“Hace ya más de ocho años de
esta injusticia y no hemos logrado ninguna respuesta, ni de
la Bayer
ni del Congreso de la República”, se lamentó Victoriano
Huarayo Torres en diálogo con Radio Mundo
Real. El dirigente representa a una organización de
familiares de la comunidad peruana de Tauccamarca, que esta
semana llegó hasta Lima, capital del país, para presentar su
caso ante el Tribunal Permanente de los Pueblos (TPP).
La historia del silencio de
Bayer
comenzó el 22 de octubre de 1999. Ese día, 44 niños y niñas
de una escuela de Tauccamarca, en el departamento de Cuzco,
resultaron intoxicados por consumir un desayuno contaminado
con el plaguicida Paratión, producido por la empresa
Bayer.
24 de estos niños murieron y los demás quedaron con graves
secuelas neurológicas y problemas de aprendizaje.
La denuncia contra la
corporación alemana fue presentada ante el TPP por la Red de
Acción en Agricultura Alternativa (RAAA), que la acusa por
violar la Constitución peruana y por no asumir su
“responsabilidad ética y administrativa” en este trágico
suceso.
Por otra parte, los reclamos de
los familiares de las víctimas también se están dirimiendo a
nivel judicial y en el Congreso de la República, pero sin
ningún resultado hasta la fecha. El Primer Juzgado Penal de
Cuzco condenó al profesor Isaac Villena
Nuñez, que entregó los alimentos contaminados, por
homicidio culposo agravado y ordenó el pago una reparación
civil a las familias de las víctimas.
En octubre de 2001, el abogado
de los familiares presentó otro reclamo ante el Séptimo
Juzgado Especializado de Lima contra
Bayer,
la Dirección General de Salud Ambiental y el Servicio
Nacional de Sanidad Agraria (SENASA), dependiente del
Ministerio de Agricultura.
Recién en abril de 2007, la
jueza de la causa citó a una audiencia de conciliación, que
fue postergada a petición del Ministerio de Agricultura. La
magistrada señaló que emitiría una resolución que orientara
el proceso y citaría a una nueva audiencia de conciliación a
la brevedad, pero eso no ocurrió.
Según consta en el escrito que
la RAAA presentó ante el TPP,
Bayer introdujo el
Paratión en Perú para comercializarlo específicamente
en cultivos de pequeños y medianos agricultores, asentados
en comunidades como Tauccamarca.
La RAAA asegura que la
corporación alemana sabía de antemano que el Paratión sería
utilizado por indígenas quechuas, muchos de ellos
analfabetos, que no pudieron leer los instructivos de la
etiqueta del producto, que igualmente no ofrecía suficiente
información. “La empresa no brindó ningún tipo de asesoría
técnica a los usuarios”, sostienen.
Además, el Paratión es
considerado por la Organización Mundial de la Salud como un
plaguicida extremadamente tóxico, y en Perú estaba
limitado el registro de plaguicidas con este principio
activo, mientras que su comercialización estaba restringida
por el Servicio Nacional de Sanidad Agraria (SENASA),
dependiente del Ministerio de Agricultura.
La organización denunciante
considera además que Bayer
continúa violando las leyes peruanas al no retirar de
comercialización sus productos tóxicos, lo que implica una
grave amenaza a la salud de la población.
Radio Mundo Real
15 de mayo de 2008
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