Paraguay

Derrame de agrotóxicos en Capiatá

Una carga maldita con vida propia

 

Los pobladores de la ciudad de Capiatá deben pensar que se trata de una carga maldita: veinte mil litros de agrotóxicos ya generaron una serie de acontecimientos insólitos y a la vez peligrosos. En diferentes momentos y en distintos puntos de Paraguay, los vehículos que transportaban esa carga volcaron, en algunos casos con serias consecuencias.

 

 

Arroyo Capiatá

El primer accidente se produjo en el kilómetro 20,5 de la Ruta internacional número II, a la altura de la ciudad de Capiatá, y ocasionó un derrame de 200 litros de agroquímicos, que afectó el medio ambiente circundante y la salud de los vecinos establecidos hasta 300 metros a la redonda.

 

En la segunda ocasión, la misma carga era transportada en guarda por otro vehículo hasta el lugar original de destino, Minga Pora, en el Alto Paraná, pero a su paso por el distrito de Fassardi, en el departamento de Caaguazú, el rodado volvió a volcar, aunque sin que se produjera pérdida alguna del liquido transportado en recipientes de plástico. Luego, unos rateros que habían robado unos bidones cargados del agroquímico derramado en Capiatá, asustados por los efectos colaterales que el contacto con los mismos podría tener sobre su salud, arrojaron nuevamente el contenido sobre el suelo ya contaminado y dentro de las rejillas de desagüe que conducen al arroyo Capiatá, distante a unos 500 metros del lugar del accidente.

 

Como si todo esto fuera poco, los datos oficiales sobre la contaminación de los cauces hídricos y las personas, divulgados por instituciones gubernamentales, arrojaron, supuestamente, resultado negativo.

Diputada Olga Ferreira de López

Pero la polémica sobre el hecho se instaló cuando la diputada del Partido Patria Querida y presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja, Olga Ferreira de López, refutó los resultados presentados por la Comisión de Emergencia como falsos y denunció que el gobierno busca minimizar el impacto causado por el derrame de agrotóxicos en Capiatá y esconde información a la población. Mientras tanto, los vecinos y el intendente de Capiatá, Derlis Osorio, siguen clamando por más atención.

 

Según la información proporcionada por el intendente Osorio, aunque el camión, que partió desde el puerto de Asunción rumbo al Alto Paraná, transportaba 20 mil litros de agroquímicos, el accidente ocasionó el derrame de 200 litros de tóxicos tales como el Paraquat al 24 por ciento, el Metadof-Metamidofós al 60 por ciento , el Dubron al 40 por ciento, Monocrotofof al 40 y el Novafate-Acefato al 75 por ciento, cantidad que no resulta poca cosa cuando se trata de elementos altamente tóxicos. A la vez, informó que unas 800 personas fueron directamente afectadas por el olor nauseabundo desprendido de la carga derramada, que les causó síntomas tales como dolores de garganta, de cabeza, manchas en la piel, náuseas y vómitos.

 

Los trabajos de limpieza inmediatos al accidente incluyeron la recolección de los recipientes rotos así como la diseminación sobre los residuos de líquido de hipoclorito de sodio e hidróxido de sodio.

 

Actualmente, la comuna capiateña se encuentra censando a los afectados por el derrame con el objetivo de crear un banco de datos que permita actuar efectivamente ante eventuales efectos colaterales que puedan sentir todas aquellas personas expuestas a los productos derramados.

 

Osorio manifestó también que ante el nulo control sanitario de parte del Ministerio de Salud en la zona, el censo servirá para establecer un sistema de monitoreo ambiental permanente del lugar afectado.

 

Resultados oficiales y polémica

 

Según el informe elaborado por una Comisión de Emergencia, conformada por representantes de la Secretaría del Ambiente, la Dirección de Defensa Vegetal del Ministerio de Agricultura y Ganadería (DDV), de la Secretaría Nacional de Saneamiento Ambiental (SENASA) y del Ministerio de Salud Pública, las muestras de agua obtenidas de los puntos críticos y susceptibles de contaminación del arroyo Capiatá y del Lago Ypacarai y otros cauces cercanos no detectan presencia de plaguicidas. En el mismo documento se aclara que el Ministerio de Salud sólo detectó intoxicados leves entre los afectados, de acuerdo a lo demostrado por los exámenes de colinesterasa practicados en muestras de sangre de 100 personas. Esta cartera informó que los valores presentados por las personas analizadas se encuentran dentro de los niveles permitidos, aunque admitió que “se debe seguir aplicando el principio precautorio para salvaguardar la salud de la población afectada”.

Intendente de Capiatá Derlis Osorio

Sin embargo, a pesar de esta recomendación, las tareas de control, tanto de la salud de los afectados como en los cauces de agua contaminados no están siendo realizadas, según denunció el intendente Osorio.

 

La diputada Olga Ferreira de López, por su parte, subrayó que los resultados difundidos por la Comisión de Emergencia no reflejan la verdad y acusó al gobierno nacional de ocultar información. La legisladora basó su denuncia en un informe elaborado por el SENASA, no dado a conocer oficialmente, en el que se asegura que varios recursos hídricos y pozos de agua potable localizados en la zona de influencia del derrame se encuentran contaminados y pueden representar un peligro para la población. Las autoridades del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), dijo Ferreira, no tomaron las medidas de prevención necesarias y han intentado "minimizar la situación". "Es una gran irresponsabilidad de parte del Ejecutivo y por sobre todas las cosas del MAG, por no contar las verdad; las aguas están contaminadas y no existe ningún plan para evacuar o proteger a la gente; incluso tenemos informes de que hay niños que llegan al arroyo Capiatá", expresó.

 

Entre los lugares analizados por el SENASA que dieron "positivo" para plaguicidas, la diputada mencionó a los arroyos Capiatá, Jukyry-Costa Fleitas y Jukyry-Isla Valle, además de la boca del río Salado, en las canaletas paralelas en la Ruta II y en los pozos de las comunidades aledañas al accidente.

 

Ferreira expresó que existe una gran contradicción entre el informe dado a conocer públicamente y el paralelo obtenido por el SENASA, en el cual los técnicos demuestran que las sustancias fueron desintegrándose y "formando otras sustancias igualmente tóxicas". "Sigue la contaminación, porque los componentes de las sustancias van produciendo otros que siguen siendo tóxicos; la situación no es para alarmar a nadie, pero tampoco para minimizarla, como lo está haciendo el MAG", destacó.

 

Productos prohibidos, pero no en Paraguay

 

Con relación a los fosforados derramados en Capiatá, el experto brasileño Sebastián Pinheiro indicó que tanto el methamidophos como el acephate y el monocrotophos son altamente peligrosos y podrían acarrear riegos a la salud humana, principalmente a los niños en edad de desarrollo, quienes con el contacto prolongado podrían sufrir daños en la capacidad intelectual con el bloqueo de la memoria límbica, la disfunción endócrina y la inmunodepresión.

 

Indicó que en la Unión Europea el empleo de estos productos está férreamente limitado por la Directiva Comunitaria 414/91. Antes de las negociaciones comerciales mundiales de la Ronda Uruguay, agregó, se contaba con suficiente información difundida sobre los riesgos ocasionados por el contacto prolongado a estos productos, pero después se vedó el acceso a la información, y se liberó el transporte y utilización de estos productos en los países del tercer mundo o en vías de desarrollo.

 

Pinheiro destacó que la persistencia de estos productos en aguas con alto contenido de materia orgánica en solubilidad y con el PH por debajo del 5,5, como caracteriza a los recursos hídricos paraguayos y a los de la mayoría de los países de América Latina, puede ser superior a los 720 días. Un derrame como el ocurrido en Capiatá no puede constituir un "escándalo" sólo durante unos pocos días y luego ser olvidado, dijo. "El gobierno debería tener en cuenta que es fundamental asistir a las víctimas y tratar de minimizar el impacto de los tóxicos sobre la naturaleza", enfatizó.

 

Expresó que las autoridades paraguayas deberían realizarse una importante autocrítica sobre diferentes aspectos de su actuación y de su falta total de controles sobre el transporte de estos productos, pero que no lo hace por presión de la Organización Mundial del Comercio (OMC), el Banco Mundial (BM), las agencias de cooperación de la Unión Europea y los grandes intereses económicos que rodean a la comercialización de estos agroquímicos. "Todos sabemos que ninguno de estos controles se les exige a los funcionarios públicos encargados de la protección ambiental, agrícola y sanitaria en Paraguay. Si no se les interroga, nadie siquiera podrá cuestionar la forma en que fue transportada la carga compuesta por methamodophos, acephate, monocrotophos y paraquat", recalcó.

 

Evitar daños colaterales

 

La población afectada en Capiatá, compuesta por mujeres embarazadas, ancianos, niños y adultos, debería contar con el acompañamiento de las autoridades sanitarias y con un tratamiento adecuado para evitar los daños endócrinos, inmunológicos y cognitivos que la exposición a estos productos podría ocasionar, señaló Pinheiro. Sin embargo, el propio intendente de la ciudad, Derlis Osorio, denunció la falta de asistencia sanitaria continua y efectiva en el lugar de los hechos. Agregó que lo más grave es que estos productos, que ya no están siendo fabricados en Europa, sigan siendo producidos en países como China, que lo exporta masivamente, así como en Brasil y Argentina, limítrofes con Paraguay, y en México, donde no existe ningún tipo de control de calidad o de seguridad y se ha comprobado la presencia de grandes cantidades de impurezas tóxicas.

 

"Los técnicos paraguayos tal vez dirán que habrá una dilución de los productos derramados en las aguas que llegan al lago Ypacarai, pero ¿cuánto de verdad hay en eso? La hidrólisis de esos productos fosforados y su isomerización potencian en más de diez mil veces sus residuos al contacto con el agua transformándolos en Tetra-Methyl-DiThio-PiroPhosphate, internacionalmente reconocido por la sigla TMDTPP. Esta sustancia fue registrada como un gas de guerra por los nazis alemanes y después transformada en metabolito de muchos agrotóxicos que aún continúan siendo comercializados libremente en muchas partes del mundo", indicó Pinheiro.

 

En cuanto al paraquat, el brasileño evaluó que la situación no es mejor, pues este producto puede introducirse en el organismo a través de la piel. Dijo que los niños constituyen la población más susceptible, más aun en el interior del país, pues viven en contacto con el agua de los arroyos, lagos y ríos que podrían estar contaminados con este producto, utilizado normalmente a nivel local en la fumigación de las plantaciones de soja. El científico señaló que el paraquat puede ser absorbido por la piel, introducirse en la sangre y bloquear el transporte de oxigeno, provocando daños en cadena. "El paraquat fue condenado por todos los países del mundo hasta la Ronda Uruguay del GATT (el predecesor de la OMC), pero ahora es comercializado sin necesidad de cualquier control, principalmente en América Latina y, por supuesto, en Paraguay", concluyó Pinheiro.

 

 

Corresponsal en Asunción

© Rel-UITA

13 de enero de 2005

 

 

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