Los productores sojeros Hermann Schlender y Alfred 
						Laustenlager fueron condenados en junio de 2005 por 
						homicidio culposo y producción de riesgos comunes a 
						causa de la muerte del niño de 11 años Silvino Talavera, 
						pero el proceso a la fecha no se resuelve y está 
						pendiente la apelación presentada por la defensa
						
						
						 
						
						
						La experta independiente Rosa María Ortiz presentó una 
						carta en relación a la muerte de Silvino Talavera, en 
						Itapúa, el 07 de enero de 2003, por fumigaciones con 
						agrotóxicos de los productores condenados. 
						
						
						Rosa María, miembro del Comité de Derechos del Niño de 
						las Naciones Unidas, a través de su carta dirigida al 
						Presidente de la Corte Suprema de Justicia, manifestó su 
						preocupación por el retardo de justicia que podría 
						llevar a la extinción de la acción penal. Preocupa a la 
						experta independiente los efectos que está teniendo en 
						los niños campesinos y sus familias el cultivo extensivo 
						de la soja en el país. La muerte de Silvino Talavera 
						"debe ser investigada y debe tener consecuencias penales 
						si resultara ser víctima del mal uso de agrotóxicos".
						
						
						
						 
						
						
						Resaltó que "el Estado paraguayo como responsable 
						principal de la aplicación de los derechos del niño, 
						debe tomar medidas para prevenir estos hechos, 
						reglamentando adecuadamente el uso de agrotóxicos y 
						difundiendo información pertinente para que la población 
						más vulnerable a los agrotóxicos pueda protegerse".
						
						
						
						 
						
						
						Sobre el mismo caso, esta semana el ex juez Roque Orrego, 
						de la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (CODEHUPY) 
						y del Instituto de Estudios Comparados en Ciencias 
						Penales y Sociales (INECIP) entregó ante la Secretaría 
						Judicial n 3 del Poder Judicial un recurso por retardo 
						de justicia, junto con una comitiva de organizaciones 
						nacionales e internacionales. La queja por retardo de 
						Justicia fue elaborada por el abogado querellante 
						Juvenal Figari en representación de Petrona Villasboa, 
						madre del niño Silvino Talavera. El escrito fue 
						patrocinado por el abogado Juan Martens de la CODEHUPY.
						
						
						
						 
						
						
						Los participantes fueron: Mario Rivarola, de la Mesa 
						Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (MCNOC); 
						Sixto Cabrera, del Movimiento Campesino Paraguayo (MCP); 
						Clara Quiroga y Elsa Segovia, de la Coordinadora 
						Nacional de Organizaciones de Mujeres Trabajadoras, 
						Rurales e Indígenas (CONAMURI); Magdalena Bareiro estuvo 
						presente por el Colectivo Ybyturuzu y el Movimiento por 
						el Derecho a la Salud; Silvia Gonzáles de Escauriza; de 
						CEIDRA Universidad Católica; y también estuvo Moli 
						Molinas por la CODEHUPY y la Coordinación de Mujeres del 
						Paraguay (CMP).
						
						
						 
						
						
						Las organizaciones internacionales que acompañaron la 
						presentación del recurso fueron: Acción por la 
						Solidaridad, Equidad, Medio Ambiente y Diversidad (ASEED-Europa), 
						representada por An Maeyens; el Movimiento Apostólico 
						Seglar de España, representado por Daniel Cabello; el 
						Grupo de Reflexión Rural de Argentina (GRR), 
						representado por Javiera Rulli. Simultáneamente con esta 
						misión internacional ante la Corte, en la ciudad de 
						Encarnación, se realizó una manifestación ciudadana 
						frente al Tribunal de Encarnación, encabezada por 
						Petrona Villasboa, madre del niño Silvino, y Julia 
						Franco, dirigente de la CONAMURI.
						
						
						 
						
						
						Todos los representantes de las distintas organizaciones 
						insistieron en que la Corte Suprema de Justicia debe 
						delimitar responsabilidades por la lentitud en la 
						resolución de esta causa y solicitaron audiencia con la 
						ministra Alicia Pucheta de Correa y el presidente de la 
						Corte Suprema de Justicia para hacer llegar su 
						inquietud.
						
						
						Adital 
						
						1 de 
						noviembre de 2006