reprobación a la política
colombiano-estadounidense de las fumigaciones, a
la que tildó de “torpe”.
Sin embargo, Colombia piensa continuar con las
aspersiones. Barón dijo, citado por el diario
colombiano El País, que durante los últimos diez
días se fumigaron 10.128 hectáreas de cultivos
de coca en la zona fronteriza con Ecuador.
El oficial dijo que si el estado del tiempo lo
permite, en tres días se podría dar por
terminada la fase de fumigación en la zona entre
los dos países.
Barón señaló además que observó desde la
frontera la presencia de cultivos de coca en
territorio ecuatoriano. Las autoridades
colombianas reiteran que cuentan con pruebas de
la existencia de esos cultivos en Ecuador, lo
que es desmentido desde ese estado.
Según El País, la futura ministra de Defensa de
Ecuador, Guadalupe Larriva, aseguró que el
Ejército ecuatoriano negó la existencia de las
plantaciones de coca.
Mientras tanto, los diferendos entre Colombia y
Ecuador llegan a tal punto que Álvaro Uribe no
ha confirmado su participación en la ceremonia
de asunción presidencial de Correa, el próximo
15 de enero. El mandatario colombiano explicó
que está estudiando su agenda.
Radio
Mundo Real
3 de enero de
2006
Ilustración: Las fumigaciones según niños de
Putumayo