-¿Cuál es tu balance personal de la reciente etapa cumplida 
					en la lucha de las víctimas del Nemagón?
					
					-La “Marcha 
					sin retorno”, como la definieron sus participantes, provocó 
					cambios notorios e importantes en la situación de las 
					víctimas del Nemagón, y también para otras organizaciones y 
					sectores sociales. Esa movilización se cerró el 23 de 
					octubre, después de ocho meses de permanencia en Managua, 
					con una gran manifestación de celebración de los acuerdos 
					alcanzados con las instituciones del Estado. Asimismo, 
					después de sufrir varias decepciones con diversos abogados y 
					estudios jurídicos que sólo pretendieron estafarlos, 
					incluyendo la traición del abogado estadounidense que los 
					representaba últimamente, se abocaron al proceso de revocar 
					todos los poderes legales que habían extendido. Esto los ha 
					llevado a cambiar la estrategia abandonando la idea de hacer 
					juicios contra las transnacionales y buscar la negociación 
					directa a través de la Procuraduría General de la República. 
					Este alto funcionario acogió la demanda y designó a dos 
					procuradores que darán seguimiento oficial a este asunto, a 
					los que se sumarán otros abogados estadounidenses que 
					trabajan en el área de derechos humanos y que tienen 
					vinculación con el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH), 
					una de las organizaciones de la sociedad civil que acompañó 
					la lucha de los bananeros. A partir de este esquema se 
					iniciarán conversaciones para explorar la posibilidad de 
					instalar una mesa de negociación directamente con las 
					transnacionales. Los afectados por el Nemagón disponen de 
					información según la cual la Dole estaría interesada en 
					volver a tener una presencia productiva en Nicaragua, de 
					donde se retiró, como las demás corporaciones involucradas 
					en este caso, cuando triunfó la Revolución Sandinista. Las 
					víctimas del Nemagón estiman que esta confluencia de 
					intereses puede ser positiva para ambientar el diálogo entre 
					las partes.
					
					 
					
					-¿En qué están los acuerdos alcanzados con el gobierno?
					
					-En gran parte se cumplieron, pero hay que estar muy 
					vigilantes. En la marcha final, los bananeros explicaron 
					ante los miles de asistentes que la firma de esos acuerdos 
					con el gobierno y el Parlamento fueron sólo un inicio, ya 
					que luego se iniciaba el proceso de aplicación de sus 
					términos, lo que llevaría un cierto tiempo. Para eso 
					continúa en funciones la Comisión Interinstitucional 
					siguiendo paso a paso los puntos que todavía están en 
					discusión, y se sabe que habrá que mantener una presión 
					constante de los sectores sociales que participaron en esos 
					acuerdos para que ellos se concreten. Falta, por ejemplo, 
					resolver un punto tan importante como el de la pensión 
					vitalicia para los afectados que aún está en trámite en la 
					Asamblea Nacional. En relación con el aspecto sanitario, se 
					aprobó la partida de 102 millones de córdobas** para 
					constituir un fondo de atención a la salud de las víctimas 
					de la contaminación. Es la primera vez en la historia de 
					esta lucha que se incluye en el presupuesto del Ministerio 
					de Salud Pública una partida especialmente destinada a 
					atenderlos a ellos. El dinero está, ahora hay que lograr que 
					se use adecuadamente durante el año que viene.
					
						
							
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								Solidaridad Italia-Nicaragua
								
								
								  
								
								
								La Asociación Italia-Nicaragua está por cumplir 
								25 años. Se fundó a partir del movimiento de 
								apoyo a la Revolución Popular Sandinista. Aunque 
								ya venía siguiendo el proceso desde la dictadura 
								somocista, su actividad se formalizó pocos meses 
								después del triunfo sandinista. | 
						
					 
					
					 
					
					Un tercer aspecto importante que está aún en etapa de 
					gestación es que los trabajadores bananeros contaminados 
					junto con otras organizaciones sindicales y sociales que 
					participaron en la lucha, como los cañeros afectados de 
					insuficiencia renal crónica, los que reclaman el 25% de la 
					comercialización del banano y la caña de azúcar, están 
					pensando unirse con otros sectores como el tabaco y el café 
					para fundar una nueva central obrera con el objetivo de 
					prolongar y profundizar la experiencia de integración 
					solidaria de las respectivas luchas, encuentro ambientado 
					por la Marcha sin Retorno de los afectados por el Nemagón en 
					Managua.
					
					 
					
					
					-Esta última etapa de la larga lucha de los afectados por el 
					Nemagón recibió una adhesión inusitada en la sociedad 
					nicaragüense. ¿Qué motivó ese cambio cualitativo?
					
					-Esta Marcha sin Retorno logró trasmitir con realismo la 
					profundidad de la afección, ya que inmediatamente instaló en 
					la opinión pública la percepción de que esta vez sí iba a 
					cambiar algo, porque el compromiso y la determinación de las 
					víctimas eran totales. Así fue que permanecieron acampados 
					ante la Asamblea Nacional por más de ocho meses, soportando 
					penurias y con un enorme sacrificio, mientras que en el 
					pasado fueron presencias fugaces en la capital y con escasa 
					coordinación con otros sectores sociales nacionales e 
					internacionales. En esta oportunidad, además, la sociedad 
					civil que apoyó esta lucha pudo participar directamente en 
					las negociaciones con el gobierno lo que marcó una 
					metodología de la que difícilmente se pueda prescindir en el 
					futuro. Este es un cambio muy importante que permitió que la 
					población en general viera con otros ojos esta movilización, 
					además de que tuvo una duración excepcional, también se 
					involucraron muchas más personas e instituciones. El 
					gobierno y los organismos oficiales también ya saben que no 
					tendrán que vérselas sólo con los afectados, sino además con 
					una cantidad de gente de diversa procedencia, y no sólo de 
					Nicaragua sino de América Latina y de Europa y Estados 
					Unidos.
					
					 
					
					Igualmente, creo que aún falta más apertura y contactos con 
					otras organizaciones. Quizás esto se deba a una peculiaridad 
					de este sector de trabajadores y trabajadoras bananeros, y 
					es que la enorme mayoría proviene de las filas del Ejército 
					Sandinista. Casi todos pasaron por la experiencia 
					revolucionaria, y especialmente por el combate militar, o 
					fueron policías sandinistas. En los años 80 era lo que la 
					militancia hacía. Este origen se percibe en la organización 
					interna, en la disciplina, y también en que a veces falta 
					todavía más apertura. Ha sido una lucha demasiado larga, con 
					muchos principios desde cero después de traiciones y 
					estafas, todo muy exigente. Creo que esta vez se logró que 
					la lucha trascendiera las fronteras de Nicaragua y llegara a 
					la mesa de los consumidores en los países ricos.
					
					 
					
					
					-¿Cuál fue la importancia del aporte de organizaciones 
					internacionales?
					
					
					-Los mismos afectados reconocen que la participación 
					internacional fue muy importante. Por supuesto que los 
					resultados obtenidos no se deben exclusivamente a la presión 
					internacional, pero seguramente jugó un papel esencial. 
					Tuvimos un ejemplo concreto de ello cuando durante una 
					reunión de la Comisión Interinstitucional, su presidenta, la 
					Ministra de Salud, nos mostró asombrada dos cartas que 
					acababa de recibir. Eran las que entregaron varias 
					organizaciones afiliadas a la UITA en las embajadas 
					nicaragüenses en Brasilia y Buenos Aires. A partir de ese 
					momento les quedó claro que en las negociaciones no sólo 
					tenían adelante a los bananeros afectados y sus apoyos 
					nacionales, sino también a gente bien organizada de diversos 
					países de América Latina y de Europa que empezaban a ejercer 
					presión en sus propias embajadas, lo que ponía en evidencia 
					a todo el gobierno en el escenario internacional. Esto 
					colaboró mucho y fue definitivamente importante, así como la 
					participación de la sociedad civil que apoyó la lucha en la 
					elaboración de la táctica, aunque por supuesto que los 
					contenidos los pusieron siempre los propios afectados.
					
					 
					
					Otra innovación muy importante que se logró fue la 
					introducción entre las reivindicaciones de puntos que no 
					tiene relación directa exclusivamente con los intereses 
					corporativos de los afectados sino también de otros sectores 
					sociales, como por ejemplo la reforestación de las enormes 
					extensiones de bosques autóctonos arrasados por la 
					agroindustria o la prohibición de más de 30 productos 
					químicos de uso agrícola, reclamos que fueron aceptados por 
					el gobierno y que ya están siendo ejecutados.