Solidaridad con cañeros
afectados
por IRC entra en su
tercera etapa
La Asociación Italia-Nicaragua
(AIN) y la Asociación Nicaragüense de Afectados por Insuficiencia Renal
Crónica (ANAIRC), organización afiliada a la UITA, se reunieron para una
segunda evaluación del proyecto piloto que, hasta la fecha, ha
beneficiado a 19 ex trabajadores azucareros.
Juan Poveda |
Según declaraciones vertidas por los afectados, la enfermedad
de la cual sufren -la Insuficiencia Renal Crónica (IRC)- ha sido
originada por la exposición a los agrotóxicos que se utilizaron de forma
indiscriminada en el Ingenio San Antonio, en el occidente de
Nicaragua.
El proyecto prevé el suministro de medicamentos específicos
para la IRC y las enfermedades relacionadas, que no forman parte
de la canasta del Ministerio de Salud (MINSA) por su alto costo o
por no ser presentes en el país.
Según Carmen Ríos, recientemente reelecta presidenta
de ANAIRC, “este proyecto es algo muy importante porque beneficia
a las personas más enfermas de nuestra asociación, quienes no pueden
tener acceso a estos medicamentos específicos. Después de seis meses
estamos entrando en esta tercera etapa que nos brinda y garantiza la
Asociación Italia-Nicaragua con su aporte solidario. Queda abierta la
posibilidad de que otras organizaciones nacionales o internacionales
vayan sumándose a este esfuerzo que está beneficiando a las personas que
quedaron enfermas después de haber trabajado en el Ingenio San Antonio”,
dijo Ríos.
Eduardo
Castillo |
Las personas beneficiadas por el proyecto fueron escogidas
por la asamblea general de los afiliados a ANAIRC, tomando en
cuenta su estado clínico y su situación económica y familiar.
Desde el principio, la Asociación Italia-Nicaragua (AIN)
aclaró que no era su intención reemplazar a las autoridades de salud en
las tareas para las que están designadas, sino aportar en términos de
solidaridad a aquellas personas que han sufrido explotación laboral y se
han enfermado buscando como ganarse el pan de cada día, para ellos y
para sus familias.
Esta tercera etapa del proyecto piloto tendrá una duración de
tres meses, a lo largo de los cuales se espera que otras organizaciones
se sumen para ampliar el número de ex trabajadores azucareros
beneficiados, ya que los resultados han sido muy positivos.
Juan
Martínez |
Según Juan Poveda, de 50 años de los cuales 29 trabajó
en el Ingenio San Antonio “quiero agradecer a Dios y a la Asociación
Italia-Nicaragua por la ayuda que me han brindado. Mi situación era muy
grave, casi no podía caminar y se me habían hinchado las manos. Este
proyecto me ayudó a salir de la tumba. Estoy mucho mejor, puedo caminar
solo y hasta la creatinina se me ha bajado. Ojalá el proyecto pueda
extenderse más y ayudar a más gente”.
También Eduardo Castillo, 75 años y más de 15
trabajando en el Ingenio San Antonio, quiso dar su declaración. “Estuve
muy mal y me tuvieron aquí en la casa de Carmen Ríos dándome
suero para que me recuperara. Con el medicamento ya casi no tengo
dolores en los huesos y se me bajó el ácido úrico. La creatinina la
tengo estabilizada”.
Juan Martínez
entró en el proyecto en la segunda etapa. Tiene 60 años, trabajó 42 años
en el Ingenio San Antonio, casi una vida.
Eloi
Velásquez |
Todavía camina con un
bastón porque sus rodillas están muy afectadas por la concentración de
ácido úrico, “pero los beneficios del medicamento que me han dado son
evidentes y muy efectivos. Llegué en un estado de depresión porque
estaba muy mal. Casi no podía caminar y la creatinina seguía subiendo.
Ahora estoy mucho mejor”, dijo.
Eloi Velásquez
tiene 60 años y
como los demás ha trabajado muchas décadas en el Ingenio San Antonio y
salió gravemente enfermo. “Tenía la creatinina muy alta y ahora con los
medicamentos se me bajó y está estable. No sé que hubiera pasado sin
esta ayuda”.
Actualmente ANAIRC acaba de finalizar su renovación de
la personería jurídica y nombrar su nueva Junta Directiva que quedó
conformada por siete personas.
Hasta la fecha ha logrado conseguir casi 4 mil pensiones para
los afectados por IRC y las viudas, ayuda médico-sanitaria a
través del Instituto de Seguridad Social (INSS) y ha desarrollado un
programa de alfabetización para sus afiliados.
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