Nicaragua

Embargo a la marca "Shell"

Ejecutada la sentencia de diciembre 2002 a favor de 466 afectados

 

De manera inesperada, un consistente grupo de bananeros afectados por el pesticida Nemagón (DBCP) junto a miembros del bufete "Ojeda, Gutierrez, Espinoza y Asociados" (OGESA), se hicieron presentes en una de las gasolineras de la Shell en Managua y cubrieron con una manta el logo de la trasnacional norteamericana. 
El mensaje que llevaba la manta no dejaba ninguna duda sobre el sentido de la acción "Marca embargada por Bufete OGESA de parte de 4.200 bananeros afectados por el Nemagón." 
  
EL 11 de diciembre del 2002, la juez Tercero Civil del Distrito de Managua, Vida Benavente, dictó sentencia a favor de 466 ex trabajadores y trabajadoras afectados por el Nemagón, condenando a las compañías
"DOW CHEMICAL también conocida  como DOW AGRO SCIENCES, SHELL OIT COMPANY, STANDAR FRUIT AND VEGETABLES CO INC. y DOLE FOOD CORPORATION INCa pagar "en concepto de pago por daños especifico y compensación por daños morales y punitivo, todo lo cual suma un total de cuatrocientos ochenta y nueve millones cuatrocientos mil dólares (US$ 489,400.000) o su equivalentes en córdobas" (extracto de la sentencia del 11 de diciembre del 2002).

 

El siguiente año, la misma jueza Benavente, dictó otra sentencia en que se beneficiaba a otro grupo de bananeros con aproximadamente 64 millones de dólares como indemnización por los daños padecidos. 
 

La primera sentencia fue enviada  los Estados Unidos por su ejecución, pero después de un largo proceso, la jueza Nora Manella de la Corte Federal de Los Ángeles - California, desechó el caso por supuestos errores de los abogados de los afectados, entre los cuales figuran nombres inexactos de empresas demandadas (Shell Oil Company en lugar de Shell Chemical Company y Dole Food Corporation en lugar de Dole Food Company), violaciones de procedimientos jurídicos de leyes estadounidenses, vacíos legales de la sentencia en Nicaragua y hasta la sospecha de fraude. 
La mayoría de las otras denuncias presentadas por el Bufete OGESA en Nicaragua contra las empresas, quedaron atascadas y no llegaron nunca a una sentencia.  


La estrategia del bufete se dirigió hacia otros países dónde las empresas, sobre todo Dole y Shell, tienen propiedades (Colombia, Bolivia, Venezuela y Ecuador), con el objetivo de ejecutar la sentencia de diciembre 2002 en, poder embargar los bienes de las trasnacionales y poder conseguir las indemnizaciones para los afectados. 


A pesar de las informaciones confusas y a veces contradictorias, parece que hasta el día de hoy estas acciones aún no han alcanzado una sentencia definitiva y en algunos de estos países ya fueron desechadas por falta de jurisdicción.

 

El 18 de mayo de 2004, la misma sentencia de 2002 fue nuevamente desechada en la Corte de Distrito Central de California, quien atendió el recurso presentado por la Shell, ya que "en la ejecución de la sentencia, la Corte nicaragüense no tiene jurisdicción en los Estados Unidos".

 

Ahora, la nueva acción del grupo OGESA, que afirma representar aproximadamente a 4.200 ex trabajadores y trabajadoras de las bananeras, agarró de sorpresa a la trasnacional Shell. Un centenar de ex bananeros se presentaron, juntos a sus abogados, en la gasolinera de la transnacional situada en la Carretera a Masaya y el juez Felipe Jaime embargó la marca de la compañía. 


Según la declaraciones que el juez brindó a El Nuevo Diario, el embargo se refiere a la marca y no a la estructura y a la actividad comercial. 
"Los propietarios pueden seguir trabajando normalmente, pero los pagos por la concesión quedarán retenidos hasta que la juez decida qué hará con ellos. El mandamiento del juez ordena el embargo en contra de todas las marcas de la Shell inscritas en Nicaragua, lo que ya se procedió a hacer en el Registro de la Propiedad".  


La jueza Benavente, en una comunicación con el mismo periódico, declaró que en el mes de diciembre dictó un mandamiento de ejecutoria de sentencia contra Shell, Shell Great Britain Internacional y Shell Internacional Petroleun para resarcir a las víctimas del Nemagón por los daños materiales y morales. 


Según el abogado
Angel Espinoza, "Shell podrá seguir vendiendo sus productos con tal de que no contengan ni expongan la marca registrada Shell y si no paga lo que indica la sentencia de la jueza Benavente, procederán a la subasta y el remate de la marca, por lo que ésta cambiará de nombre y de dueño, ya que la marca pasará a ser propiedad de ellos, por lo tanto ellos podrán venderla, rentarla o comercializar petroquímicos a nombre de la empresa.

Quedamos en posesión de la marca Shell -continuó Espinoza- la cual debe responder por el valor total de la indemnización, debido a que la ley establece que la obligación es solidaria, (puede ser cobrada a cualquiera de las tres empresas sindicadas)".

Actualmente, Dow Chemical, Dole y Standard Fruit no tienen actividades comerciales en Nicaragua y por lo tanto no ha sido posible notificar la decisión de la jueza Benavente. 


En los próximos días, un perito tendrá que efectuar un evalúo de las marcas Shell registradas en el país y al mismo tiempo, el Bufete OGESA pedirá la ejecución de otra indemnización de 36 millones de dólares que la jueza ordenó pagar en julio del 2005 a las trasnacionales, a favor de otro grupo de 75 campesinos nicaragüenses.

 

La respuesta de la transnacional

 

Las primeras reacciones de Shell no se hicieron esperar y Mauricio Aranda, Gerente general de Shell Nicaragua S.A, firmó un comunicado en el cual afirma que "las acciones tomadas el día de hoy por la autoridad judicial no son de aplicación a Shell Nicaragua S.A., ya que es una empresa constituida bajo las leyes de la República y posee personalidad jurídica propia, y no tiene relación con los juicios antes indicados, llevados a cabo en contra de otras entidades. Todas las estaciones de servicio de nuestra red están funcionando con total normalidad, ya que ningún derecho de Shell Nicaragua S.A., ha sido afectado por las acciones judiciales acaecidas". Es probable que en los próximos días Shell mueva los primeros pasos para enfrentar la situación.  
 
También es importante recordar que el grupo de ex trabajadores y trabajadoras representados por el Bufete OGESA, no tienen nada que ver con las miles de personas asociadas a la ASOTRAEXDAN y otros grupos, quienes organizaron las cuatro marchas de Chinandega a Managua pidiendo el respeto de sus derechos violados. Esos mismos grupos son los que, el año pasado, acamparon por más de 8 meses frente a la Asamblea Nacional, firmando acuerdos con las instituciones nicaragüenses. 
Uno de los motivos que llevaron a esos grupos (Asotraexdan y otros) a romper relaciones con el Bufete OGESA, fue la sentencia del 2002 que, que fue desechada al siguiente año por la jueza norteamericana Nora Manella, por una serie de errores cometidos por los mismos abogados. 


La división interna al movimiento de los bananeros es uno de los elementos que más hicieron daño a su lucha y de la cual siempre se aprovecharon las trasnacionales y las mismas instituciones nicaragüenses. La actitud de muchos abogados fue además un elemento que profundizó esa división y separación, debilitando el frente contra las trasnacionales, culpables de todas estas atrocidades. 
 
Según
Victorino Espinales, uno de los dirigentes de Asotraexdan, "lo que  hoy hizo ese sector de los bananeros no va a servir para nada y se trata sólo de una acción más para poder llegar a negociar con las trasnacionales. ¿Si es cierto que están consiguiendo grandes éxitos en otros países con la ejecución de la sentencia del 2002, por qué de repente vuelven a intentarlo en Nicaragua? 
Han embargado una marca que no tiene nada que ver con Shell Nicaragua S.A y me parece una aberración jurídica, porque aquí la propiedad es completamente nicaragüense. 


Creo que todo se va a desinflar en pocos días. Esa sentencia del 2002 ya murió en los Estados Unidos y los abogados son los culpables y están tratando ejecutarla en otros países y ahora en Nicaragua, utilizando la vigencia de la Ley 364 (Ley especial para los afectados por productos a base de DBCP)". 


Asotraexdan y los otros grupos, después de los acuerdos con las instituciones nicaragüenses y cansados de los repetidos problemas con los abogados nicaragüenses y norteamericanos, decidieron abandonar el camino de las demandas judiciales y buscar una negociación directa con las trasnacionales, con la participación de la sociedad civil nicaragüense, el Centro nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh), la iglesia y las instituciones interesadas, como prevé la Ley 364 (Gobierno y Asamblea Nacional).  

 

A pesar que por el momento resultó imposible contactarse con el representante legal de la Shell, pudimos hablar con el representante de la Dole, una de las trasnacionales sentenciada con la resolución de la juez Vida Benavente. El Doctor Humberto Hurtado declaró a la "Lista Informativa Nicaragua y más..." que "el intento de este sector de afectados es una medida desesperada porque ya se dieron cuenta que, hace poco en los Estados Unidos, la ejecución de la misma sentencia contra Shell fue desechada en cuanto la Corte nicaragüense no tiene jurisdicción en los Estados Unidos. Es un intento más. Dicen que ahora están intentando darle ejecución en otros países. No sé como les va allá, pero esta sentencia en Estados Unidos deja todo muy claro y seguramente en los próximos días Shell va a dejar sentada su posición".


Giorgio Trucchi

18 de enero de 2006

Fotos: La Prensa y El Nuevo Diario

 

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