La Asociación Nicaragüense de
Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), organización
afiliada a la UITA, desarrolló su tercera Asamblea General para nombrar
nuevas autoridades y hacer el punto de la situación sobre la lucha
emprendida hace casi ocho meses para que la Nicaragua Sugar Estates Ltd.,
propietaria del Ingenio San Antonio e integrante del Grupo Pellas,
responda por los daños causados a la salud de sus integrantes.
Alrededor de 160 afiliados se dieron cita en el campamento en
las inmediaciones de la céntrica rotonda Rubén Darío, a pocos centenares
de metros de la catedral de Managua, y marcharon hacia el Edificio
Pellas resguardados por la policía.
Con sus banderas y mantas que recuerdan los miles de
fallecidos por insuficiencia renal crónica (IRC), producto del
uso indiscriminado de agrotóxicos en los cañaverales donde han trabajado
y dejado su juventud y su vida, los ex trabajadores azucareros y las
viudas de la ANAIRC se apostaron por más de dos horas en
silencio, cerrando las cuatro entradas del Edificio Pellas, mientras el
cuerpo privado de vigilancia observaba nervioso, comunicándose a menudo
por radio con sus jefes.
Tomándose el carril derecho de la Carretera a Masaya, una de
las principales arterias de la capital Managua, hombres y mujeres de la
ANAIRC regresaron al campamento para dar inicio a la Asamblea
General que iba a nombrar nuevas autoridades.
“La lucha que hemos llevado adelante en estos casi ocho meses
ha sido una lucha de todos y de todas, y nos ha costado tanto –dijo
Carmen Ríos, presidenta saliente, al iniciar la Asamblea–.
Pese a que se trata de una lucha llevada adelante por
personas que estamos enfermas, ha sido un esfuerzo constante y
necesitamos seguir así, con la participación de todos y todas. Sabemos
que cada persona tiene muchos problemas de salud, que tiene asuntos
pendientes en su casa y tiene que buscar como seguir adelante, sin
embargo es necesario hacer un último esfuerzo para lograr nuestros
objetivos”.
Durante el debate tomó la palabra Adilia Flores. “Para
todos y todas ha sido una lucha larga y dura por todo lo que nos ha
tocado vivir. No obstante, tal como en 2004 éramos pocos los que
comenzamos el proceso para que se aprobara la Ley 456 que reconoce la
IRC como una enfermedad laboral, y seguimos adelante hasta lograrlo,
ahora somos pocos los que hemos emprendido esta nueva lucha y no podemos
parar hasta que se nos respeten nuestros derechos.
Invito a todos los que están aquí hoy que se queden para
seguir en la lucha”, aseveró Flores en medio de los aplausos.
Al
final de la actividad, los afiliados a la ANAIRC reeligieron la
Junta Directiva saliente con cambios solamente en las secretarías de
Actas, Organización y Propaganda y el Fiscal.
Además
se volvieron a confirmar los miembros que conforman la Comisión
Negociadora y los asesores legales y económicos, en vista de la
instalación de una mesa de negociaciones con la Nicaragua Sugar
Estates Ltd.
“Me
siento muy orgullosa de que la Asamblea me haya reelegido como
presidenta de la ANAIRC, porque significa que las compañeras y
los compañeros han valorado como positivo el trabajo desarrollado en
estos dos años –dijo Carmen Ríos a Sirel–.
Nuestra
asociación tiene solamente cuatro años de haberse conformado, sin
embargo creo que hemos desarrollado un trabajo importante, comprometidos
con las necesidades y las esperanzas de los ex trabajadores azucareros y
las viudas.
Hemos
luchado –continuó Ríos– para que se aplique la Ley 456 y se les
otorgue las pensiones por riesgo laboral a miles de ex trabajadores y
viudas. Hemos peleado para que el Instituto de Seguridad Social (INSS)
y el Ministerio de Salud (MINSA) atiendan la demanda de
medicamentos y atención médica para la enfermedad renal.
Hemos
enterrados a miles de compañeros y hemos buscado apoyo para las velas y
el entierro. Y ahora estamos en esta nueva etapa de la lucha para que se
nos indemnice.
En este
día queremos agradecer de manera especial a la UITA
por su apoyo incondicional, a la Asociación Italia-Nicaragua y a
todas las demás organizaciones nacionales e internacionales que en estos
años nos han brindado su respaldo y amistad.
Sabemos que no va a ser fácil, que muchas personas se han
enfermado y que en este momento hay escasez de medicamentos en el Centro
de salud en Chichigalpa, sin embargo vamos a permanecer aquí en Managua.
No importa cuántas personas sigamos aguantando después de casi 8 meses
de lucha. No nos vamos a rendir”, concluyó.
|