Paraguay
Confirmado:
Campesinos de San
Pedro del Paraná fueron intoxicados por agrotóxicos |
Análisis químicos
comprobaron la existencia de carbamatos y glifosatos en la
orina de las personas internadas. También se encontraron
principios activos de estas sustancias en los cauces
hídricos de la compañía Pindoyú. Imputan a varios
productores extranjeros, mientras los campesinos siguen
resistiéndose al uso indiscriminado de agrotóxicos.
Tiram l
fungicida
Síntomas leve:
cefalea, debilidad, excitabilidad, náuseas,
vómitos, diarrea, dolor abdominal.
Severos:
mareo, incoordinación motora, hipotonía muscular,
dificultad respiratoria, convulsiones, depresión,
parálisis y pérdida de conciencia.
Capacidad
irritativa:
ocular positiva; dérmica: positiva.
Actividad
alergénica:
positiva.
Condición legal:
Suecia, 1990 -
Acción
regulatoria:
prohibido.
Razón
acción regulatoria:
debido a la combinación de efectos tóxicos
crónicos severos.
Fuente: Manual de plaguicidas. Proyecto PLAGSALUD.
Organización Panamericana de la Salud
Zineb l
fungicida
Síntomas:
dermatitis de contacto y reacciones alérgicas
locales. Astenia, mareos, debilidad, cefalea,
náuseas, fatiga, convulsiones e inconciencia.
Capacidad
irritativa:
dérmica leve.
Condición
legal:
Suecia, 1990 -
Acción
regulatoria:
retirado.
Razón acción
regulatoria:
ditiocarbamato, producto degradación ETU es
cancerígeno.
Fuente: idem
Mancozeb l
(dithane)
fungicida
Síntomas leve:
cefalea, debilidad, excitabilidad, náuseas,
vómitos, diarrea, dolores abdominales.
Severos:
mareos, depresión, parálisis y pérdida de
conciencia. Irrita la piel, aumenta la
sensibilidad por alcohol, su inhalación es grandes
cantidades puede irritar el sistema respiratorio
dando congestión nasal, tos y ronquera.
Capacidad
irritativa:
leve.
Actividad
alergénica:
positiva.
Condición legal:
Suecia 1992, severamente restringido.
Uso:
prohibido su utilización en las partes comestibles
de las plantas, intervalo de cosecha ampliado a un
mes, sólo puede ser aplicado por una persona
calificada.
Fuente: idem
Maneb l
fungicida
Síntomas leve:
cefalea, debilidad, excitabilidad, náuseas,
vómito, diarrea, dolores abdominales.
Severa:
mareos, depresión, parálisis y pérdida de
conciencia.
Capacidad
irritativa:
ocular: corrosiva; dérmica: leve.
Actividad
alergénica:
positiva.
Condición legal:
Suecia, 1992 - Acción reguladora: prohibido.
Uso:
clasificado como cancerígeno.
Fuente: idem
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Los estudios laboratoriales dieron la razón a los labriegos
residentes en el distrito de San Pedro del Paraná, en el
departamento de Itapúa, quienes hace dos semanas denunciaron
por todos los medios posibles que fueron víctimas de una
intoxicación masiva con peligrosos agrotóxicos utilizados en
forma indiscriminada por los grandes productores de soja,
hecho que en un principio fue tratado con cierta apatía por
parte del gobierno paraguayo.
Las pruebas científicas obligaron a las autoridades
sanitarias y políticas a intervenir y tratar de dar con los
responsables de esta contaminación que afectó a nada menos
que 350 familias, cuyos miembros sufrieron síntomas tales
como dermatitis aguda, cefalea, náuseas y mareos, y otros
menos graves. Varias personas fueron internadas, sobre todo
niños. El más afectado fue Antonio, un pequeño de sólo 11
años, quien sufrió graves escoriaciones en todo su cuerpo.
Los análisis realizados tanto a los pobladores que fueron
ingresados al Hospital Regional de Encarnación como al agua
de los cauces hídricos de la colonia Pindoyú, demostraron la
existencia de residuos agrotóxicos en la orina y el líquido
vital. Las muestras estudiadas en un laboratorio privado,
por encargo del Ministerio de Salud Pública, evidenciaron
indicios de principios activos de carbamatos en la orina de
nueve de los pobladores hospitalizados. Además se comprobó
la presencia de glifosatos en dos de las cinco fuentes de
agua estudiadas en Pindoyú, una de las compañías con más
población afectada por la intoxicación.
Estos resultados fueron dados a conocer oficialmente por los
responsables de las carteras de Agricultura y de Salud
Pública, así como por el titular de la Secretaría de Medio
Ambiente (SEAM) y otros técnicos, quienes recordaron
nuevamente a los medios de prensa que el gobierno de Nicanor
Duarte Frutos se comprometió con los labriegos a hacer
cumplir las leyes vigentes relacionadas con el uso de
plaguicidas.
Por otro lado, la SEAM exigirá a todos los productores
sojeros y de otros rubros menores el estricto cumplimiento
de la ley 294 de Evaluación del Impacto Ambiental, pues se
comprobó que la mayoría de los establecimientos no cuentan
con la habilitación correspondiente.
En el campo de la producción, el Ministerio de Agricultura y
Ganadería fortalecerá el control de la importación y el
comercio de plaguicidas autorizados por la ley, al tiempo
que promoverá una campaña de educación y divulgación sobre
el uso seguro de los agroquímicos. Ante esta propuesta y
ante este último desastre cabe preguntarse: ¿hay un uso
seguro de agrotóxicos?
Ignoran cantidad de tóxicos en el
organismo
El estudio de screening toxicológico confirma que los
habitantes de Pindoyú estuvieron expuestos a los pesticidas,
pero no determina en qué cantidad.
Para realizar esos estudios ya se encuentra en el país el
experto regional en control de plaguicidas de la
Organización Panamericana de la Salud (OPS), Diego González,
quien encabezará un proyecto piloto de investigación
epidemiológica que llevará adelante el Ministerio de Salud
Pública con el asesoramiento de esta institución.
Carbamatos y glifosatos
El informe del Ministerio de Salud identifica la presencia
de carbamatos, una de las sustancias localizadas en la orina
de los afectados por la contaminación con agrotóxicos,
derivados del ácido carbámico. Se trata de fungicidas
conocidos por sus nombres comerciales de: Maneb, Mancozeb,
Dithane, Zineb y Tiram. Salvo el Maneb, el resto ha sido
prohibido en Suecia desde la pasada década.
Se evidencia también la presencia de etileno como impureza
de fabricación en la formulación de estos productos,
observándose en algunos casos efectos cancerígenos y
mutagénicos en animales de laboratorio. Las intoxicaciones
por estos compuestos frecuentemente ocurren por vía oral y
respiratoria, pudiendo también producirse por vía cutánea.
El glifosato, más conocido como Round-up, es el más famoso
herbicida de la transnacional Monsanto. “A finales de los
años noventa, los herbicidas a base de Glifosato
representaban por lo menos una sexta parte de las ventas
anuales totales de Monsanto y la mitad del total de sus
ingresos”
(1).
Vendido como sustancia “prácticamente benigna”, los síntomas
de envenenamiento agudo como consecuencia de la ingestión de
Round-up en humanos incluyen calambres gastrointestinales,
vomito, hinchazón – tumefacción– de pulmones, neumonía,
turbación del conocimiento, y destrucción de glóbulos rojos.
Se ha reportado la irritación de ojos y piel en los
trabajadores que mezclan, cargan y aplican el glifosato. En
1993, un estudio de la Universidad de California, en la
Escuela de Salud Pública en Berkeley, estableció que el
glifosato es la causa más común de enfermedades relacionadas
con pesticidas entre los trabajadores de parques y jardines
de California, y la tercera causa entre trabajadores del
agro.
Rosalía Ciciolli
Asunción-Paraguay
© Rel-UITA
29 de diciembre de 2003
NOTA
(1)
Brian Tokar. “Monsanto: Un perfil de Arrogancia
Corporativa”. Eco Portal, España.
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