Los indígenas paraguayos Aya Guaraní, que viven en
comunidades ubicadas en el departamento de Alto Paraná, y
sufrieron ataques de sojeros brasileños y paraguayos en el
inicio de octubre, fueron visitados por la Ministra de Salud
Pública del Paraguay, Esperanza Martínez, que
constató el terrible efecto del ataque sobre la población.
Los Aya Guaraní fueron
fumigados con veneno, desde una avioneta, después que
recusaron una demanda de los sojeros solicitando el desalojo
de las comunidades indígenas.
Cerca de
200 personas fueron afectadas por la aplicación del
agrotóxico y presentan cuadros de intoxicación aguda. El
veneno también
afectó a los cultivos en que alrededor de 700 familias
encuentran su sustento.
Hace algunos meses, una escuela y un cementerio comunitario
fueron demolidos por tractores para abrir paso a la soja
transgénica.
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