Uruguay
II FORO SOBRE CONTAMINANTES
QUÍMICOS AMBIENTALES Y PARTICIPACIÓN SOCIAL
Urgencias ambientales |
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Disertación del Profesor
Daniel Panario, de la Facultad de Ciencias
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Falta de investigación de la problemática ambiental
Hace unos años, con la seguridad del ignorante, habría dicho
que las urgencias ambientales en el Uruguay son tal y cual,
pero la experiencia nos ha demostrado que el problema más
importante es el que todavía no hemos investigado. La
problemática ambiental en el Uruguay es una Caja de Pandora.
Las causas de que esto sea así están en la absoluta falta de
investigación desde el Estado de esta problemática y de una
estrategia de "barrer debajo de la alfombra". Recuérdese que
los organismos de investigación del Estado fueron declarados
por un decreto que no eran de interés y, por lo tanto, más o
menos desmantelados. Por supuesto, la Universidad sí tiene
como una de sus obligaciones investigar y lo hace, pero la
resolución de estos problemas en sus justos términos hace
necesario el trabajo de largo aliento de otro tipo de
organismos oficiales que se hagan cargo de las
investigaciones pertinentes. Esto es una parte del problema.
He optado por hablar de algunos temas, no porque sean los más
importantes o no. Si fuéramos a jerarquizar los problemas
ambientales por su importancia deberíamos empezar por
referirnos a problemas como la indigencia, la pobreza, a los
cuales se asocian después todas las vulnerabilidades a los
problemas ambientales.
La preocupación por no
generar una alarma pública
He elegido darle prioridad a algunos temas porque no están
todavía en la luz pública, no forman parte del debate. Los
organismos del gobierno han logrado mantenerlos ocultos, es
lo que me anima a hablar de ellos. Creo que los problemas
ambientales comienzan a resolverse cuando adquieren luz
pública. La estrategia oficial ha sido tradicionalmente que
no la tengan.
Integré en su momento la comisión relacionada con la
problemática del plomo y la preocupación de las autoridades,
tanto sea de los organismos públicos, como el Ministerio de
Salud Pública, OSE, Ancap y la Presidencia de la República,
era no declarar el hecho una emergencia nacional. Por una
razón, para "evitar la alarma pública". Es decir, la
estrategia oficial era evitar la alarma pública. Usted se
puede morir, pero sin alarma. Lo importante es que no se
sepan las causas y qué lo está matando. Esta es una de las
tantas herencias malditas de la dictadura que perviven en
nuestra comunidad, que han quedado en la mentalidad de los
funcionarios públicos. Parte puede provenir de esta
herencia, pero también me parece que atrás de eso hay una
cierta "cola de paja".
El problema de lo que se ha dado en llamar "plombemia" es
terrible. Le cambiaron el nombre a la enfermedad. Se trata
de saturnismo, pero esto suena sórdido. Entonces se le llamó
plombemia a la enfermedad, que es más o menos como si al
cáncer de útero le llamáramos "papanicolau". Es claro, suena
mejor y no genera tanta alarma pública como decir que, a lo
mejor, 30% de la población uruguaya está enferma de
saturnismo. Los resultados de los primeros estudios de
plombemia de la Facultad de Química estaban en 1987 y
salieron en la prensa. Quiere decir que los funcionarios
encargados del contralor estaban contestes en que debían
controlar. Cuando surge el problema, empiezan a pensar:
“¡Caramba, yo no hice nada! ¡Capaz que me cuesta el cargo!
¡El jefe me va a matar!” Por eso, bajarle el perfil al
problema es el objetivo de los funcionarios públicos que
tienen relación con la temática ambiental.
Por otra parte, hay un decreto de la época de la dictadura,
que todavía existe, que dice que un funcionario público, sin
el consentimiento del jerarca, no puede expresarse
libremente sobre los temas de su área. Entonces, casi se
puede justificar que no digan nada. Y además, en la mente de
muchos gobernantes está la preocupación de preservar el
circuito económico, el clima de negocios, como se dice
ahora, y no la salud de la gente. Por eso me voy a referir a
un tema que todavía está oculto. Vamos a ver si generamos un
poco de alarma pública.
Expediente para un agente
criminal: la microcystina
Se trata de algo tan inocuo como el fósforo, un nutriente. Es
necesario el fósforo para tener los huesos fuertes, la mente
activa, todo eso es cierto. Pero qué pasa en el Uruguay con
el fósforo en el agua. Lo que está pasando es que la mayor
parte de nuestras vías de drenaje están saturadas, con
niveles de fósforo por encima de lo que indica un nivel de
eutrofización, o sea, contaminación severa. En los años 70
estábamos trabajando en Salto Grande y tuvimos la
oportunidad de ver la primera floración de algas con que
tuvo contacto la ciencia. Apareció una cantidad de cosas
verdes flotando, que venían de arriba. Llamamos en aquel
momento a la Facultad de Humanidades, no supieron establecer
de qué se trataba pero nos dijeron: son algas tóxicas y, por
lo tanto, tengan cuidado con el agua, no la tomen, etc.
Hace unos tres años, ante la constatación de que la gente que
vivía en Rincón del Bonete tenía un nivel de cáncer un poco
elevado, la UTE le solicitó a la Facultad de Ciencias una
investigación. Ellos tomaban agua del embalse, provista por
la propia UTE y no por OSE. Se determinó que el problema era
un alga tóxica existente en el embalse que se llama
microcystis.
La microcystis es un alga que produce una toxina llamada
microcystina, que es carcinógena, teratogénica,
bioacumulativa, hepatóxica, etc., podemos darle todos los
títulos de un arma mortal. Ocurre que esta alga, cuando se
muere, libera esa toxina, que va disuelta en el agua y pasa
casi todos los filtros que se le puedan poner cuando se
filtra el agua potable.
Se informó de la existencia de este elemento, no sólo a la
UTE sino también a las intendencias que tenían que ver con
la zona. La UTE se enojó muchísimo de que hubiéramos hecho
público el resultado. O sea, investigar, sí, pero
profesionalmente, nada de hacer públicos los resultados. No
sea cosa que genere alarma pública...
Ustedes lo han visto en Montevideo, yo lo he visto en el
Puerto del Buceo, el agua llega a tener un color verde que
parece pintura. Eso es la microcystis. La he visto en
grandes cantidades, a cinco kilómetros de la costa, a la
altura de La Tuna. En realidad, la gente no se debería bañar
cuando hay esas concentraciones.
Uruguay está sufriendo
una epidemia de cáncer
Pero recuerdo a un Intendente de Colonia que, cuando
aparecieron estas floraciones, al estilo Fujimori (que comió
pescado cuando la epidemia del cólera en Perú), se fue a
bañar a la playa para mostrar que no había ningún problema.
¡No fuera a fracasar la temporada turística, que es lo que
importa! No importa que la gente se intoxique.
El problema no es que se genere una epidemia pasajera de
alergias o eventualmente, unas intoxicaciones que no matan a
nadie. En los hechos, los oncólogos en el día de hoy están
reconociendo que en el presente el Uruguay está sufriendo
una epidemia de cáncer. Pero esto tampoco se dice, ¿verdad?
Esto no se dice, pero es así.
En los hechos, los tejidos blandos que son afectados por este
tipo de toxinas son parte de esos casos explosivos en cuanto
a incidencia de cáncer. Claro, establecer la relación causal
es muy difícil. ¿Cómo separar que yo soy fumador y me
enfermé por otra cosa? Los médicos saben que es muy difícil
establecer la relación causal en este tipo de cosas, que
lleva muchos años e ingentes recursos. Establecer la
relación causal entre el cigarro y el cáncer, aunque se
conocía, llevó muchísimos años demostrarla. Y por
instituciones muy poderosas. De ahí que va a demorar
muchísimo tiempo establecer que acá en Uruguay este pudiera
ser uno de los problemas.
Ahora bien: ¿tenemos que primero probarlo, para después tomar
la precaución? ¿O primero tenemos que tomar las precauciones
y después probar cuáles son los problemas? Parece bastante
claro que la segunda opción es la correcta pero, en los
hechos, lo que se sigue diciendo es que no hay problema...
(Una vez, yo estaba hablando de esto por una radio y me
llamó un director de OSE para insultarme, pero cuando le
dijeron de abrir el micrófono para que debatiera, dijo que
no.). En los hechos, la verdad es que buena parte de las
poblaciones, inclusive la población de Montevideo, que toma
agua de Paso Severino (es de los lugares que tienen
explosiones de algas de este tipo) está siendo afectada.
Por supuesto, el río Uruguay, en todo su recorrido, Salto,
Paysandú, Fray Bentos, Colonia y Juan Lacaze, cuando llega
el verano, están tomando agua contaminada con microcystina.
Las plantas potabilizadoras de OSE no tienen filtros de
carbón activado, no filtran la microcystina. Ahora, para no
crear alarma pública, lo que han dicho es: "No se preocupen,
la OSE sabe lidiar con este problema, lo conocemos hace
tiempo" ¿De qué manera lidian con el problema? Poniendo el
chupón de la bomba un poco más abajo, para que no se les
tape con las algas. Eso es lo que hacen. Seguro, porque
poner filtros de carbón activado para el total de la
población uruguaya es demasiado caro. Entonces, eso no
filtra las toxinas.
Resulta muy fácil, para el que quiera seguir el expediente,
saber quiénes son los cómplices. ¿Quiénes son los cómplices?
Los que no informan, los que no toman medidas, OSE, el
Ministerio de Vivienda, las intendencias departamentales. Ya
tenemos el expediente completo, como para el Fiscal.
Ahora se habla de las plantas de celulosa. Digamos que una
sola de ellas, su aporte de fósforo equivale a lo que
vertería una población de cien mil habitantes. Bueno, en el
informe oficial se dice: "Vamos a dejar que esta planta se
instale, ¡total ya está contaminado!". No es esa la cosa.
Sí, está contaminado, entonces vamos a ver cómo lo
descontaminamos, cómo le ponemos exigencias...
Otra urgencia ambiental:
el discurso oficial
En privado, en grupos pequeños, se dice: "Lo que pasa es que
hay compromisos firmados y ¿qué le vamos a hacer?" Bien, voy
a hablar del otro problema que a mí me parece una urgencia
ambiental, y es el discurso oficial.
Yo puedo aceptar que haya compromisos firmados, cosas que no
tienen marcha atrás. Lo que no puedo admitir es que no se
diga la verdad a la gente. Yo creo que tenemos derecho a
saber de qué se trata, como aquel famoso cabildo. ¿Cuál
debiera ser el discurso? Lo que ocurre es que los
funcionarios quedan, los cargos políticos pasan. Entonces,
los funcionarios que informan, con los mismos vicios de
siempre, son los que informan lo que tienen que decir los
políticos. Y entonces informan más o menos lo mismo. No
importa quién sea el gobierno que está en el momento. Les
informan falsedades y les hacen decir falsedades.
Nos encontramos entonces con que no hay ningún problema, que
no contaminan y que son buenos, cuando uno lo que esperaría
es que dijeran: "Bueno, tenemos compromisos asumidos, les
vamos a exigir que cumplan con esto y con aquello, este plan
de contingencia, aquí se va a medir, la planta va a ser de
circuito cerrado, porque el río Uruguay no tolera más este
fósforo que usted pretende verter..."
Es sólo un ejemplo, porque está en el debate, pero podría
hablar de cuarenta otros ejemplos. Yo creo que lo peor que
nos puede pasar es que luego, cuando ocurran las cosas que
van a ocurrir, que la gente le pierda totalmente la
confianza a los sistemas de prevención y control del Estado.
Entonces nos vamos a oponer a todo, cosa que ya ha ocurrido,
que genera oposiciones cerriles a emprendimientos que son
necesarios, pero lo que sucede es que no hay confianza.
En el caso de la planta de residuos hospitalarios, al final,
cuando se demostró que todo el discurso era falso, la planta
se cerró. En este caso fue relativamente fácil cerrar la
planta porque era una planta bastante chica, no eran grandes
capitales, etc. Pero en otros lugares tenemos problemas como
del tipo Dirox, que no es una gran trasnacional, pero ya es
una empresa internacional. Y después, cuando empiezan los
problemas de contaminación y se trata de un emprendimiento
de gran poder económico, la capacidad de negociación del
Estado es muy débil.
A lo que aspiro, al menos, es a que nos sinceremos de aquí en
adelante en relación con los problemas que tenemos y que los
problemas tomen estado público lo suficiente como para que
se empiecen a resolver.
8 de noviembre de 2005 *
* Versión
de la presentación del profesor Daniel Panario recogida por
el periodista Víctor Bacchetta, de la Facultad de Ciencias,
en el II Foro sobre Contaminantes Químicos Ambientales y
Participación Social, el 3 de noviembre de 2005, en el Salón
Azul de la Intendencia Municipal de Montevideo.
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