Hoy, 9 de marzo, se cumple un año del
inicio de la protesta en Managua de los ex trabajadores azucareros y
viudas de la Asociación Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia
Renal Crónica (ANAIRC), organización afiliada a la UITA, quienes siguen
luchando para que se abra una mesa de negociaciones con la Nicaragua
Sugar Estates, propietaria del Ingenio San Antonio e integrante del
poderoso Grupo Pellas, y se les indemnice por los daños causados a su
salud. Más de 43 organizaciones nacionales e internacionales reafirman
su apoyo a la justa lucha de los ex trabajadores, pero la prensa escrita
“libre y democrática” prefirió no meterse en problemas y rechazó la
publicación del campo pagado. El comunicado fue entregado a la
Presidencia de la República, Procuraduría General de la República y al
Grupo Pellas.
Carmen Ríos |
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Juan Martínez |
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Entrega
comunicado PGR.jpg |
Un año de lucha en
condiciones muy difíciles en Managua no ha sido nada fácil, más
aún para centenares de ex trabajadores azucareros que salieron
gravemente enfermos de los cañaverales de la Nicaragua Sugar Estates
Ltd.
Según contó a Sirel
la presidenta de la ANAIRC, Carmen Ríos,
los fallecidos hasta el momento han
alcanzado la escalofriante cifra de 3.672,
nueve de los cuales habían participado en la protesta y han caído
cumpliendo con lo que habían dicho: “Vamos
a estar aquí hasta las últimas consecuencias, porque nuestra lucha ya no
es para nosotros, sino para nuestros hijos y nietos, para las
generaciones futuras”.
“A lo largo del año
hubo un deterioro generalizado de las condiciones de salud de todas las
personas que han estado en el campamento. Además, hemos tenido problemas
con el acceso al agua potable, a los alimentos. Hemos aguantado frío,
calor, lluvia, sol, polvo y hasta el hostigamiento, los insultos y las
amenazas.
Sin embargo –continuó
Ríos– seguimos aquí, firmes, con la esperanza de llegar pronto a
una solución”.
Para Juan Martínez,
directivo de la ANAIRC, “Todo
lo que hicimos valió la pena y agradecemos a todas las organizaciones
que nos han respaldado, de manera particular a la UITA que nunca nos ha
abandonado.
Cuando me enfermé
comencé a botar sangre de la nariz y se me inflamaron las piernas. Tuve
que regresar a mi casa, pero en cuanto estuve mejor regresé al
campamento, porque no puedo abandonar la lucha.
Desde el primer momento
dije que iba a luchar hasta las últimas consecuencias y voy a cumplirlo,
porque lo único que me queda es luchar para se haga justicia y para que
mis hijas y nietos vivan una vida tranquila, sin humillaciones”,
concluyó Martínez.
Respaldo internacional
En los días pasados, 43
organizaciones nacionales e internacionales, entre ellas la UITA,
dieron a conocer un comunicado de respaldo a la lucha de la ANAIRC.
“Consideramos que es
intolerable la situación de abandono en que la empresa
Nicaragua Sugar Estates Ltd.,
que integra el Grupo Pellas,
ha dejado a los miles de trabajadores y trabajadoras que durante años
laboraron en esta empresa, productora en Nicaragua del
ron Flor de Caña
–explica la nota–.
Consideramos que el
Grupo Pellas,
uno de los más influyentes y ricos del país, debe aceptar su
responsabilidad hacia este colectivo de seres humanos que un día fueron
sus trabajadores y hoy se encuentran en una situación totalmente
inhumana.
La codicia y egoísmo que la millonaria familia Pellas
viene demostrando, negándose a indemnizar a estos trabajadores y sus
familias, es condenable e inadmisible desde todo punto de vista, ya sea
laboral, humano, moral o ético”.
Cuando me enfermé comencé a botar sangre de la nariz y se me inflamaron
las piernas. Tuve que regresar a mi casa, pero en cuanto estuve mejor
regresé al campamento, porque no puedo abandonar la lucha.
(Juan
Martínez) |
Las organizaciones solidarias con la lucha de la ANAIRC
evidenciaron también que el Código del Trabajo de Nicaragua
reconoce que la IRC es una enfermedad profesional y que
centenares de ex trabajadores afectados están protestando en
Managua desde el pasado 9 de marzo 2009, “para que el señor
Carlos Pellas Chamorro
responda por los daños ocasionados a la salud y a la vida de estos ex
trabajadores.
Es por eso que las 43 organizaciones ratificaron su “total
solidaridad con la justa lucha de los ex trabajadores del Ingenio San
Antonio organizados en la ANAIRC”.
Exigieron al Grupo Pellas que se siente a negociar con
la ANAIRC “las justas y urgentes indemnizaciones para los ex
trabajadores” y reafirmaron su compromiso “a difundir y sensibilizar a
la población de la Campaña de
Boicot al ron Flor de Caña
en todo el mundo, como medida de presión ante el Grupo Pellas”.
¿Libertad de expresión?
¡Puro cuento!
Lamentablemente, de nada sirvió el intento de publicar el
comunicado en un campo pagado en los dos principales medios escritos del
país, que por cierto se ufanan de ser símbolos de la libertad de
expresión en Nicaragua.
Con respuestas muy escuetas, El Nuevo Diario y La
Prensa se negaron a publicar esta demostración de solidaridad hacia
la lucha de los ex trabajadores azucareros.
“No me extraña la actitud de estos señores, porque siempre
hemos dicho que quien en Nicaragua tiene los mayores tentáculos
se llama Carlos Pellas, y siempre controla que la información no
vaya en su contra.
Afortunadamente existen muchos canales para dar a conocer
este pronunciamiento a nivel internacional, aunque lamentamos y
denunciamos esta actitud de los medios nacionales que evidencia la falta
total de libertad de expresión”, aseveró Carmen Ríos.
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