El pasado 30 de mayo los bananeros de la Asociación de
Trabajadores y ex Trabajadoras Afectados por el Nemagón
y Fumazone (Asotraexdan) entraron nuevamente en Managua.
Comienza de esta manera una nueva etapa de esta historia
que no parece tener fin. Sirel conversó con Victorino
Espinales, presidente de Asotraexdan, para conocer qué
es lo que se proponen con esta nueva marcha y cuáles son
las demandas que van a presentar a las instituciones,
para buscar una solución definitiva a esta dramática
situación
-Ha pasado un año y medio desde que finalizó la “Marcha
sin retorno”. ¿Qué los motivó a marchar nuevamente hacia
Managua?
-La Marcha sin Retorno no ha terminado, sino que quedó
en espera de que el gobierno y la Asamblea Nacional
reanudaran las negociaciones para terminar de cumplir
con los acuerdos que firmamos en mayo y agosto de 2005,
respectivamente. Al presidente Daniel Ortega le
enviamos tres cartas solicitando que se volviera a
constituir la Comisión Interinstitucional, pero hasta la
fecha no hemos tenido respuesta. En marzo pasado nos
reunimos con la Comisión Laboral de la Asamblea Nacional
y comenzamos a trabajar para darle seguimiento a los
acuerdos. Enviamos también cartas a todos los
Ministerios e instituciones involucrados en las
negociaciones, pero nadie nos contestó. Lo peor fue
cuando la Ministra de Salud llegó a Chinandega y
desconoció los acuerdos firmados, excluyó a nuestra
dirigencia, que es la que firmó dichos acuerdos,
incluyendo a la de otros grupos afines a la ATC y
CST*, otorgándoles el presupuesto de salud para
el caso del Nemagón, que suma una cantidad de
casi 57 millones de córdobas (3,16 millones de dólares)
entre 2006 y 2007. Frente a la intransigencia de las
autoridades decidimos marchar nuevamente.
-¿Se trataría, entonces, de retomar los puntos acordados
en los acuerdos del 2005?
-No sólo es eso. Tenemos los resultados de una
investigación que terminó hace unas semanas, en donde se
determina científicamente la presencia de DBCP en
las aguas de occidente y una fuerte concentración de
químicos. Además, estamos presentando siete nuevas
demandas que se agregarían a los puntos que hemos
acordado en 2005.
-¿De qué se trata?
-Estamos pidiendo que por razones de seguridad, de salud
pública, y con carácter de urgencia, se declare un
estado de emergencia en los departamentos de León y
Chinandega. Pedimos también que se estructure una
comisión técnico-médico-científica, para que proceda de
inmediato a recoger todas las pruebas relacionadas con
la contaminación ambiental y humana y que actualmente
están dispersas. Esta sería la base para dar una
atención planificada, ordenada y sistematizada a todos
los afectados por agrotóxicos sintéticos. Otros puntos
tienen que ver con la creación de un Ministerio o
instituto que se dedique exclusivamente al caso de los
afectados por agrotóxicos, la aprobación de una partida
presupuestaria de 1.200 millones de córdobas (66,3
millones de dólares) para la atención especializada a
los afectados y de una pensión vitalicia de 200 dólares
mensuales.
-La Ministra de Salud, sin embargo, desmintió las
acusaciones de Asotraexdan y dijo que esos fondos debían
ser usados para todos los afectados por Nemagón e IRC y
no sólo para ustedes…
-Respetamos esta aspiración de la Ministra, pero los
recursos disponibles no van a alcanzar para todos. Aquí
tenemos una bolsa con más de 4.000 recetas y se las
vamos a enseñar al Presidente para que vea que no es
cierto que nos están dando las medicinas.
-¿Cuánta gente está participando en esta nueva protesta?
-Desde que regresamos en 2005 hemos contabilizado 196
fallecidos y un total de casi 1.700 desde que comenzamos
las marchas en 1999. Este año tenemos también unas 1.600
personas que no podrán participar en la protesta porque
están muy graves de salud. Así que es probable que haya
menos gente que en los años pasados. Arrancamos la
marcha con 300 personas, y después de diez días se
sumaron muchos, por lo que en este momento somos
aproximadamente 1.300 personas. Pero mucha gente que no
pudo marchar va a llegar directamente al plantón frente
a la Asamblea Nacional, en la “Ciudadela del Nemagón”.
-Hay otros grupos de afectados que se han declarado en
contra de esta nueva marcha, porque pone en peligro las
vidas de las personas. ¿Qué opina de esta posición?
-No nos metemos con ellos; pensamos que están de por
medio los intereses económicos de los abogados. Este
caso ya no puede ser llevado por abogados y queremos que
sea declarado como una cuestión de Estado, que esté en
la agenda nacional.
-Pero, sin lugar a dudas, una nueva marcha va a afectar
más la salud de las personas enfermas. ¿No había otro
instrumento de lucha que no fuera tan peligroso para la
gente?
-¡Como no! Sería volarle balas al gobierno, porque es la
única alternativa que nos queda. Pero aquí se trata de
seguir peleando de manera cívica, y no podemos quedarnos
sentados en casa. Lo que hicimos es no traer a la gente
más enferma y seguir luchando, porque es mejor morir así
que morir en casa.
-Un punto que se ha cuestionado mucho es la negociación
que Asotraexdan comenzó con la empresa transnacional
DOLE y que quedó en el aire sin que se volviera a hablar
de ello. ¿No cree que este punto pueda deslegitimar a la
dirigencia de Asotraexdan y a la misma marcha?
-Creo que no. Nadie nos puede obligar a negociar a
través de abogados porque no confiamos en ellos.
Seguimos con la idea de una negociación directa, pero
tampoco aceptamos que nos den migajas, de otra manera ya
habríamos concluido las negociaciones.
-La “Marcha sin Retorno” estrenó un nuevo concepto de
lucha, juntando diferentes sectores que se apoyaban
mutuamente en sus demandas específicas. ¿Esta nueva
marcha va a tener la misma característica?
-Vamos nuevamente todos juntos, exceptuando al grupo de
ANAIRC porque estuvimos en desacuerdo con ellos.
Estamos también platicando con otros sectores como los
mineros y los trabajadores de las cementeras, y puede
ser que se sumen a la protesta.
-Otro elemento que caracterizó la pasada marcha fue la
participación directa de la sociedad civil en apoyo a
vuestra lucha. Algunas organizaciones quedaron
disconformes por cómo se desarrolló el trabajo y la
relación entre Asotraexdan y algunos de los otros
sectores
que
participaron en la Marcha sin Retorno. ¿Qué tipo de
vínculo van a tener esta vez con esas organizaciones?
-Nos gustaría seguir trabajando con la sociedad civil
como en el pasado, sin embargo, tienen que entender que
el problema que se vive en el occidente de Nicaragua es
bien complicado. No es lo mismo ver el problema sentados
detrás de un escritorio que estar en el terreno. Ojalá
lo entiendan, porque el problema de la contaminación no
es algo que nos afecte solamente a nosotros. Somos gente
que vive en el campo, y no tenemos los medios para
comunicarnos como los tienen ellos. Sin embargo, creo
que hay que retomar una idea que habíamos planteado, es
decir, una Comisión Coordinadora para facilitar la
comunicación. Si hubo errores fue de ambos lados, pero
ahora es momento de mirar hacia delante, porque esta
lucha va a ser mucho más grande.
-Una de las críticas fue que, con el pasar del tiempo,
ustedes ya no tomaron en cuenta a la sociedad civil y se
dejó de trabajar de manera conjunta como al comienzo de
la protesta de 2005…
-No lo veo así. Aquí tenemos etapas más dinámicas y
otras que lo son menos. Esto de la colaboración no se
puede medir por los aportes económicos o de alimentos,
sino por la colaboración para resolver un problema que
es enorme. Creo que la sociedad civil se quedó corta,
porque lo que necesitamos, por ejemplo, es que se
convoque a científicos y se busquen los recursos
económicos para las investigaciones.
En Managua,
Giorgio Trucchi
© Rel-UITA
11 de junio
de 2007 |
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