Fundación Natura asegura que la propuesta de Colombia de 
					utilizar en una segunda fase de fumigación el hongo patógeno 
					Fusarium oxysporum en la frontera con Ecuador atenta contra 
					la naturaleza y la vida humana. 
					 
					
					
					En el contexto del Plan Colombia para la lucha contra los 
					cultivos ilícitos de coca, marihuana y amapola, el vecino 
					país ha propuesto una segunda fase de fumigación utilizando 
					un hongo patógeno denominado Fusarium oxysporum que no 
					solo ataca a las “plantaciones objetivo” sino que, sin 
					discriminación alguna, atenta contra la vida de otras 
					especies biológicas, animales e incluso humanas. 
					
						
							
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										Ya se pueden ver algunos efectos 
										negativos provocados por estas 
										fumigaciones como: enfermedades, el 
										empobrecimiento de la calidad del suelo 
										en algunos sectores vecinos a la 
										frontera con Colombia y la contaminación 
										de las fuentes de agua.
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					El Fusarium oxysporum es una de las especies que presenta 
					mayor variabilidad genética, lo que significaría que 
					introducirlo en un ecosistema tan complejo y diverso como el 
					amazónico podría convertirlo en una amenaza cuyos efectos 
					serían impredecibles y de larga duración. No existen 
					evidencias científicas que precisen los efectos que pueden 
					producir este tipo de hongos en nuestra biodiversidad.
					
					 
					
					
					Además, existen varios factores que resultan imposibles de 
					controlar para evitar la propagación del hongo, según 
					Natura, los factores climáticos como el viento, la 
					temperatura; o los animales como aves, e insectos e incluso 
					los mismos seres humanos que se convierten en 
					transportadores naturales de este hongo. 
					 
					
					
					Lo grave es que una decisión como ésta no tiene marcha 
					atrás, una vez liberados los hongos letales en el medio 
					ambiente, no pueden volver a ser recogidos. Lamentablemente 
					en nuestro país ya se pueden ver algunos efectos negativos 
					provocados por estas fumigaciones como: enfermedades, el 
					empobrecimiento de la calidad del suelo en algunos sectores 
					vecinos a la frontera con Colombia y la contaminación de las 
					fuentes de agua. 
					 
					
					
					Natura, señala que ya existen antecedentes de niños y 
					adultos con infecciones en la piel y en las vías 
					respiratorias, en algunos sectores del país la gente se ha 
					visto obligada a realizar desplazamientos forzados a causa 
					de la contaminación; en otras zonas las comunidades se han 
					visto privadas de utilizar el agua del río. 
					 
					
					
					Pero el hongo puede diseminarse sin tener en cuenta límites 
					políticos, atacando potencialmente cultivos lícitos y países 
					que no están de acuerdo con su uso. Sin duda que una 
					política como ésta afecta la soberanía de países no 
					implicados. Las aplicaciones de éste hongo en el sur de 
					Colombia podría desembocar en infecciones en Ecuador, Brasil 
					o Perú. 
					 
					
					
					Señala Fundación Natura, que no se trata de desconocer la 
					legítima necesidad que tienen los Gobiernos para controlar 
					los cultivos ilegales, pero hacerlo mediante el uso de 
					microbios tóxicos y destructivos es totalmente erróneo y 
					sienta un precedente alarmante. 
					
					 
					
					
					
					Este hongo, de continuar siendo utilizado, contaminará 
					nuestra amazonía durante tres o cuatro décadas, 
					aproximadamente, y desequilibrará el sistema ecológico. Por 
					lo tanto, para evitar perturbar ecosistemas delicados en el 
					Amazonas y en los Andes, los hongos no deben ser liberados.
					
					 
					
					
					Con estos antecedentes, señala la Fundación, esta opción 
					trae más elementos negativos, por eso se necesita presionar 
					para que se cambie la forma de combatir los cultivos de 
					droga en Colombia. Este tema debe ser tratado con la mayor 
					seriedad en una comunicación permanente entre autoridades y 
					sociedad civil. 
					 
					
					
					Concientes de la urgencia e importancia del problema, 
					Fundación Natura presentó una queja fundamentada ante la 
					Defensoría del Pueblo para que emprenda la acción legal en 
					defensa de los derechos humanos a la vida, a la salud y a un 
					medio ambiente sano ante la Comisión y Corte Interamericana 
					de Derechos Humanos. 
					 
					
					
					Con el fin de que se arbitren las medidas legales que 
					impidan que se realice la fumigación por parte de Colombia 
					con el hongo Fusarium oxysporum, ya que ocasionaría un daño 
					grave e irreparable a las poblaciones aledañas y al medio 
					ambiente ecuatoriano. Se espera contar con el apoyo del 
					Comité Andino de Autoridades Ambientales CAAAM en esta justa 
					demanda. (ALA) 
					
					
					 
					
					
					El Mercurio 
					
					
					Publicado 22.08.05