Once meses en Managua pidiendo un
diálogo con la empresa agroindustrial Nicaragua Sugar Estates Ltd. (NSEL),
propietaria del Ingenio San Antonio e integrante del Grupo Pellas, para
que se les indemnice por los daños causados a su salud durante los
largos años pasados a trabajar en los cañaverales del occidente de
Nicaragua. Los ex trabajadores y viudas de la Asociación Nicaragüense de
Afectados por Insuficiencia Renal Crónica (ANAIRC), afiliada a la UITA,
siguen resistiendo y pidiendo justicia, mientras que a nivel nacional e
internacional se reactiva la campaña de solidaridad con los afectados y
la presión hacia la empresa, para que se llegue pronto a una solución.
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Dolores
Jarquín |
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Camilo
Navas |
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Verónica
Flores |
Luis Miranda |
Diferentes organizaciones nacionales e internacionales
retomaron en las últimas semanas el compromiso de respaldar la lucha de
los ex trabajadores azucareros y viudas de la ANAIRC, quienes
desde hace once meses están protestando en Managua.
“Nos reunimos para reformular la estrategia del compromiso de
nuestras organizaciones con la justa lucha de la ANAIRC,
planteándonos para este año nuevas acciones de respaldo. No se trata
solamente de acompañarlos, sino de estar hombro a hombro para que se les
haga justicia –dijo Dolores Jarquín, del Movimiento Social
Nicaragüense “Otro Mundo es Posible” (MSN), a Sirel–.
Hay que definir nuevos instrumentos para seguir desarrollando
la campaña de solidaridad y de presión hacia la empresa y para abrir
nuevos frentes de lucha, exigiendo al Grupo Pellas el
cumplimiento de sus obligaciones con los afectados.
Como MSN –continuó Jarquín– tenemos entre
nuestros objetivos la lucha contra las prácticas productivas de empresas
nacionales, transnacionales y grupos económicos que vienen explotando de
manera irracional los recursos naturales, y además, cómo estas prácticas
repercuten sobre los derechos humanos y laborales de los ciudadanos y
ciudadanas.
Es por eso que decimos que debemos encaminarnos hacia otro
modelo de producción y que apoyamos a los compañeros y compañeras de la
ANAIRC, en cuanto son víctimas de este modelo que impulsa el
actual sistema neoliberal. Para nosotros y nosotras, apoyar esta lucha
quiere decir apostar a cambios en el sistema productivo”, concluyó.
También el grupo de jóvenes que durante el año pasado impulsó
la exitosa campaña de boicot internacional al Ron Flor de Caña
decidió retomar su acción en apoyo no solamente a la lucha de la
ANAIRC, sino exigiendo cambios efectivos en el sistema de
producción, en el uso de agrotóxicos en los cañaverales y en las
relaciones entre empresa y trabajadores.
“Durante 2009 tratamos de visibilizar a nivel nacional e
internacional la lucha de los compañeros afectados por IRC. Lo
hicimos por medio de diferentes páginas Web, dando a conocer lo más
posible todo lo que acontecía con la lucha en Managua, exigiendo al
Grupo Pellas que ponga un alto a las malas prácticas
medioambientales y laborales que están teniendo dentro de su Ingenio
–comentó Camilo Navas, del Grupo de Boicot Internacional al Ron Flor de Caña–.
Esperamos ahora poder relanzar la campaña involucrando a más
organizaciones, retomando la propuesta del no consumo de Ron Flor de
Caña como medida de presión”.
Ante la indiferencia de la mayoría de los medios nacionales y
de un sector de la población que parece haberse acostumbrado a las
decenas de “champas” hechas con plástico negro en las
inmediaciones de la catedral de Managua, la ANAIRC considera que,
hoy más que nunca, la solidaridad nacional e internacional puede jugar
un papel fundamental en la búsqueda de una solución.
Asimismo, reconoce que el compromiso demostrado en los
últimos meses por el gobierno nicaragüense para facilitar un diálogo con
la empresa, representa un avance y una esperanza para el futuro.
“Debemos seguir buscando nuevas estrategias y abrir nuevos
canales para lograr nuestro objetivo –explicó Verónica Flores,
directiva de la ANAIRC–.
El respaldo de todas estas organizaciones y del gobierno nos
fortalece y es un aliento de esperanza para el futuro de nuestra lucha.
Estamos con el ánimo en alto y agradecemos a todas las organizaciones
que nos están respaldando en la defensa de nuestros derechos”.
Entre Pueblos,
de España, organización surgida en 1988 de los comités de
solidaridad con Centroamérica y que durante todos estos años ha
desarrollado proyectos de cooperación solidaria en diferentes países de
América Latina, se ha venido acercando a la ANAIRC y se
ha solidarizado con su lucha.
“Consideramos que la situación es de extrema urgencia, porque
día a día vemos cómo va falleciendo la gente –enfatizó Luis Miranda,
coordinador de Entre Pueblo para Centroamérica y el
Caribe–.
Desde Entre Pueblos nos hemos coordinado con muchas
organizaciones para apoyar las demandas de la ANAIRC, que la
NSEL, propiedad del Grupo Pellas, viene sistemáticamente
negando.
Se trata –continuó Miranda– de una indemnización
económica y asistencia médica inmediata por los daños fruto del sudor
que, durante tantos años, estos hermanos han dejado para enriquecer a
esta familia. Nos parece inhumano, injusto y condenable que se les deje
en el olvido”.
El coordinador de esta organización internacional informó
también que se acaba de redactar un comunicado de respaldo a la
ANAIRC que ya fue firmado por decenas de organizaciones nacionales e
internacionales, y que en las próximas semanas se dará a conocer a nivel
mundial.
“Vamos a intensificar nuestro respaldo y las medidas de
presiones hacia la empresa, y hacemos un llamado a todas las
organizaciones, a todos los hombres y mujeres comprometidas con la lucha
de los pueblos para que se incorporen a esta campaña, porque la
solidaridad tiene que estar al lado de ese grupo de hombres y mujeres
que está sufriendo una injusticia social y laboral”, concluyó Miranda.
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