Uruguay

Intoxicaciones con agrotóxicos:

un problema inherente a su uso

Los casos de Rivera, Paysandú y Soriano

 

 

A principios del mes de julio el Liceo Nº 3 de Rivera solicitó a la Intendencia Municipal de ese departamento aplicara insecticida en el local liceal contra garrapatas y pulgas. Esta aplicación se llevó a cabo durante las últimas vacaciones de julio, pero más de 15 días después de la misma, alumnos, profesores y funcionarios del liceo comenzaron progresivamente a tener reacciones alérgicas de distinto tipo. Se reportaron cuadros de irritación ocular, nasal, dermatológica y digestiva así como cefaleas. El Ministerio de Salud Pública (MSP) estableció que se trataba de una intoxicación de carácter agudo y subagudo que seguiría profundizándose en tanto la población liceal continuara exponiéndose día a día a los residuos del insecticida.

 

La dirección liceal, siguiendo las recomendaciones del MSP, dispuso la suspensión de las clases por 15 días, y comenzaron a efectuarse el hidrolavado del local y su ventilación 24 horas al día.

 

El producto aplicado se presenta con el nombre comercial de Twister 25 EC. Este agrotóxico se encuentra registrado en Uruguay por la empresa Cibeles exclusivamente para uso agrícola, siendo esta presentación de categoría toxicológica II. Ello significa que está catalogado como moderadamente peligroso de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, que entiende como “peligrosidad” la capacidad de producir daño agudo a la salud cuando se da una o múltiples exposiciones en un tiempo relativamente corto.

 

La sustancia activa del Twister es la Cipermetrina, que pertenece al grupo de los piretroides. Nuestro país no cuenta con recomendaciones ni estándares de exposición ambiental o laboral, ni límites permisibles de residuos en alimentos para piretorides. Los piretroides son sustancias sintetizadas a partir de un vegetal llamado piretro. Actúan sobre el sistema nervioso. Algunos de ellos son estrógenos ambientales, por tanto, interfieren los procesos hormonales de animales y personas. No se acumulan en el organismo y no persisten en el ambiente.

 

Tal vez ese hecho se debió a la irresponsabilidad de quien autorizó aplicar en un local de enseñanza un producto tóxico habilitado exclusivamente para uso agrícola. Pero más allá de las sanciones que pudieran corresponder por este hecho gravísimo, lo que más importa es prevenir la ocurrencia de problemas de este tipo en el futuro.

 

Sin duda que el mal uso de agrotóxicos y la violación de las normas vigentes aumentan las probabilidades de accidentes. Pero los perjuicios para la salud y para el medio ambiente son inherentes al uso de agrotóxicos. Los agrotóxicos son venenos y mientras sigan siendo utilizados seguiremos sufriendo accidentes de este tipo.

 

En marzo del 2004, el arroyo Guaviyú, situado en el departamento de Paysandú, a escasos metros de un centro turístico y termal, apareció tapizado de peces muertos. La causa del desastre fue la cipermetrina y el endosulfan, dos poderosos insecticidas derramados en un afluente del arroyo.

 

También quisiéramos recordar otra intoxicación ocurrida durante los primeros días de mayo del 2006 en la ciudad de Mercedes, donde una docena de personas sufrieron de una intoxicación alimentaria por haber ingerido harina con la presencia de un agrotóxico. El análisis de las muestras de sangre y orina de los pacientes atendidos por la intoxicación constató la presencia del endosulfán. Este agrotóxico pertenece al grupo de los contaminantes orgánicos persistentes, o sea, que se trata de una sustancia muy tóxica, que aparte de los efectos inmediatos como mareos, dolor de cabeza, náuseas, acarrea otros efectos aún más serios que pueden tardar largo tiempo en aparecer. En este caso, el endosulfán había sido utilizado por el dueño de la panadería para matar cucarachas y ratones.

 

Las intoxicaciones ocurridas en la ciudad de Rivera, en el arroyo Guaviyú de Paysandú y en la ciudad de Mercedes no son hechos aislados, sino que son simplemente efecto de las sustancias tóxicas contenidas en los agrotóxicos. Por lo tanto, si estos siguen estando en el mercado y son de fácil acceso y escaso o ningún control, estos hechos seguirán ocurriendo y la salud de la población y el medio ambiente seguirán siendo afectados.

 

 

RAPAL *

7 de agosto de 2006

 

 

* Red de Acción en Plaguicidas y sus Alternativas para América Latina

 

 

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