Paraguay
Justicia
paraguaya condenó a responsables de contaminación con
basura tóxica en Rincón´i, Ybycuí
Cuando David venció a Goliat
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La victoria judicial obtenida en estos días por los
pobladores de Rincón’i, ante la firma norteamericana
Delta & Pine se resume en pocas palabras como la
bíblica lucha cuando David venció al gigante Goliat. |
La pesadilla de los vecinos de esta comunidad empezó en
noviembre de 1998, un día en que los funcionarios de la
citada empresa importadora arrojaron en un terreno de la
zona, 660 toneladas de semillas de algodón vencidas de alta
toxicidad; de ahí en más empezó el calvario para los
pobladores.
Si bien la cárcel para los responsables y el dinero en
efectivo como resarcimiento no devolverán a uno de los
muertos, ni curarán las cicatrices y defectos que marcaron a
los campesinos, queda la satisfacción de no haber luchado en
vano.
Dolores de cabeza, mareos, vómitos, malestares estomacales y
somnolencia eran algunas de las consecuencias que empezaban
a sufrir niños, jóvenes y adultos de la humilde población de
Rincón’i, en Ybycuí, departamento de Paraguarí.
Manifestaciones, notas y reclamos de los pobladores no
hacían reaccionar a las autoridades, hasta que los medios de
comunicación llegaron al lugar y mostraron al mundo lo que
realmente estaba pasando en este "rincón" de la tierra; sin
embargo, para el poblador Agustín Ruiz fue tarde, pues las
"semillas de la muerte" cumplieron su cometido.
Gerardo Iglesias, un gladiador
"Para nosotros esto sirve como demostración
de que la lucha premia" |
Hay diversas organizaciones ambientalistas que se
manifestaron durante esta guerra invisible en el
caso Rincón’i; sin embargo, la que no claudicó en
su esfuerzo de llegar hasta el final y lograr el
resarcimiento a los afectados por las "semillas de
la muerte" fue la Unión Internacional de
Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas,
Hoteles y Afines (UITA).
El uruguayo Gerardo Iglesias, representante de
dicha organización, habló con nosotros y manifestó
que "la UITA toma conocimiento de este problema en
enero de 1999 gracias a NOTICIAS, llegamos hasta
Rincón’i y contactamos con la comisión, que estaba
metida en una pelea desigual, de ahí en más empezó
la lucha, y todos jugaron un papel importante para
que ahora después de 6 años de lo ocurrido, la
Justicia de su veredicto a favor de los
afectados".
"Nosotros no queríamos que este caso quede en la
impunidad, pues esto se convertiría en el
combustible para que otros casos se sigan
produciendo. En estos días nos informamos que en
Ciudad del Este encontraron productos altamente
tóxicos en la Aduana, y uno se hace la idea de que
hay gente que piensa que este país es un basurero
de desechos tóxicos, y no es así", añadió.
Sobre lo que significa el veredicto del juez, dijo
que "para nosotros esto es reafirmar que la lucha
premia y es una victoria que no tiene
antecedentes. Me gustaría nombrar a algunas
personas que lucharon en esta causa, tal vez me
olvide de algunas, pero saben que fueron partes de
esta victoria, como el técnico Sebastião Pinheiro,
el doctor Pablo Balmaceda, el padre Oliva, los
fiscales Hugo Ríos, Ricardo Merlo y muchos más".
Iglesias dejó como reflexión que "este fallo es
una cachetada para toda esta gente que fue
condenada y también para las que no figuran, pero
también son responsables. Aquí hubo una agresión
que va más allá de esta gente, es contra todo un
país, esta gente hizo esto porque apostó al
silencio, pero no esperó que un grupo de
campesinos y gente humilde podía los iba a
encarar", finalizó.
Diario
Noticias,
Asunción
1º de
agosto
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Tras la visita de expertos a la zona afectada, los mismos
afirmaron que el contacto directo sin precaución con estos
productos podría provocar la muerte, a esto se sumó el
relato de varios pobladores que señalaron haber contado unos
29 camiones que transportaban la "semilla de la muerte".
La lucha de los pobladores seguía, y se pudo constatar que
varios funcionarios del Ministerio de Agricultura y
Ganadería serían los responsables de permitir el ingreso de
las semillas, que excedían en varias toneladas el área de
cultivo del textil.
Como era normal en esa época y hasta hoy día, los
parlamentarios llegaron al lugar para ver la situación. Los
afectados exigieron el traslado y el castigo a los
responsables. Dicho pedido se cumplió después de casi 5
años.
Las mentiras de la importadora
Pasaba el tiempo y las semillas seguían en el lugar, los
directivos de la Delta & Pine mostraron su supuesta
preocupación, y prometieron a los pobladores el traslado de
las semillas vencidas a otra zona. Inclusive, dijeron que no
era tóxico y que podían servir como fertilizantes.
El juez de Paraguarí, Antonio Ocampos, tomó el caso y ordenó
que no sean trasladadas las semillas, a fin de no afectar a
otras poblaciones. Una consultora norteamericana afirmaba
que en el lugar existían varias toneladas de desechos y que
las mismas eran de alta toxicidad.
Un nuevo caso
A sólo 15 días del primer hallazgo, pobladores de la
compañía Santa Ángela denunciaban que otro cargamento de
"las semillas de la muerte" fue arrojado en el lugar,
afirmando que el mismo estaba afectado a causa de la
presencia del producto.
Análisis fueron fundamentales
La Fundación Alter Vida y UITA trabajaron en forma conjunta
realizando análisis de sangre a los pobladores, en los
cuales se pudo constatar que los mismos ya estaban afectados
por agrotóxicos, inclusive que los nacimientos de niños
podrían tener malformaciones congénitas.
En manos de Astrea
De ahí en más empezaron las luchas judiciales, el poder
económico de la firma norteamericana contra la humildad de
los campesinos que tenían la verdad a su favor. El final de
la historia se conoció esta semana, cuando el juez de
Paraguarí, Germán Torres, condenó a dos años de prisión a
Nery Guzmán Rivas, funcionario de Delta & Pine, y a un año y
tres meses de cárcel a Julio Chávez, propietario de las
tierras donde se dejaron las semillas.
Publicado el
1º
de agosto
Diario Noticias,
Asunción
5 de agosto de 2004