Se cumplen  20 años del desastre de Bhopal

¿Todavía le importa a alguien?

 

La noche del 2 de diciembre de 1984, más de 35 toneladas de gases tóxicos cubrieron Bhopal (estado de  Madhya Pradesh, India), debido a un escape en la fábrica de pesticidas de Union Carbide India Limited (UCIL), filial india de Union Carbide Corporation (UCC), multinacional con base en Estados Unidos. En el escape se liberaron al menos 24 toneladas del venenoso isocianato de metilo y otros productos químicos, entre los que había compuestos tóxicos (cianuro de hidrógeno, óxido nitroso y monóxido de carbono).

 

  

UCC nunca ofreció información completa sobre los gases vertidos, lo que dificultó desde el principio una asistencia sanitaria eficaz a las víctimas. En los dos o tres días siguientes murieron más de 7.000 personas y muchas más sufrieron lesiones por efecto del escape. A lo largo de los últimos 20 años, al menos 15.000 personas más han muerto a consecuencia de enfermedades relacionadas con la exposición al gas. En la actualidad más de 100.000 personas siguen sufriendo enfermedades crónicas y debilitantes para las cuales no se ha encontrado un tratamiento eficaz.

 

El desastre conmocionó al mundo y planteó cuestiones fundamentales respecto a la responsabilidad de las empresas y los gobiernos en los accidentes industriales que aniquilan la vida humana y devastan el medio ambiente. Sin embargo, 20 años después los supervivientes siguen esperando una reparación justa, asistencia médica y tratamiento adecuados y una total rehabilitación social y económica. El lugar donde se encontraba la planta aún no ha sido limpiado, con lo que los residuos tóxicos siguen contaminando el medio ambiente y el agua de que dependen las poblaciones de los alrededores. Además, por sorprendente que pueda parecer, nadie ha rendido cuentas ante la justicia de la fuga y de sus terribles consecuencias.

 

Aunque hay pasos adelante. El Parlamento Europeo adoptó una resolución el pasado 6 de diciembre que establece que la empresa propietaria incumplió sus responsabilidades y reclama la adopción de medidas de investigación del accidente, descontaminación, establecimiento de compensaciones, etc; Naciones Unidas ha designado en la Oficina del relator especial sobre el Derecho a la Alimentación a un responsable de la investigación sobre las consecuencias del accidente; y el tribunal penal de Bhopal, que trata de juzgar a los responsables del desastre,  citó el pasado 6 de enero por primera vez a la empresa Dow Chemical (que adquirió Union Carbide en 2001).

 

La responsabilidad de las empresas ante la sociedad no prescribe, y las demandas de la sociedad pueden activarse en cualquier momento, ya que las evasivas, las excusas, las obstrucciones pueden funcionar hoy pero dejar de hacerlo mañana; y la sociedad puede demandar lo que en cada momento considere más oportuno. La única opción para las empresas es ser responsables de un modo eficaz, completo y transparente. Es la única garantía de que sus actividades económicas serán aceptadas y respetadas por la sociedad.

 

En el caso de Bhopal, Amnistía Internacional ha efectuado propuestas concretas al Gobierno de India y del Estado de Madhya Pradesh, al Gobierno de Estados Unidos, a la empresa Dow Chemical, a la Comisión de Derechos Humanos de Naciones Unidas y a la Alta Comisionada en Derechos Humanos del mismo organismo. Estas recomendaciones contemplan el establecimiento de responsabilidades, descontaminar la zona, asegurar el suministro de agua potable, identificar las sustancias químicas contaminantes y  establecer programas sanitarios eficaces, aplicar indemnizaciones... pero es fundamental, sobre todo, que estos hechos se prevengan y que si sucedieran nuevamente en algún lugar del mundo, las víctimas no tengan que volver a esperar 20 años para empezar a ser escuchadas.

 

Amnistía Internacional considera que las ‘Normas sobre las responsabilidades de las empresas transnacionales y otras empresas comerciales en la esfera de los derechos humanos’ (Normas ONU), aprobadas por la Subcomisión de las Naciones Unidas para la Promoción y Protección de los Derechos Humanos en 2003, constituyen un marco de referencia para el desarrollo de legislación internacional, de los estados y de las instituciones supraestatales sobre las responsabilidades de las empresas ante la sociedad. El pronto desarrollo de esa legislación es un objetivo importante para todos los que creemos en un compromiso efectivo y claro de las empresas con la sociedad.

 

Bhopal no es solo un caso que sigue reclamando solución y tampoco es solo un caso para Dow Chemical y el Gobierno de India, sino que es también una clara referencia y una advertencia para todas las empresas que desean tener un compromiso eficaz y creíble con la sociedad a la que proclaman servir.

 

 

Gerardo Ríos *

Agencia de Información Solidaria

5 de mayo de 2005

 

 

* Responsable de Relaciones Económicas de Amnistía Internacional España.

 

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