Con ayuda de veteranos de guerra de Estados Unidos, 
					vietnamitas radicados en este país y organizaciones 
					pacifistas, un grupo de damnificados por el agente naranja 
					recorrieron diez ciudades estadounidenses en una gira de un 
					mes que concluyó a mediados de diciembre.
					 
					
					Según los visitantes, en Vietnam han nacido unos 50.000 
					niños con malformaciones, hijos de padres rociados con el 
					tóxico o expuestos a él a través de alimentos o agua 
					contaminados. 
					Durante la guerra de Vietnam (1964-1975), los aviones 
					estadounidenses arrasaron el veinticinco por ciento de los 
					bosques del país asiático con los herbicidas conocidos como 
					agente naranja, blanco, azul, rosa, verde y púrpura. El 
					agente naranja, que contiene grandes cantidades de dioxinas, 
					causó enfermedades y discapacidades tanto a soldados 
					--vietnamitas y estadounidenses-- como a civiles. 
					
					El riesgo de morir de cáncer entre hombres y mujeres 
					expuestos al producto tras la guerra es 30 por ciento 
					superior al normal, según diversos estudios. Hoy, tres 
					millones de vietnamitas y decenas de miles de 
					estadounidenses veteranos de la guerra de Vietnam sufren los 
					efectos de esa sustancia en el organismo. 
					
					Las víctimas vietnamitas visitaron Nueva York, Washington, 
					Chicago, San Francisco y otras seis ciudades para que la 
					población estadounidense tome conciencia de los problemas 
					que sufren hoy, 30 años después de finalizada la guerra. 
					
					"Los médicos acaban de decirme que el agente naranja afectó 
					mi médula y atrofió mis músculos. Es un daño inoperable e 
					incurable. Perderé poco a poco el dominio sobre mis miembros 
					y no podré moverme", dijo Ha Thi Hai, quien nació en 1976 en 
					la provincia de Thai Binh. En la guerra murieron tres 
					millones de vietnamitas y 58.000 soldados estadounidenses.
					
					
					Los veteranos de Estados Unidos expuestos al agente naranja 
					lograron en 1984 una compensación parcial del gobierno y las 
					compañías fabricantes del tóxico. Los mismos militares 
					retirados aún reclaman lo mismo para los vietnamitas que 
					sufrieron la misma situación. 
					
					Entre 1961 y 1971, Estados Unidos y sus aliados arrojaron 83 
					millones de litros de herbicidas altamente tóxicos sobre 
					cientos de miles de hectáreas del sudeste asiático, la 
					mayoría en Vietnam, pero también en Laos y Camboya. Además 
					del daño a los seres humanos, el agente naranja devastó el 
					ambiente vietnamita. Los manglares desaparecieron 
					totalmente, y el suelo y las cosechas sufrieron un 
					envenenamiento de largo plazo. 
					
					En 1984, siete compañías químicas estadounidenses accedieron 
					a pagar 180 millones de dólares a 291.000 veteranos 
					afectados en un periodo de 12 años. De todos modos, esas 
					mismas firmas se negaron a asumir la responsabilidad en el 
					acuerdo extrajudicial. Según esas empresas, la ciencia aún 
					no ha comprobado que el agente naranja sea responsable de 
					los horrores médicos que su mera mención evoca. 
					
					En 2004, víctimas vietnamitas presentaron una demanda ante 
					la justicia federal estadounidense contra 36 firmas del 
					sector químico que fabricaron y suministraron el defoliante. 
					La querella fue desestimada el 10 de marzo por el juez Jack 
					Weinstein, de un tribunal de distrito en Nueva York. 
					Weinstein consideró que la demanda carecía de base, tanto en 
					el derecho nacional estadounidense como en el internacional.
					
					
					La Asociación de Víctimas del Agente Naranja, que representa 
					a más de tres millones de vietnamitas afectados por el 
					herbicida, anunció en septiembre que prevé apelar la 
					sentencia. La Campaña de Alivio y Responsabilidad por el 
					Agente Naranja en Vietnam apoya la demanda de las víctimas 
					contra los fabricantes del tóxico, y presiona también al 
					gobierno estadounidense por una compensación. 
					
					"Hemos tenido mucho apoyo", dijo a IPS Merle Ratner, 
					coordinadora de la campaña. "Trataremos de presentar 
					proyectos de ley en los próximos meses. Exigimos a Estados 
					Unidos que destine dinero a las víctimas del agente naranja 
					en Vietnam." 
					
					"En los debates realizados en la gira, supimos que las 
					víctimas viven en condiciones muy duras. El gobierno 
					vietnamita trata de ayudarlos, y de hecho le brinda 
					asistencia a todos, pero es un país pobre y no les sirve de 
					mucho", agregó. 
					
					"Creemos que hay una responsabilidad, legal y ética, para 
					compensar a las víctimas en Vietnam, así como Estados Unidos 
					se ha visto obligado a hacerlo a los veteranos 
					estadounidenses", sostuvo la activista. 
					
					El asunto adquiere actualidad con la admisión por parte del 
					Departamento (Ministerio) de Defensa de Estados Unidos del 
					uso militar de fósforo blanco, el año pasado, en la 
					meridional ciudad iraquí de Faluya. Tras haber negado 
					inicialmente la acusación, el gobierno aseguró haber 
					empleado la sustancia para iluminar posiciones del enemigo, 
					sin apuntar contra civiles. 
					
					El fósforo blanco no es ilegal y no está clasificado en 
					Estados Unidos como arma química. La Convención 
					Internacional sobre Armas Convencionales prohibió en 1980 el 
					uso de armas incendiarias contra civiles, pero Estados 
					Unidos no firmó ese tratado. De todos modos, la 
					gubernamental Agencia para el Registro de Enfermedades por 
					Sustancias Tóxicas advirtió que "la exposición al fósforo 
					blanco puede causar quemaduras e irritación, daños al 
					hígado, los riñones, el corazón, los pulmones y los huesos, 
					y la muerte". 
					
					La Organización de las Naciones Unidas (ONU) manifestó su 
					"preocupación sobre los efectos" del fósforo blanco "en la 
					población civil" de Faluya. 
					
					"En Vietnam nos envenenaron con el agente naranja, y ahora 
					envenenan a otra generación con uranio agotado y otras 
					toxinas", dijo Dave Curry, activista de Veteranos de Vietnam 
					contra la Guerra. "Uno de cada cuatro de los 360.000 
					soldados que ya han regresado de la actual guerra en Irak 
					visitaron hasta febrero del 2005 la Administración de 
					Veteranos por daños físicos o mentales", afirmó Curry.