El historial contaminador de Monsanto se ha
visto engrosado recientemente con el hallazgo en
Gales, Gran Bretaña, de un viejo depósito de
sustancias altamente tóxicas.
Entre las 67 sustancias encontradas que siguen
contaminando el agua y el aire del lugar, a 30
años de ser enterradas, hay varias cuya
producción fue hace tiempo prohibida en varios
países pero que aun son utilizadas en Uruguay.
Hechos como este deberían ser tomados en cuenta
al evaluar las actividades actuales de la
empresa, que incluyen la producción de
agrotóxicos y cultivos transgénicos.
El día 12 de febrero el diario The Guardian
informó que la Agencia Británica de Protección
Ambiental investiga a la transnacional
norteamericana Monsanto por haber
enterrado miles de toneladas de sustancias
altamente tóxicas contaminando suelo, aguas
subterráneas y atmósfera en una cantera cercana
a Cardiff, en Gales, Gran Bretaña.
De acuerdo a lo informado al diario, la empresa
multinacional líder en la producción de
agrotóxicos e industria biotecnológica pagó para
que estas sustancias extremadamente peligrosas
fueran enterradas en las canteras. Durante 30
años estuvieron en el limbo y ahora escapan de
su tumba dejando al descubierto la contaminación
causada durante estos largos años.
De acuerdo a la agencia ambiental británica la
limpieza de esta zona de Gales, que es
considerada la más contaminada de todo el país,
podría costar alrededor de 150 millones de
dólares.
Se informó que se encuentran 67 sustancias
tóxicas, dentro de las que está el desfoliante
agente naranja, combinación de los herbicidas
2,4 D y 2,4,5-T que formaron parte del agente
naranja usada por el ejército Estados Unidos en
la guerra de Vietnam, causando miles de muertes
y malformaciones, que hasta aún hoy sufren los
habitantes de Vietnam.
Además de estos herbicidas se encontraron PCBs
(bifelinos policlorados)
fabricados por la empresa Monsanto así
como dioxinas producidas por la misma empresa.
Los PCBs son sustancias
oscuras, similares al aceite quemado de un auto,
han sido utilizados en transformadores y
condensadores por sus propiedades piroresistentes. Por ser
COPs, (Contaminantes
Orgánicos Persistentes) se trata de sustancias
altamente tóxicas que se acumulan en el ambiente
y en la cadena alimentaria.
De acuerdo a Douglas Gowan,
consultor especialista en contaminación que
presentó el primer informe sobre la zona
contaminada en 1972 después que nueve vacas
murieran envenenadas en una granja cercana, no
solo existen evidencias de negligencia sino
también de incompetencia encubierta. El problema
ha crecido sin haberse investigado y las
poblaciones aledañas tampoco están en
conocimiento de los efectos que estas sustancias
causan.
Mucha de la información relacionada a las
actividades de Monsanto en los años
sesenta y setenta en Gran Bretaña, procede
de documentación de los Estados Unidos.
Esta documentación muestra que la compañía sabía
ya desde 1965 que los PCBs manufacturados en
Estados Unidos y en el sur de Gales bajo el
nombre de Aroclor estaban contaminando el medio
ambiente y la gente.
Los documentos muestran que en 1953 la compañía
evaluó los PCBs en ratas y encontró que el 50%
de las ratas murieron con una dosis de nivel
medio. A pesar de esto siguió produciendo PCBs y
depositando sus residuos en el sur de Gales.
Monsanto paró de producir PCBs en los Estados Unidos en 1971, sin embargo
el gobierno de Gran Bretaña sabiendo los
peligros de esta sustancia en 1960, permitió su
producción en Gales hasta 1977.
Monsanto, PCBs y
2-4-D, en Uruguay también
El caso de contaminación denunciado por el
diario británico The Guardian es uno de las
tantos que se agrega a la lista de los
provocados por los PCBs, sustancias conocidas
como Contaminantes Orgánicos Persistentes (COPs).
En nuestro país se encuentran PCBs en los
transformadores de alta tensión del sistema de
distribución de energía eléctrica. En Uruguay
existen 42000 transformadores de este tipo, el
95% pertenece a la Administración Nacional de
Usinas y Trasmisiones Eléctricas (UTE) y el 5% restante pertenece a
clientes de la empresa, que consumen energía de medio y
alto voltaje. Se estima que existe unos de 500
m3
de aceite y unas 1400 toneladas de chatarra
potencialmente contaminadas.
Tanto en Uruguay como en otros países del
mundo existe un grave problema en cuanto a qué
hacer para eliminar los PCBs. Cabría preguntarse
porqué se siguen fabricado y utilizando estas
sustancias, si se sabe que son tóxicas
prácticamente desde que comenzaron a producirse.
La solución planteada por las autoridades ha
sido la incineración de los PCBs en desuso, sin
tener en cuenta que esta proceso produce otros
COPs tan tóxicos como la que se eliminaría; los
furanos.
Uno de los componentes del desfoliante agente
naranja, el 2,4 - D se utiliza en nuestro país
como herbicida encontrándose en el mercado
alrededor de veinte herbicidas con esta
sustancia como principio activo. Esta sustancia
también es un COP y seguirá presente
por décadas
en
nuestro ambiente y en nuestros cuerpos, causando
todos los efectos negativos
ampliamente
conocidos.
También es importante señalar que a poco más de
diez años de estar produciendo PCBs, los
científicos alertaron acerca de los peligros de
estas sustancias. Pese a ello, tuvieron que
pasar 70 años de su producción y uso para que
los países firmantes y ratificantes del Convenio
de Estocolmo, reconocieran la toxicidad de estas
sustancias y se decidieran a eliminarlas,
incluso dando un plazo de 20 años más para que
se eliminen tal vez completamente.
Es interesante resaltar que entre los más
grandes productores de PCBs del mundo estuvieron
las multinacionales Monsanto y Bayer.
¿Se puede confiar
en Monsanto?
Monsanto es una de las multinacionales más grandes del mundo en la producción de
transgénicos y agrotóxicos. La liberación al
medio ambiente de transgénicos lleva diez años.
En Uruguay ya se cultivan transgénicos
como la Soja RR y el maíz Mon 810, ambos
pertenecientes a esta empresa, con un uso masivo
de agrotóxicos y el maíz Bt 11 perteneciente a
la multinacional Syngenta.
Los impactos de los cultivos de los transgénicos
no solo radican en el uso de los agrotóxicos. A
diez años de ser liberados los transgénicos al
medio ambiente, científicos de todo el mundo han
denunciado los efectos negativos que estos están
causando en la salud de la población y al medio
ambiente.
Al igual que ocurrió con los PCBs, ¿Tendremos
que esperar 70 a 90 años para que los países se
junten y creen un Convenio para eliminar los
transgénicos porque se han dado cuenta de los
efectos negativos que han causado a las personas
y al medio ambiente?
Los efectos de los COPs han sido demostrados y son
múltiples: cáncer, malformaciones en el ser
humano y alteraciones en el sistema endocrino y
nervioso.
Es hora de pensar en un ambiente sano para las
presentes y futuras generaciones y no doblegarse
a los intereses de las multinacionales.
Rapal
28 de febrero de 2007