Este participó en el seminario realizado
este fin de semana en Paysandú en la sede del SOEN, sobre el
que expresó que «en este seminario sobre salud y seguridad
en la producción agropecuaria, con todos los sindicatos de
asalariados rurales del Uruguay, como forestación,
citricultura, caña de azúcar. paperos, quinteros, etc, nos
ha tocado la tarea de articulación».
«Estamos abordando aspectos muy importantes, como los
derechos de los asalariados rurales, ante una realidad en
Uruguay que es de los aspectos más olvidados, porque hay
persecución sindical, poca coordinación y se hace difícil
organizar, precisamente», consideró el
técnico.
Por otro lado, «tenemos un convenio que se acaba de
ratificar por el Uruguay, el número 184 de la OIT, sobre
salud y seguridad, en el cual, por primera vez en la
legislación internacional, se reconoce a los asalariados
rurales al mismo nivel que el resto de los trabajadores».
«Es importante además la consideración del tema de los
agrotóxicos, tanto para los trabajadores como para el medio
ambiente en general, además del punto referido a soberanía
alimentaria y el intercambio entre gremiales de asalariados
rurales y productores», explicó.
A su juicio, el problema de intoxicación masiva en el
packing de Azucitrus «igualmente tiene que ver con la
seguridad en los trabajos agroindustriales,
como lo han manifestado
los compañeros de la Unión de Trabajadores de la Industria Azucitrus, que están muy preocupados por esta problemática,
que se relaciona con la poca información que tienen muchas
veces los trabajadores en relación con el tipo de
operaciones que realizan».
«Es importante que los obreros conozcan sus derechos cuando
tienen que cumplir determinadas operaciones tanto a nivel
rural como agroindustrial», explicó.
Destacó que en el caso de los agrotóxicos, el nombre
comercial del producto varía, «pero los principios activos
son los mismos y estamos utilizando a veces elementos
químicos que habíamos dejado de usar y sin embargo son los
mismos. Estos están prohibidos en algunos países o
restringidos y aquí se usan libremente. Los controles en
Uruguay son mínimos y ya hemos visto desastres ambientales,
aquí mismo en Paysandú, como ocurrió en el arroyo Guaviyú.
Pero también hay problemas en pueblos cercanos a Bella
Unión, que están rodeados de arroceras y se está fumigando
con productos sin ningún tipo de precaución para los
pobladores y trabajadores, sin tener en cuenta los riesgos
de estos tóxicos»
El Telégrafo
23 de
junio de 2004