El
uso de herbicidas no es exclusivo de las áreas rurales. El
glifosato, por ejemplo, también está siendo utilizado en
espacios públicos de las áreas urbanas del área
metropolitana de Buenos Aires, como en plazas y parques. Eso
es lo que ha dicho el Informe "Uso del glifosato en el área
Metropolitana de Buenos Aires", publicado por Foro Ciudadano
de Participación por la Justicia y los Derechos Humanos
(Foco).
Según el
Foro, el 13 de abril de este año se publicaron en
Argentina los resultados de un estudio que comprobó la
toxicidad del glifosato. Pero, mismo con investigaciones y
estudios, Argentina sigue utilizando el producto no
sólo en zonas rurales, como también en áreas urbanas del
Gran Buenos Aires.
Según el informe,
la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) está utilizando agrotóxicos
–como el glifosato– con el fin de mantener los terrenos próximos a las
vías del ramal Retiro-Tigre sin malezas.
"Los terrenos fumigados son
adyacentes a viviendas, comercios y plazas a las que
habitualmente asisten niños, los cuales están más expuestos
que los adultos",
afirma.
Así como en
vías, otros locales también poseen el mismo problema, como
las plazas de la ciudad de Buenos Aires y la zona del Parque
Pereyra y Villa Elisa. "Se
ha denunciado que en Plaza Giordano Bruno del barrio de
Caballito se aplicó glifosato para desmalezamiento.
Las personas que transcurren por la plaza son afectadas
tanto en el momento de la aplicación, como posteriormente al
quedar el tóxico en el aire durante un tiempo. Las piedras
con las que juegan los niños también quedan contaminadas, al
igual que
las plantas y la tierra que absorben este tóxico".
Según el
informe, ya hay Proyectos de Ordenanza que solicitan la
intervención en la utilización del glifosato como
fitosanitario. En el Consejo Deliberante de Vicente López,
por ejemplo, el proyecto quiere prohibir "la aplicación de
agroquímicos para la eliminación de pastizales y especies
vegetales en todos los predios públicos y/o privados
nacional, provincial y municipal y predios de dominio
privado de uso o acceso público del partido de Vicente
López".
Según el informe, el
glifosato es un herbicida utilizado para matar malezas, con
el que se fumigan cultivos transgénicos de soja, maíz y
algodón. Éstos, sólo resisten al compuesto tóxico porque
están genéticamente modificados. Las demás plantas (incluso
las que están en peligro de extinción) acaban muriendo.
Además de
las plantas, el glifosato aún contamina el suelo, las aguas
superficiales y subterráneas, y a los seres humanos. "La
Agencia de Protección del Medio Ambiente de Estados Unidos (EPA)
determinó que tras llegar al suelo, el glifosato es
fuertemente absorbido. De allí que si bien es altamente
soluble en agua, la sustancia permanece en las capas
superiores del suelo y tiene una vida media de más de 60
días, hallándose incluso hasta un año después", afirma.
De acuerdo con el informe,
las plantas que no mueren, absorben el veneno y se
encuentran en las partes utilizadas como alimento.
Para la salud humana,
el glifosato puede causar:
toxicidad subaguda y crónica, daños genéticos, efectos
cancerígenos, y problemas reproductivos.
Sin
embargo, el agrotóxico aún es el "pilar de la industria sojera argentina". Según
el informe, en el año 2007, el país cultivó 19,1 millones de
hectáreas con productos transgénicos. De esas, 16 millones
de hectáreas fueron con soja y 2,8 millones con maíz,
siendo que "casi el 100 por ciento de la superficie de soja
y el 90 por ciento de
cultivos de maíz fueron sembrados con semillas tolerantes al
herbicida glifosato".
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