Con
Guillermo González, ministro de Salud
“La atención a la IRC
en la región occidente es una prioridad
para este gobierno”
En el marco de la
conferencia internacional “Prevención y Asistencia de la Insuficiencia
Renal Crónica Infantil en Centroamérica”, se dio a conocer el proyecto
de apoyo institucional al Ministerio de Salud de Nicaragua (MINSA) para
la “prevención, el diagnóstico y el tratamiento de las nefropatías en
edad pediátrica”, recientemente aprobado por la cooperación italiana. La
actividad contó con la participación del Ministro de Salud de Nicaragua,
doctor Guillermo González, quien accedió a una entrevista en con Sirel.
El proyecto tiene el objetivo de fortalecer las instancias
locales y departamentales del MINSA para enfrentar el problema en
su raíz, es decir, potenciando los instrumentos que permitan una mejor
prevención de las nefropatías, sobre todo en los departamentos adonde se
han registrado la mayoría de los casos.
-¿Cuáles son los
elementos más relevantes de ese proyecto financiado por la cooperación
italiana?
-Desde hace ocho años se viene desarrollando en Nicaragua
un proyecto de atención a la nefropatía infantil con el apoyo de la
Asociación Italiana “Bambino Nefropatico” y la Región Lombardia. Lo que
ahora queremos es incorporar a la atención el componente de promoción y
prevención.
La conferencia que hemos desarrollado tuvo dos elementos
centrales: conocer la situación de la IRC infantil en la región
centroamericana y acordar las estrategias para abordar este problema. A
este propósito, con el Ministro de Salud de la Región Lombardia, hemos
compartido una idea que también es parte de la filosofía de nuestro
gobierno, es decir, que problemas de esta naturaleza tenemos que
abordarlos de manera integral, involucrando al gobierno, a la sociedad
civil y a las instituciones universitarias. El proyecto contempla el
fortalecimiento de los servicios de nefrología pediátrica en el Hospital
Infantil “La Mascota”, en Managua, el desarrollo de servicios en
otros departamentos del país y la formación de recursos humanos. Estamos
hablando de aproximadamente 1,7 millones de euros que aportarán el
Ministerio de Asuntos Exteriores de Italia, la Asociación Italiana
“Bambino Nefropatico” y el mismo MINSA.
-¿Cuáles son los
principales problemas que se han detectado?
-Conocer la dimensión de ese fenómeno, saber cuántos niños
tenemos en esta situación. El segundo obstáculo es contar con los
recursos financieros y también humanos necesarios para atender el
problema, y en este último caso será de gran importancia enviar a
Italia personal médico y de enfermería para capacitarse. Otros
elementos son lograr que los servicios especializados se acerquen a la
población y conocer cuáles son las causas de esta grave situación que se
está viviendo en Nicaragua. Es por eso que será indispensable la
participación directa de todos aquellos que están involucrados en este
tema.
-Cuándo habla de
prevención, ¿a qué se refiere exactamente?
-Tiene que ver con que la población conozca el problema de la
IRC, que nuestros servicios sean capaces de identificar e
intervenir para dar una respuesta efectiva y conocer cuáles son las
posibles causas de esta enfermedad.
-¿Qué esfuerzos se
están haciendo para detectar científicamente estas causas?
-Tenemos un convenio con la Universidad Nacional Autónoma de
Nicaragua (UNAN), de León, para desarrollar una
investigación que determine la dimensión del problema e identifique en
las zonas de León y Chinandega los factores que originan
la IRC, porque esto es muy importante para decidir qué es lo que
vamos a hacer.
-¿Entre las causas
posibles está también la contaminación por agrotóxicos….
-Hay varios factores que podrían originar esta enfermedad,
como por ejemplo las aguas pesadas, la presencia en los mantos freáticos
de concentraciones bastantes altas de arsénicos y también el contacto
con agrotóxicos. Sin embargo, debemos tener las evidencias necesarias
para intervenir. En el caso de los agrotóxicos, estamos trabajando con
el Ministerio Agropecuario y Forestal (MAGFOR) sobre el tema de los
controles al manejo y exposición a los agrotóxicos y utilizando nuestra
legislación, podríamos llegar inclusive a decir qué agrotóxicos se
pueden o no usar en nuestro país.
-Cuando hablamos de IRC
y de agrotóxicos en la zona de occidente, estamos hablando del cultivo
de la caña y de un grupo económico muy poderoso que es propietario del
Ingenio San Antonio. En el caso de que se detectara una responsabilidad
directa, ¿tendría el actual gobierno la capacidad y la firmeza para
actuar?
-Una de las funciones del MINSA es regular muchos
aspectos que tienen que ver con la salud de la población. No tenga la
menor duda de que cuando tengamos las evidencias necesarias sobre una
causal de riesgo para algún problema, vamos a tomar las medidas del
caso. Es nuestra obligación, es lo que dice nuestro marco jurídico y ya
lo estamos haciendo en otros casos. Es responsabilidad del gobierno, a
través del MINSA, velar porque la población no sea sometida a
ciertos riesgos y es lo que vamos a hacer.
-Al asumir el cargo la
nueva administración del MINSA hace más de un año, se presentó un plan
interinstitucional para hacerle frente al tema de la IRC. ¿Cómo evalúa
el desempeño de los Ministerios involucrados en ese plan?
-Es un tema muy complejo, pero algunos aspectos de ese plan
ya se vienen poniendo en práctica. Se han garantizado, por ejemplo,
servicios de diálisis peritoneal y de hemodiálisis en diferentes
ciudades y estamos tratando de asegurar también otro tipo de atención.
Sabemos que estos esfuerzos todavía no marchan al ritmo de la magnitud
del problema, pero estamos en este esfuerzo. En diciembre y enero
tuvimos unas reuniones en Chinandega con diferentes asociaciones
de afectados para definir los esquemas de atención y para que nos ayuden
a hacer un censo de las personas afectadas. Tenemos también una alianza
estratégica con el Instituto Nicaragüense de Seguridad Social (INSS)
para que nos apoye a nivel financiero y con profesionales, para la
detección y atención de los casos de IRC. Sabemos que la magnitud
del problema es enorme y que es una lucha contra el tiempo.
Lamentablemente no ha sido abordado en el pasado y ahora gradualmente
estamos avanzando y pretendemos en los próximos dos o tres años seguir
ampliando los servicios en otros departamentos. Está claro que no es
suficiente contar sólo con los recursos financieros y tecnológicos, sino
que nos hacen falta los recursos humanos especializados, y por eso
estamos capacitando a internistas, para que se metan de lleno a la
atención de los pacientes.
-¿Se está reconociendo
por parte del gobierno que en el occidente del país la IRC constituye un
verdadero problema de salud pública?
-No solamente se está reconociendo, sino que la tenemos como
una prioridad. Lo que sí hay reconocer es que la rapidez con la que
nosotros podemos dar respuesta a la magnitud de este problema está
relacionada con las limitaciones que tiene el país. Sin embargo, tenemos
la voluntad política de darle prioridad al tema y comenzar a hacer lo
que es posible, aprovechando también de proyectos como lo que se está
presentando hoy.
|