Militantes de diversas 
						organizaciones sociales, rurales y urbanas realizaron 
						una acción de protesta para exigir justicia por el caso 
						de Silvino Talavera en el 
						Palacio de Justicia de la ciudad paraguaya de Asunción.
						
						
						 
						
						La acción utilizó el teatro y la música 
						como vía de expresión. Aproximadamente 10 personas 
						aparecieron en la sala principal del Palacio de 
						Justicia, cubiertas con sábanas blancas en las que se 
						podían leer diferentes mensajes pidiendo justicia para 
						Silvino Talavera y condenando el uso de agrotóxicos, un 
						problema cada vez más grave en este país. También se 
						interpretaron cantos de protesta, destacando la canción 
						de Silvino Talavera, compuesta por el poeta, cantautor y 
						luchador social Alberto Rodas, que 
						también participó en la acción. 
						
						 
						
						Esta acción se enmarca dentro de una 
						campaña llevada a cabo por Coordinadora Nacional 
						de Mujeres Rurales e Indígenas (CONAMURI) y 
						apoyada por diferentes organizaciones sociales tanto 
						paraguayas como internacionales, que muestran su 
						preocupación ante las graves violaciones de Derechos 
						Humanos que sufre la población rural, así como ante las 
						trabas e irregularidades de la justicia paraguaya.
						
						
						 
						
						El pasado lunes, diferentes 
						organizaciones de Holanda y Bélgica tuvieron una 
						audiencia con el embajador paraguayo en Bélgica, 
						Raúl Vera Bogado. Allí se le entregó una 
						petición con las firmas de diferentes organizaciones 
						internacionales. El diplomático prometió mandar una 
						carta para exigir una sentencia rápida y favorable al 
						Ministro del Exterior y al Presidente de su país. 
						
						
						 
						
						Así mismo, el 26 de octubre se realizó 
						una acción directa en la Embajada de Paraguay en 
						Argentina. Bajo la consigna “¡Los agrotóxicos matan! 
						Justicia para Silvino Talavera” un grupo de personas de 
						distintas organizaciones urbanas y estudiantiles de la 
						ciudad de Buenos Aires rodearon el edificio y bloquearon 
						las puertas de entrada. Desplegaron una gigantesca 
						bandera paraguaya que rezaba “Nuestra soja mata” sobre 
						la fachada de la Embajada y una bandera lateral 
						exigiendo justicia para Silvino Talavera. 
						
						 
						
						Silvino Talavera, tenía 11 años cuando 
						fue fumigado por un cóctel de agrotóxicos usados para 
						los monocultivos de soja Roundup Ready 
						en 2003, en el Departamento de Itapúa, Paraguay. 
						
						
						 
						
						La fumigación implicó también la 
						contaminación de víveres que portaba Silvino y 
						consecuentemente causó la intoxicación de 22 miembros de 
						la familia (foto). Además de Silvino, sus 
						hermanas Sofía de 13 años y Patricia de 2 años, debieron 
						ser hospitalizadas en los siguientes días por la extrema 
						exposición a agrotóxicos que habían sufrido. Cuando el 
						estado de salud de los niños se estabilizó, volvieron a 
						casa pero nuevamente la familia se vio expuesta a otras 
						fumigaciones, esta vez de parte del otro vecino sojero.
						
						
						 
						
						Silvino no lo resistió y murió a los 
						pocos días. En la sangre de los hermanos se encontró 
						fenol, carbamato y glifosato. Todo el grupo familiar se 
						caracteriza por presentar un cuadro degradativo de su 
						salud a causa del uso indiscriminado de agrotóxicos en 
						la región. 
						
						 
						
						El 11 de Septiembre de este año, también 
						murió Vidal Ocampos de 5 meses, hijo de 
						Sofía Talavera, hermana de Silvino. El bebe murió a 
						causa de hidrocefalia, una malformación del sistema 
						nervioso central relacionada con la exposición a 
						agrotóxicos. Además, Serapio Villasboa, 
						tío de Silvino, fue secuestrado y asesinado en abril del 
						2006, con más de 10 puñaladas, crimen que no ha sido 
						aclarado hasta el momento. Asimismo, la familia ha 
						recibido innumerables presiones para desistir del 
						juicio, incluyendo amenazas de muerte. 
						
						 
						
						En el primer juicio en el año 2004 por la 
						muerte de Silvino Talavera, Hermann Schlender 
						y Alfred Laustenlager fueron hallados 
						culpables por homicidio culposo y producción de riesgos 
						comunes, posteriormente el juicio fue anulado a 
						instancias de los condenados. Un segundo juicio en junio 
						de 2005 los condenó nuevamente por estos hechos 
						punibles. Inmediatamente, los condenados volvieron a 
						apelar la sentencia de dos años de cárcel. 
						
						 
						
						El 31 de Octubre, el Tribunal de 
						Apelación de Encarnación se pronunció finalmente acerca 
						del caso de Silvino Talavera, confirmando la sentencia 
						condenatoria para los productores de soja Schlender y 
						Laustenlager. Este pronunciamiento tuvo lugar más de 15 
						meses después de presentada la apelación a la sentencia 
						por parte de los sojeros, esto a pesar de que según el 
						artículo 471 del Código Procesal Penal, el Tribunal 
						tenía 15 días para expedirse. 
						
						 
						
						Pero aún no está todo resuelto y sigue 
						existiendo peligro de que el caso quede en la impunidad 
						por extinción de la acción, de acuerdo a los plazos 
						establecidos en el Código Procesal paraguayo. Es muy 
						probable que los sojeros apelen de nuevo la sentencia 
						ante la última instancia que queda, el Tribunal de 
						Casación. 
						
						 
						
						En este supuesto la responsabilidad ahora 
						recae sobre los representantes del Tribunal de Casación 
						de Asunción, quienes deberán actuar de acuerdo con la 
						ley y con la mayor diligencia, pues estará en sus manos 
						evitar que este caso quede en la impunidad. 
						
						 
						
						En cuanto a las irregularidades que se 
						han dado durante el proceso, una comitiva de 
						organizaciones nacionales e internacionales presentó 
						ante la Secretaría Judicial Nº 3 del Poder Judicial un 
						recurso por retardo de justicia.