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							  Paraguay 
  
  
    
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						Monsanto, Delta & Pine y 
						Rincón-í 
						
						Goliat 
						está en el piso |  
						
						
    
						
    
						
					
	
	
		   
						
						Cuando se anuncia la 
						compra de la semillera estadounidense Delta & Pine por 
						parte de Monsanto, la mayor corporación de semillas 
						transgénicas del mundo, los pobladores de Rincón-í 
						afectados por la contaminación provocada por D&P 
						anuncian el inicio de una nueva acción legal, esta vez 
						por la reparación de los daños y perjuicios que padecen 
						hasta el día de hoy, ocho años después del crimen 
						ambiental. 
						  
		Monsanto 
		inicia por segunda vez el proceso de adquisición –ahora por 1.500 
		millones de dólares- de la compañía semillera estadounidense Delta & 
		Pine Land, que detenta más del 40 por ciento del mercado algodonero de 
		ese país. No obstante, esa posición privilegiada no es lo único que 
		atrae a Monsanto, también codicia la patente que Delta & Pine y 
		la Agencia para la Agricultura del gobierno de Estados Unidos detentan 
		sobre la llamada tecnología Terminator. Se trata de una característica 
		transgénica que, en teoría, puede ser introducida en cualquier vegetal y 
		por la cual la planta con Terminator crece normalmente pero es 
		totalmente estéril. Esto asegura a las corporaciones de semillas que los 
		agricultores, grandes y chicos, deberán hacer el camino de regreso hasta 
		sus comercios para comprar nuevas semillas en cada siembra. 
		  
						Un poco de historia 
		  
		La primera vez que Monsanto intentó comprar Delta & 
		Pine fue en 1998, cuando su nivel de exposición pública negativa estaba 
		al máximo. Por otra parte, las campañas internacionales contra la 
		tecnología Terminator ganaban espacios de manera creciente. El 
		directorio de Monsanto estimó que no era el momento adecuado para 
		abrir un nuevo frente, y de los más belicosos. La operación se frustró y 
		Delta & Pine inició un juicio contra Monsanto. 
			
				
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					Subsidiarias 
					de  
					Delta & Pine 
					Land 
					  
					ATLED 
					D&M INTERNATIONAL, LLCD&M PARTNERS
 D&PL ARGENTINA, INC.
 D&PL CHINA, INC.
 D&PL CHINA PTE, LTD.
 D&PL 
					INVESTING CORP.
 D&PL INVESTMENTS, INC.
 DELTAPINE PARAGUAY, INC.
 D&PL SOUTH AFRICA, INC.
 D&PL INTERNATIONAL TECHNOLOGY CORP.
 DELTA PINE DE MEXICO S. 
					DE R.L. DE C.V.
 DELTAPINE AUSTRALIA PTY. 
					LIMITED
 GREENFIELD SEED COMPANY, LLC
 HEBEI JI DAI COTTONSEED TECHNOLOGY CO. LTD. (CHINA)
 PAYMASTER TECHNOLOGY CORP.
 TURK DELTAPINE, INC.  (TURKEY)
 D&PL SEMILLAS LTDA. (COSTA RICA)
 CDM MANDIYU S.R.L. (ARGENTINA)
 DELTA AND PINE LAND HELLAS MONOPROSOPI (GREECE)
 D&PL BRASIL, LTDA.
 ANHUI AN DAI COTTONSEED TECHNOLOGY CO. LTD. (CHINA)
 D&PL TECHNOLOGY HOLDING COMPANY LLC.
 D&M BRASIL ALGODAO, LTDA
 MDM SEMENTES DE ALGODAO LTDA (BRAZIL)
 SURE GROW, LLC
 D&PL INDIA, LLC
 DELTAPINE INDIA SEED PRIVATE LTD. 
					(INDIA)
 D&PL MAURITIUS LIMITED
 
					Fuente: 
					Delta & Pine Land,SEC Filing 
					10-K
 
					14 de noviembre de 2005 |  
		  
		En la misma época, fin de 1998, se iniciaba otro juicio, pero 
		éste contra la Delta & Pine y sus representantes en Paraguay. Los 
		pobladores de Rincón-í, una comunidad campesina a 120 kilómetros al 
		oeste de Asunción, se presentaron ante la justicia penal para que se 
		castigara a los responsables de haber descargado 660 toneladas de 
		semillas de algodón vencidas y pretratadas con cuatro agrotóxicos y una 
		bacteria modificada en laboratorio en un predio de una hectárea y media, 
		a menos de 100 metros de la escuela y en medio de la población (véase 
		“Las semillas de la muerte”, Rel-UITA, 1999).  
		  
		Las semillas fueron descargadas durante varios días por 
		camiones fletados desde Asunción. Venían embaladas en bolsas de la Delta 
		& Pine impresas en inglés. La contaminación afectó gravemente a toda la 
		población. Un vecino murió apenas un mes después padeciendo todos los 
		síntomas de una intoxicación aguda con los químicos presentes en las 
		semillas. Muchos labriegos perdieron su fuente de ingresos, pues los 
		pueblerinos ya no querían comprar sus verduras por miedo a la “basura 
		tóxica”, como todo el mundo comenzó a llamarle a las semillas 
		desechadas. Los pozos de agua en el declive de la cuenca quedaron 
		inutilizados. Con el tiempo, y sin que ninguno de los gobiernos de turno 
		haya movido un solo dedo para asistir a los contaminados, muchos 
		pobladores se fueron enfermando. Los niños padecen hongos y problemas en 
		la piel, la gente siente cansancio, dolores en huesos y músculos, 
		cefaleas, insomnio, náuseas, entre otras dolencias, y se ha producido 
		casi una decena de decesos sin que los médicos hayan establecido las 
		razones precisas de esas muertes. 
		  
		La heroica lucha 
		  
		El juicio penal duró seis años durante los cuales los 
		pobladores tuvieron que cambiar varias veces de abogados que de un día 
		para el otro “perdían interés” en la causa que defendían, hasta que ya 
		no tuvieron ninguno. El entonces fiscal Penal Hugo Ríos, y el hasta hoy 
		fiscal de Medio Ambiente Ricardo Merlo, solicitaron juntos duras penas 
		para los responsables. Finalmente, la justicia condenó a uno de los 
		representantes de Delta & Pine Paraguay, el ingeniero Nery Rivas, y al 
		dueño del predio que autorizó la descarga de la basura tóxica, Julio 
		César Cháves, a penas de prisión por delito ambiental con daño contra la 
		población. El titular de la Delta & Pine Paraguay, quien ordenó el 
		operativo e intentó convencer a los pobladores in situ de que 
		esas semillas eran “abono orgánico” para la tierra, el ciudadano 
		estadounidense Eric Lorenz, se dio a la fuga y está declarado en 
		rebeldía por la justicia paraguaya. Su pedido de extradición está aún 
		pendiente. 
		  
		Una deuda antigua 
		  
		En la actualidad la población de Rincón-í con el apoyo de la 
		Rel-UITA intenta articular un proyecto ante el Ministerio de Salud 
		paraguayo para lograr construir un dispensario de salud en la comunidad 
		afectada, para lo que está dispuesta a invertir parte de los fondos 
		generados por una multa que los condenados pagaron para evitar ir a la 
		cárcel. Asimismo, después de haber consolidado la fase del juicio penal 
		que probó la existencia del delito y del daño sobre la población, la 
		comunidad iniciará en estos días una acción civil contra la Delta & Pine 
		para que esta repare los daños y perjuicios ocasionados. 
		  
		A partir de su fusión, Monsanto y Delta & Pine 
		controlarán la tercera parte del mercado mundial de las semillas de 
		algodón y casi el 60 por ciento del estadounidense. Dispondrán de las 13 
		subsidiarias que D&P mantiene en el mundo, sobre todo en Asia, África y 
		América Latina, entre ellas la de Paraguay, donde continúa realizando 
		ensayos de campo secretos con la tolerancia absoluta del gobierno local. 
		La amenaza de una diseminación explosiva del algodón transgénico en Asia 
		y África por vía de la imposición es obvia. Hasta ahora, la mayor parte 
		de los cultivadores asiáticos y africanos han rechazado estas semillas, 
		pero en Estados Unidos ya abarcan más del 80 por ciento de los cultivos 
		de algodón. 
		  
		La novedad de la venta de la Delta & Pine ha retemplado el 
		ánimo de los pobladores afectados de Rincón-í, que han decidido seguir 
		luchando organizadamente con todos los instrumentos que estén a su 
		disposición hasta que el futuro deje de tener olor a semillas de algodón 
		de la Delta & Pine.  
		  
		Tal vez sea una pequeña piedra en un gran zapato, pero 
		Monsanto y Delta & Pine deberán echar una ojeada a esta historia 
		sureña que no hace más que confirmar la ausencia de ética y de 
		responsabilidad social y humana con la que actúan estas corporaciones. 
		  
		Goliat ya está en el piso, ahora tendrá que pedir perdón. 
			
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										Carlos Amorín 
										© 
														Rel-UITA 
										18 de agosto de 2006 |  |    |      |    
	
		* Con información del Grupo ETC y fuentes propias.     
							
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