Un trabajo de consultoría elaborado por 
                    expertos de la Organización de las Naciones Unidas para la 
                    Agricultura y Alimentación (FAO, siglas en inglés) determinó 
                    que en nuestro medio existen 300 mil kilos de agroquímicos 
                    obsoletos en diferentes depósitos del país. El Gobierno 
                    solicitó apoyo financiero para la eliminación de los tóxicos 
                    y por ahora podría destruir 20 mil kilos.
                    
                     
                    
                     
                    
                    
                    El representante de la FAO en nuestro país, Valdir Welte, 
                    acompañado por los dos consultores en agroquímicos, mantuvo 
                    una reunión abierta en el Ministerio de Agricultura y 
                    Ganadería (MAG) para exponer a grandes rasgos las 
                    conclusiones y recomendaciones del estudio.
                    
                     
                    
                    
                    Welte reconoció que la FAO dispone de una ayuda de 400 mil 
                    dólares para la destrucción de agroquímicos obsoletos. Sin 
                    embargo, la evaluación revela que existen en nuestro país 
                    300 mil kilos de los tóxicos vencidos, en distintos 
                    depósitos privados y públicos.
                    
                     
                    
                    
                    Añadió que eliminar los productos tiene un costo de 4 
                    dólares cada uno, lo que a simples cálculos sobrepasa la 
                    asistencia financiera de la organización. Por ello y como 
                    alternativa se plantea iniciar un primer trabajo en el 
                    depósito del MAG en Paraguarí, de manera a desechar con las 
                    vías recomendables unos 20 mil kilos de los químicos.
                    
                     
                    
                    
                    "El stock existente en dependencias como OFAT (Oficina 
                    Fiscalizadora de Algodón y Tabaco) es importante, pero para 
                    hacer algo podemos empezar con el de Paraguarí, que es un 
                    stock menor".
                    
                     
                    
                    
                    Otra recomendación radica en la capacitación del personal 
                    técnico del MAG para trabajos futuros, que beneficiará a los 
                    recursos humanos locales y reducirá los costos. Finalmente, 
                    se expone la necesidad de un exhaustivo inventario de los 
                    químicos, dado que existen depósitos de otras instituciones, 
                    como Ministerio de Salud Pública, que deberían chequearse. 
                    También se tienen stock en Aduanas, Puertos y otros 
                    almacenes administrados por el sector privado.
                    
                     
                    
                    
                    En tanto, Gero Vaagt, oficial superior de la FAO en la sede 
                    central, en lo que hace a plaguicidas recordó que existe un 
                    código de conducta para el correcto uso de plaguicidas, que 
                    nuestro país revisó y aprobó.
                    
                     
                    
                    
                    "Encontramos plaguicidas obsoletos en gran cantidad, por lo 
                    que recomendamos estas medidas de manera a evitar la 
                    reincidencia de episodios pasados (en alusión al incendio de 
                    depósitos de OFAT en Asunción, en julio del 2003). Es 
                    necesario lograr la cooperación del sector privado", 
                    manifestó.
                    
                     
                    
                    A 
                    su vez, Tania Santibáñez, experta de la FAO, recordó que el 
                    programa de plaguicidas obsoletos se implementa a nivel 
                    internacional y que en África tuvo especial éxito. La 
                    intención apunta ahora a su difusión en Latinoamérica.
                    
                     
                    
                    
                    El ministro de Agricultura, Antonio Ibáñez, agradeció la 
                    colaboración de la organización mundial, atendiendo la 
                    repercusión que se da en el plano local por la preocupación 
                    de la existencia de químicos vencidos.
                    
                     
                    
                    
                    Welte comentó que es necesario dar continuidad al proyecto, 
                    de manera a tener un programa sustentable que permita el uso 
                    adecuado de los agrotóxicos. Lamentó que el tema de los 
                    plaguicidas se maneje en forma ligera, debido a la alta 
                    desinformación que existe entre los agricultores.
                    
                     
                    
                    
                    Ya al finalizar la reunión, Ibáñez respondió a preguntas de 
                    la prensa en donde reiteró que hasta el momento no existen 
                    pruebas científicas que vinculen los efectos nocivos de los 
                    agroquímicos quemados durante el incendio de OFAT con 
                    malformaciones en seres humanos.
                    
                     
                    
                    
                    Proponen elaborar plan a 
                    largo plazo
                    
                     
                    
                    
                    El ministro de Agricultura, Antonio Ibáñez, pidió a los 
                    expertos de la FAO que aprovechen las conclusiones y los 
                    datos acopiados durante el estudio de la incidencia de 
                    agroquímicos para preparar un proyecto de mayor aliento con 
                    el objetivo de lograr las buenas prácticas del uso de los 
                    tóxicos. La FAO realizó su trabajo sobre el pedido que 
                    realizara el Gobierno paraguayo en setiembre pasado, luego 
                    de los sucesos de julio, cuando ardieron depósitos de la 
                    Oficina Fiscalizadora de Algodón y Tabaco (OFAT) en cuyo 
                    interior se encontraban almacenados diversos tipos de 
                    plaguicidas y que fuera tomada como un grave delito 
                    ambiental por el Ministerio Público. El pedido se basa en el 
                    apoyo técnico financiero concedido por la organización 
                    internacional vía la denominada TCP. Entre otros elementos 
                    se propone la capacitación al personal técnico, el 
                    inventario de los plaguicidas y el inicio de la eliminación 
                    de parte del stock existente de los productos tóxicos en 
                    depósitos del sector privado y público.
                    
                     
                    
                     
                    
                    
                     
                    
                    
                    Fuente: Diario 
                    Ultima Hora
                    
                    
                    Bruno Jara
                    
                    
                    Paraguay
                    
                    
                    29 de enero de 
                    2004