Uruguay

¿Uruguay Natural?

El modelo agroexportador triplica

 el uso de plaguicidas en ocho años

 

Sobre los campos del Uruguay se aplican hoy más de 10 millones de kilos de agrotóxicos por año, constituyendo un problema ambiental serio e impactando en forma aguda y crónica sobre la salud humana, en el productor y en el consumidor. Según información de la gubernamental Dirección General de Servicios Agrícolas, Uruguay importa cada año 51 millones de dólares en agrotóxicos.

 

 

Entre el 97 y el 99 por ciento de los agrotóxicos (funguicidas, insecticidas, herbicidas) que se aplican en los predios no llegan a cumplir el objetivo por el cual fueron utilizados, se pierden en aire, el suelo, el agua, y sólo el pequeño porcentaje restante llega al “destino” programado. En Uruguay, la importación de plaguicidas entre 1997 y 2005 aumentó un 350 por ciento, según datos de la Dirección General de Servicios Agrícolas (DGSA), organismo dependiente del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), bajo cuya responsabilidad está autorizada la comercialización de 294 principios activos y 805 marcas comerciales de pesticidas, 43 de los cuales están prohibidos o severamente restringidos en el mundo. Entre ellos: aldicarb, arsenito de sodio, azinfos metil, bromuro de metilo, carbofuran, metamidofos, metomil, paraquat y paration metil, que tienen distintos nombres comerciales y corresponden a la categoría I de los plaguicidas, es decir los más tóxicos.

 

En Uruguay se conoce muy poco sobre el grado de residuos químicos que presentan frutas, verduras, leche, carne, cereales, yerba mate, oleaginosas. En 2004,  por iniciativa de la Intendencia Municipal de Montevideo (IMM), la Cátedra de Tecnología de los Alimentos de la Facultad de Agronomía y la Comisión Administradora del Mercado Modelo realizaron una investigación sobre calidad de las frutas y verduras y sus niveles de contaminación por agrotóxicos. Luego de analizar plaguicidas en 200 muestras de las principales frutas y hortalizas (manzana, durazno, frutilla, tomate, lechuga, papa, zapallo, espinaca y otras) los resultados indicaron que el 28 por ciento de las muestras no tiene residuos detectables, 65 por ciento tiene residuos por debajo de los Límites Máximos de Residuos (LMR) establecidos por el CODEX (programa conjunto de la FAO y la OMS para alimentos) y 7  por ciento tiene residuos superiores a estos límites máximos. En una cantidad muy importante de frutas y verduras se detectó la presencia de más de un agrotóxico y en algunos casos se hallaron restos de más de cinco productos químicos en el mismo alimento. Esto plantea un riesgo adicional, ya que al sumar los efectos de dos o más agrotóxicos en el mismo alimento, el daño real a la salud puede ser mucho más importante que el provocado por uno solo de ellos. La suma de residuos de estos químicos correspondientes a cada uno de estos tóxicos, puede resultar en que un mayor porcentaje de alimentos presente una residualidad superior a la admitida, y entonces es probable que el porcentaje de alimentos que  presenta residuos de agrotóxicos por encima de los límites admitidos sería sensiblemente mayor.

En Estados Unidos, por ejemplo, se exigen 77 días de espera para la cosecha de manzanas después de la aplicación del funguicida Mancozeb, mientras que en Uruguay se exigen apenas 12. ¿Eso quiere decir que en Uruguay la degradación es más rápida? No, es para poder vender más producto y usarlo con más frecuencia. 

 

Por limitaciones técnicas, el estudio no buscó residuos de Mancozeb o Dithane, el funguicida más utilizado en el país y de uso común en frutas y verduras (durazno, manzana, tomate, papa, lechuga, entre otras). El Mancozeb es un producto cancerígeno según la agencia ambiental de Estados Unidos, afectando la reproducción y el sistema endocrino. Cuando se degrada se transforma en una sustancia llamada ETU (etil-tio-urea) que es aún más tóxica que el principio activo que la generó. La ETU se produce también al cocinar los alimentos contaminados con Mancozeb.

 

Pero este no es el único problema. En Uruguay los tiempos de carencia recomendados para los agrotóxicos no siempre coinciden con los del primer mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, se exigen 77 días de espera para la cosecha de manzanas después de la aplicación del funguicida Mancozeb, mientras que en Uruguay se exigen apenas 12. ¿Eso quiere decir que en Uruguay la degradación es más rápida? No, es para poder vender más producto y usarlo con más frecuencia. 

Desde la brotación hasta la cosecha las frutas reciben una cantidad muy importante de insecticidas y funguicidas. En el cultivo de manzana, por ejemplo, se utilizan 100 kilos de agrotóxicos por hectárea para aplicaciones que se hacen entre agosto y marzo.

Por si esto fuera poco, después de la cosecha las frutas también son bañadas en productos químicos que permiten su conservación externa por más tiempo.

 

Por otra parte, estudios recientes efectuados por la Facultad de Química hallaron agrotóxicos en cinco de las principales marcas de yerba mate consumidas en Uruguay. En nuestro país, no hay normas que establezcan un límite permitido de residuos de sustancias tóxicas para la yerba mate, como sí las hay para el té o el café. En la investigación se detectaron trazas de varios agrotóxicos organofosforados en baja concentración en todas las yerbas analizadas.

 

En Uruguay se registra un aumento en el uso de los agrotóxicos, particularmente en herbicidas e insecticidas, como lo muestra la siguiente tabla.

 

Evolución en toneladas de las importaciones de agrotóxicos 1999 – 2005

 

Fuente: Departamento de control de insumos. DGSA/MGAP

 

En el caso de los herbicidas es posible que gran parte del incremento se deba al Glifosato, al que se le puede adjudicar la mitad o más de las toneladas de herbicidas importadas en 2005. Este agrotóxico es utilizado en la siembra directa de cultivos convencionales y transgénicos,  técnica muy difundida en los últimos años en el país y en la región. En el caso de los insecticidas, el aumento registrado en la importación se puede relacionar también con la fuerte expansión de los cultivos de soja en Uruguay.

 

La mayoría de los productores no tiene noción de los riesgos a los que se expone cuando aplica agrotóxicos. Estos pueden provocar una intoxicación de tipo aguda que se detecta en el momento de su aplicación o inmediatamente después, con síntomas evidentes como  vómitos, mareos, dolor de cabeza, visión borrosa; pero también pueden causar una intoxicación crónica, que se manifestará varios años después de haber estado expuesto durante las aplicaciones o de haber consumido alimentos contaminados, mediante enfermedades ya plenamente desarrolladas como cáncer, alteraciones de los sistemas inmunitario y endocrino, lesiones cerebrales, afecciones del sistema nervioso, alergias, defectos de nacimiento (teratogenia), disfunciones hepáticas, abortos espontáneos, daños en la piel y órganos de los sentidos.

 

En Uruguay, como en la región, se afianza un modelo agroexportador con base en los monocultivos (eucalipto, soja, pino, maíz), producción y exportación de carne, leche, y el avance de la frontera agropecuaria.

 

La aplicación de este modelo tiene graves consecuencias a nivel social, ambiental y en la salud pública. Aunque a corto plazo resulte beneficioso –y aún eso es muy discutible-, en el mediano y largo plazo provocará incrementos en los costos del Estado ya que se afrontarán problemas a nivel de los recursos naturales, un aumento en los niveles de marginación y pobreza de la población y una elevada incidencia de enfermedades.

 

En Colonia, Fernando Queirós Armand Ugón*

© Rel-UITA

6 de febrero de 2007

 

 

 

* Ingeniero Agrónomo

 

Ilustración: Álvaro Santos © Rel-UITA

 

Literatura consultada

 

Agrotóxicos, remedios peligrosos. Análisis de la situación de los plaguicidas más

tóxicos en Uruguay. Sebastián Elola. RAPAL/CEUTA. Junio 2004

 

Agrotóxicos: el síndrome “todo bien”. Alberto Gómez. CEUTA. Mayo 2005.

 

Determinación de Residuos de Plaguicidas Organofosforados en Yerba Mate. Virginia Villagrán – Joaquín González. Curso de Agroquímicos II, Curso de Farmacognocia y Productos Naturales. Facultad de Química. Universidad de la República. 2005.

 

Pesticidas y Agrotóxicos. Veneno en la piel. Nausícaa Palomeque

Suplemento ¿Qué Pasa? Diario El País. Abril de 2006.

 

Producción Agroecológica – Orgánica en el Uruguay. Principales conceptos,

situación actual y desafíos.  Raquel Barg y  Fernando Queirós.

RAPAL. Enero 2007.

 

Sembrando venenos - cosechando destrucción. RAPAL 

http://www.chasque.net/rapaluy. Diciembre 2006.

 

 

 

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