Las
fumigaciones a cultivos de drogas en la frontera entre
Colombia y Ecuador “deben cesar” hasta que el
gobierno del presidente colombiano Álvaro Uribe
demuestre que son inocuas, como hasta ahora asegura,
advirtió un alto funcionario de las Naciones Unidas.
“Colombia no puede arriesgar por ningún motivo el
derecho a la salud que tiene Ecuador”, dijo Paul
Hunt, relator especial del Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas sobre el Derecho a la Salud,
a cargo de elaborar un informe a pedido del gobierno
ecuatoriano sobre el impacto de las fumigaciones en la salud
humana en el área contigua a la zona donde las autoridades
colombianas realizan esa actividad.
El gobierno de Uribe asegura que “no existe duda
científica alguna” sobre la inocuidad de las fumigaciones
con una mezcla potenciada del herbicida glifosato, y exige a
Ecuador que demuestre que las fumigaciones afectan la
salud.
Las autoridades ecuatorianas han dado crédito a
investigaciones según las cuales la población que vive hasta
a 3 km de la frontera corre riesgo de sufrir daños genéticos
entre seis y ocho veces mayor al de la población residente a
80 km.
Ecuador ha amenazado reiteradamente con llevar el
caso a la Corte Internacional de La Haya, y exige a
Colombia que se abstenga de fumigar en toda la franja
fronteriza de 10 km.
Noticias Aliadas
23 de
octubre de 2007
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