Seis toneladas de agrotóxicos prohibidos serán
enviadas a Francia para su incineración. En el marco de un
plan regional financiado por la Organización Panamericana de
la Salud (OPS), las instituciones nacionales analizan
medidas que contemplan la prohibición y restricción
progresiva de sustancias altamente nocivas, y la destrucción
de los remanentes de Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs).
Para conocer los detalles
de este programa, Sirel conversó con Helio Zamora, director
de Seguridad Química de la Dirección de Calidad Ambiental
del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (MARENA).
-¿Cuáles
son las características del programa para la eliminación de
los remanentes de
COPs
en Nicaragua?
-Es parte de un proyecto a nivel mesoamericano financiado por
la OPS, en coordinación con los ministerios de
Agricultura, Salud y Ambiente de los diferentes países, para
la eliminación de los remanentes de DDT en la región.
Como en
Nicaragua el
DDT no se utiliza y los remanentes, unas diez toneladas,
fueron eliminados hace años, pedimos a la OPS poder
incluir en el proyecto la eliminación de un poco más de seis
toneladas de
COPs
que todavía están almacenados.
-¿Qué
tipo de investigación se hizo para detectar esta cantidad de
agrotóxicos?
-En 1998 se hizo un inventario en todo el país que nos llevó
a eliminar unas 400 toneladas de agrotóxicos a través de un
proyecto financiado por el Banco Mundial. Lo que hicimos
ahora fue un reinventario para detectar qué había pasado con
los remanentes que no se habían podido destruir en aquel
entonces. Descubrimos estas seis toneladas de
COPs
y otras 30 de otro tipo de agrotóxicos que pensamos poder
destruir más adelante.
-¿Para
cuándo se tiene previsto la eliminación de estas seis
toneladas?
-Una vez que la OPS aceptó nuestra propuesta de
incluir en el programa las seis toneladas de
COPs, comenzamos a trabajar con los ministerios de todos los
países de la región, utilizando los formularios del
Convenio de Basilea que regula la exportación y
movimientos transfronterizos de desechos peligrosos, y con
la filial colombiana de la empresa francesa TREDI,
que ganó la licitación.
El proyecto es muy grande y complejo y prevé recoger en
diferentes puertos del Océano Atlántico los
remanentes de todos los países, para después llevarlo a
Francia para su incineración. Se trata de un programa
totalmente gratuito para los países ya que está financiado
enteramente por la OPS. Como hubo varios atrasos por
lo complicado que resultó la coordinación entre todos los
países, y los diferentes permisos y requisitos que pedía el
gobierno francés, se tiene previsto concluir el envío antes
de que finalice el año.
-¿Qué
piensan hacer con las 30 toneladas que todavía están en el
país?
-Como firmante del Convenio de Estocolmo, Nicaragua
tiene que priorizar la eliminación de los
COPs y en este
sentido estamos cumpliendo. Las 30 toneladas de remanentes
de otros tipos de agrotóxicos que tenemos aseguradas y
contabilizadas, las queremos eliminar el próximo año a
través de un proyecto del Fondo Mundial del Ambiente (GEF,
por sus siglas en inglés) en conjunto con el PNUD, en
el marco del Convenio de Estocolmo mismo.
-La Ley
274, que regula y controla los agrotóxicos y otras
sustancias tóxicas, prevé que sean los mismos importadores
quienes se hagan cargo de los costos de eliminación de los
remanentes. ¿Cómo se está manejando ese tema?
-Cuando en 1998 se eliminaron las 400 toneladas de
agrotóxicos, el Estado de Nicaragua fue quien
financió el programa, ya que el Banco Mundial otorgó un
préstamo y no una donación. En el caso de las seis
toneladas, sólo se logró detectar una empresa privada que
tiene remanentes, mientras que los otros son remanentes de
instituciones estatales. Estamos hablando aproximadamente de
una media tonelada que excede las seis que ya fueron
incluidas en el programa de la OPS, así que estamos
pidiendo a esta empresa que aporte para que se eliminen
también estos desechos. En este sentido la Ley 274 nos
respalda en nuestra demanda.
-Nicaragua vive una situación de fuerte contaminación por el
uso indiscriminado de agrotóxicos. ¿Qué están planeando para
que esto no vuelva a suceder?
-Recientemente la Asamblea Nacional ratificó el Convenio
de Rotterdam y esto nos va a permitir controlar y
detener la entrada de productos que ya fueron prohibidos en
el país. En cuanto a los otros productos, tenemos una muy
buena coordinación con los otros ministerios y estamos
implementando fuertes medidas de control para que se
respeten los decretos de prohibición y restricción de
agrotóxicos y, al mismo tiempo, no se vayan acumulando
tantos desechos como en el pasado. Tenemos previsto preparar
una red de monitoreo, regulación y control con la
participación de los ministerios de Agricultura, Sanidad y
Ambiente, para ir detectando en todo el territorio dónde
todavía quedan desechos que no han sido reportados.
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