La injusticia reina en
Rincon'í
Por medio de esta queremos
expresar nuestra profunda
indignación al conocer la
inacción de la Fiscalía en
el caso judicial que
enfrentó a la comunidad de
Rincon'í con la empresa
estadounidense Delta & Pine,
ya laudado por la Justicia
paraguaya.
En 1998 esta corporación
desechó en un predio de una
hectárea, a 50 metros de una
escuela y dentro de la
comunidad, 660 toneladas de
semillas de algodón vencidas
pretratadas con cuatro
agrotóxicos y una bacteria
modificada. Como es obvio,
esto afectó y continúa
afectando la salud de los
pobladores, su ambiente y su
modo de ganarse la vida.
Con fecha 14 de julio de
2004 el juez Penal de
Liquidación y Sentencia de
Paraguarí, doctor Germán
Torres, resolvió: “Tener por
probada la existencia del
hecho punible contra el
medio ambiente y de
procesamiento ilícito de
desechos, y la participación
del acusado Nery Guzmán
Rivas en calidad de autor
directo y de Julio César
Chávez en calidad de
cómplice en la perpetración
del hecho".
Nery Rivas, ingeniero
agrónomo y funcionario de
confianza de la Delta &
Pine, fue condenado a dos
años de prisión en calidad
de responsable directo, y
Chávez, el propietario del
terreno donde se abandonó la
basura tóxica, a 15 meses de
prisión. Ambas penas
quedaron suspendidas "a
prueba durante tres años",
según lo habilita la ley
paraguaya en situaciones
especiales, lo que
implicaba, en este caso, una
multa de aproximadamente 30
mil dólares entre ambos, la
prohibición de salir del
país y cambiar de domicilio
sin autorización judicial y
la obligación de presentarse
al juzgado cada cuatro
meses. Este régimen debía
ser estrictamente respetado
durante tres años por los
condenados, y en caso
contrario podrían ser
conducidos a la cárcel para
que cumplieran la totalidad
de la pena de prisión.
No menos importante fue otra
resolución incluida en la
sentencia del juez Torres
por la cual permanece
abierto este proceso en
relación con el
estadounidense Eric Lorenz,
representante en Paraguay de
la Delta & Pine Company,
quien huyó del país poco
después del crimen y que
está declarado formalmente
"en rebeldía" por la
Justicia paraguaya.
Finalmente, el juez Torres
estimó necesario que se
integrara una comisión
bipartita entre los vecinos
afectados por la
contaminación y
representantes del
Ministerio de Salud Pública,
para administrar de forma
conjunta el dinero
proveniente de la multa que
tendrían que pagar los
acusados y que debía
utilizarse en lo que esa
comisión determinara.
Puede decirse, por tanto,
que la victoria judicial de
los vecinos de Rincon'í fue
total, contundente y sin
ambigüedades.
Sin embargo, la Fiscalía
–representada para este caso
por las doctoras Celia
Beckelman y Artemisa Marchuk–
ha permanecido completamente
inactiva desde hace dos años
hasta ahora, y no ha
implementado la ejecución de
la pena, esto es, de la
multa o la prisión de los
condenados, incurriendo de
esta forma en un acto
flagrante de impunidad.
Ante los requerimientos de
los vecinos organizados de
la comunidad de Rincon'í,
cuya lucha fue acompañada
permanentemente por esta
Secretaría Regional, las
fiscalas responden que para
ejecutar esa pena se
necesitan recursos
económicos que la Fiscalía
no tiene.
A pesar del enorme daño que
se le ha causado a la
comunidad de Rincon'í,
destruyendo su ambiente, su
salud y en muchos casos su
trabajo, los pobladores
continúan creyendo en la
Justicia. Solicitamos la
intervención de Última Hora
para que los niños que allí
están creciendo y los
jóvenes que fueron testigos
de los hechos por lo menos
puedan mañana tener fe y
confianza en las
instituciones paraguayas.
Gerardo Iglesias
Secretario regional UITA
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