El 63%
de las frutas y verduras que consumimos en el país contiene
residuos de plaguicidas peligrosos. Así se desprende del
informe “Programa de Monitoreo de Residuos de Plaguicidas en
Vegetales” desarrollado por el SAG y que ha mantenido oculto
a la opinión pública por más de un año. El documento fue
dado a conocer hoy por organizaciones ambientalistas y de
consumidores.
El estudio, realizado en el año 2006 y publicado
en el 2007, ha sido solicitado en diversas oportunidades al
Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) por la Alianza por
una Mejor Calidad de Vida (RAP-AL Chile)* y jamás le ha sido
entregado. El informe contiene resultados alarmantes que
fueron dados a conocer por los dirigentes María Elena
Rozas, de RAP-AL Chile; Lucio Cuenca, del
Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales (OLCA);
Juan Carlos Cárdenas, de Ecocéanos; Omar Pérez,
de la Liga Ciudadana de Consumidores, y José Luis
Hernández, de la Corporación Nacional de Consumidores y
Usuarios (CONADECUS).
El SAG analizó 374 muestras (233
hortalizas y 141 frutas) de todo el país. Según las normas
de la Unión Europea, el 31,82 por ciento de los
vegetales analizado sobrepasó los límites permitidos. El
20,32 por ciento de las hortalizas y el 11,50 por ciento de
las frutas contenían residuos de plaguicidas por sobre la
norma.
Los dirigentes coincidieron en señalar que aquí
no se están respetando derechos básicos de los ciudadanos en
su calidad de consumidores, como son el derecho a la
información y a la seguridad en el consumo. Por lo mismo,
señalaron que el director del SAG debe asumir su
responsabilidad por el ocultamiento de información
trascendente para la salud de la población.
En este contexto reiteraron la necesidad que la
futura Agencia de Inocuidad Alimentaria tenga un enfoque de
salud pública y de que exista un monitoreo permanente sobre
la producción de alimentos en el país para asegurar la
calidad e inocuidad de los alimentos.
El análisis detectó insecticidas y fungicidas de
gran toxicidad aguda y crónica. Entre ellos, plaguicidas con
efectos cancerígenos y teratogénico (malformaciones
congénitas), y alteradores de los sistemas nervioso,
reproductivo e inmunológico. Entre los plaguicidas más
peligrosos que se detectaron con mayor frecuencia en el
estudio, destacan: metamidofós, azinfos metil, clorpirifós,
iprodione, captan, carbendazim, metomil, dicofol, dimetoato,
entre otros.
Los dirigentes ambientalistas y de consumidores
plantearon que esto demuestra que el proyecto de ley que
prohíbe los plaguicidas más peligrosos (1a y 1b, según la
clasificación de la Organización Mundial de la Salud) debe
ser aprobado con urgencia en el Senado, y solicitaron al
Ejecutivo que se haga parte de esta demanda. Asimismo,
señalaron que tanto la autorización y registro de
plaguicidas en Chile, en todas sus aplicaciones, como
la fiscalización del uso que se hace de ellos tendría que
estar a cargo del Ministerio de Salud y no del SAG.
Productos con más residuos
Como referencia general, la mayor parte de las
frutas (manzana, durazno, frutilla, frambuesa, uva de mesa)
analizadas en el monitoreo del SAG provenían
principalmente de las regiones Metropolitana, VI y V. Sin
embargo, las manzanas y duraznos muestreados eran
mayoritariamente de la V y VIII, y la uva de mesa de la III
y IV Región.
Las hortalizas (acelga, espinaca, lechuga, papa,
pimiento, repollo, tomate) correspondían a todas las
regiones del país, a excepción del tomate que provenía
principalmente de la I Región. El 70 por ciento del total de
las muestras tenía trazabilidad respecto del origen (región,
localidad, productores).
Los productos que presentaron la mayor cantidad
de residuos de plaguicidas fueron los pimientos (24 tipos
diferentes de plaguicidas), tomate (17), uva de mesa (16) y
duraznos (16). Según el Codex Alimentarius, se detectaron
transgresiones a la norma en pimiento, repollo y manzanas.
En el caso del Límite Máximo de Residuos (LMR)
de la Unión Europea, en todas las muestras analizadas
se encontraron valores por sobre la norma. Destacamos
algunos de los resultados obtenidos:
Acelga:
Tres plaguicidas sobrepasaron la norma. En el
caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01mg/kg, se
detectó una cifra máxima de 23,86 mg/kg.
Lechuga:
Siete plaguicidas sobrepasaron la norma. En el
caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se
detectó una cifra máxima de 10,83 mg/kg. En el
caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,05 mg/kg,
se detectó una cifra máxima de 5,95 mg/kg.
Espinaca:
Cuatro plaguicidas por sobre la norma. En el
caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,05 mg/kg, se
detectó una cifra máxima de 3,94 mg/kg. En el
caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg,
se detectó una cifra máxima de 6,57 mg/kg.
Repollo:
Dos plaguicidas sobrepasaron la norma. En el
caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se
detectó una cifra máxima de 0,62 mg/kg. En el
caso de carbendazim, cuyo LMR es de 0,1 mg/kg,
se detectó una cifra máxima de 0,40 mg/kg.
Tomate:
Cuatro plaguicidas por sobre la norma. En el
caso del metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se
detectó una cifra máxima de 0,24 mg/kg.
Pimiento:
Diez plaguicidas por sobre la norma. Se destaca
el metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, y se detectó
una cifra máxima de 2,38 mg/kg. En el caso del
metamidofós, cuyo LMR es 0,01 mg/kg, se detectó
una cifra máxima de 1,8 mg/kg. Otro caso
destacable es el imidacloprid, con un LMR de
0,01 mg/kg, y se encontró una cifra máxima de
0,96 mg/kg.
Frambuesa:
Un plaguicida. Carbendazim, con un LMR de 0,1 mg/kg,
y se encontró una cifra máxima de 0,27 mg/kg.
Frutilla:
Tres plaguicidas por sobre la norma. Se destaca
el metomil, cuya MLR es 0,05 mg/kg, y se detectó
una cifra máxima de 0,55 mg/kg. Además,
carbendazim con LMR 0,1 mg/kg, con una cifra
máxima de 0,14 mg/kg.
Manzana:
Cinco plaguicidas sobre la norma. Se destaca el
carbendazim, con LMR 0,2 mg/kg, y se encontró
una cifra máxima de 0,45 mg/kg.
Durazno:
Cinco plaguicidas sobre la norma. Se destaca el
iprodione, con LMR 3 mg/kg, y se encontró una
cifra máxima de 9,2 mg/kg. También, metamidofós,
cuyo LMR es 0,05 mg/kg, y se encontró una cifra
máxima de 0,17 mg/kg. El carbendazim, con un LMR
de 0, 5 mg/kg, y se encontró un máximo de 1,62.
Uva de mesa:
Cuatro plaguicidas sobre la norma. Se destaca el
carbaril, con LMR 0,05 mg/kg, y se encontró una
cifra máxima de 0,26 mg/kg. También, metomil,
cuyo LMR es 0,05 mg/kg, y se encontró una cifra
máxima de 0,14 mg/kg.
Es importante tener presente que en el 8,5 por
ciento de todas las muestras se detectaron
plaguicidas no autorizados en Chile para
ser usados en esos cultivos.
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Ficha de
los plaguicidas más peligrosos encontrados
en el
Plan de Manejo de Residuos
Peligrosos (PMRP):
Metamidofos
Insecticida organofosforado. Distribuido por
Arysta (Monsanto).
Nombre comercial: Monitor, MTD, Stanza, Tamaron.
Clasificado en Chile en grupo 1a,
“sumamente peligroso”. La Agencia de Protección
Ambiental de Estados Unidos (EPA)
clasifica este producto en la categoría 1,
sumamente tóxico. La Unión Europea, en la
categoría “muy tóxico”. Es sistémico y actúa por
contacto. Absorción: por inhalación, ingestión y
por contacto con la piel.
Daños en los seres humanos:
por su alta toxicidad, puede ser fatal si se
inhala o es absorbido a través de la piel. Es
uno de los plaguicidas de más alto riesgo en
Chile y se ubica entre los mayores causantes
de intoxicaciones.
Efectos agudos:
El envenenamiento agudo afecta el sistema
nervioso central, produciendo descoordinación,
dificultades de habla, pérdida de reflejos,
debilidad, fatiga, contracciones musculares
involuntarias y espasmódicas, temblor de la
lengua o de los párpados y, por último,
parálisis de las extremidades y de los músculos
respiratorios. En casos graves puede haber
también defecación o micción involuntaria,
sicosis, pulsaciones cardíacas irregulares,
inconsciencia, convulsiones y coma. Una
insuficiencia respiratoria o un paro cardíaco
pueden provocar la muerte.
Daños crónicos:
La exposición excesiva de los seres humanos al
metamidofos puede causar una neuropatía
retardada. Afecta los sistemas neurológico e
inmunológico. Es teratogénico (malformaciones
congénitas).
Daños en el medio ambiente:
Provoca efectos residuales en aves. Es tóxico
para peces, abejas y otros animales silvestres.
También causa la muerte del ganado que ingiere
forraje en campos fumigados.
Dicofol
Acaricida organoclorado, distribuido por
Dow.
Es altamente persistente en el ambiente y
bioacumulable en los organismos (contiene DDT,
contaminante orgánico persistente listado en el
Convenio de Estocolmo sobre Compuestos Orgánicos
Persistentes (COPs).
Nombres comerciales: Dicofol, Kelthane. La OMS
lo clasifica en Grupo III, “ligeramente
peligroso”. Sin embargo para el efecto crónico
el dicofol es sumamente peligroso. Absorción:
por inhalación, ingestión y por la piel.
Daños en seres humanos:
Efectos agudos:
Estimulante del sistema nervioso central. Puede
causar depresión, coma e incluso la muerte.
Casos ocurridos en Chile: En diciembre de
1985 un niño murió y otros 6 menores fueron
hospitalizados en Lampa por envenenamiento con
Kelthane. En agosto de 1994 un trabajador del
puerto de San Antonio presentó una distonía
mioclónica generalizada, después una
intoxicación aguda accidental con los
plaguicidas dicofol y diazinon.
Efectos crónicos:
Se acumula en tejidos adiposo, cerebral y
hepático. Tóxico para el hígado, riñones y
sistema nervioso. Provoca arterioesclerosis,
hipertensión y lesiones severas a la piel.
Posiblemente cancerígeno (según la EPA),
fetotóxico y mutagénico. Estrógeno ambiental,
con efectos disruptores en el sistema
reproductivo y endocrino. Puede tener efectos en
la fertilidad masculina y femenina.
Azinfos metil
Insecticida organofosforado de contacto que
pertenece a los plaguicidas más peligrosos,
clasificado como Ib por la OMS y también
en Chile. Algunos nombres comerciales:
Gusathion M 35%, Azifon, Azinfos Metil 35,
Cotnion, INIA 82,4.
Efectos agudos:
Es neurotóxico. Como organofosforado, inhibe la
acetil-colinesterasa, sustancia necesaria para
el funcionamiento del cerebro y el sistema
nervioso. Causa de muerte: fallo respiratorio.
Efectos crónicos:
Tóxico para los riñones. Interfiere en la
fertilidad masculina y femenina. Asociado a
problemas de fertilidad masculina; puede
atrofiar los testículos, o testículos pequeños o
de forma anormal en aves. Provoca malformaciones
durante el embarazo y es mutagénico.
Iprodione
Fungicida Probable cancerígeno, según la EPA.
Efectos agudos:
Importante irritante dérmico, ocular, de mucosas
y de toda la zona respiratoria superior. La
ingestión aguda puede causar náusea, vómito,
dolores
del abdomen e incoordinación.
Efectos crónicos:
Altamente tóxico. Causa alteración al hígado y
riñones. Puede producir anemia e hipertensión
arterial. Disruptor endocrino y efectos en el
sistema reproductivo. Considerado como
cancerígeno. La EPA canceló su uso en
tratamientos después de la cosecha por
representar un riesgo para la salud por sus
efectos cancerígenos, especialmente en los
pulmones.
Efectos ambientales:Crea
resistencia en algunas razas de hongos.
Captan
Fungicida corrosivo que actúa por contacto.
Efectos agudos:
Puede causar daño irreversible a los ojos si no
es quitado inmediatamente. El contacto
prolongado o repetido con la piel puede causar
irritación, rojez, hinchazón, y reacciones
alérgicas de la piel. La ingestión en cantidades
grandes puede causar vómito y diarrea. Puede
afectar al tracto gastrointestinal, el hígado,
los testículos, el riñón, el pulmón y el bazo.
Efectos crónicos:
Según la EPA, hay evidencia de su efecto
cancerígeno en animales. Según la EPA-California
también causa tumores. La experimentación animal
muestra que esta sustancia posiblemente cause
efectos tóxicos en la reproducción humana. Es
mutagénico, provoca aberraciones cromosómicas,
que pueden derivar en malformaciones congénitas.
Puede causar cáncer de mamas.
Efectos ambientales:
Contamina el suelo y aguas subterráneas, es
altamente tóxico para los peces y afecta ranas,
pájaros y aves.
Clorpirifos
Insecticida organofosforado. Nombre comercial:
Fantom, Lentrex, Lorsban, Master, Pointer,
Pyrinex, Troya, Reldan, Cyren. Distribuido por
Point Chile,
Dow, Arysta (Monsanto),
ANASAC,
BASF.
Daños en seres humanos:
Afecta fuertemente al sistema nervioso.
Efectos agudos:
dolores de cabeza, visión borrosa, lagrimeo,
excesiva salivación, secreción nasal, mareo,
confusión, debilidad o temblores musculares,
náusea, diarrea y cambios bruscos en el latido
del corazón. La exposición a altos niveles puede
producir sudor profuso, pérdida del control
intestinal, convulsiones, estado de coma y la
muerte.
Efectos crónicos:
La exposición repetida o prolongada al
clorpirifos puede causar los mismos efectos que
la exposición aguda, además de disminución de la
memoria y de la concentración, desorientación,
depresión severa, irritabilidad, confusión,
dificultades para hablar, reacciones lentas,
pesadillas, sonambulismo, insomnio.
En 1997, la Agencia de Protección Ambiental de
Estados Unidos anunció un Plan de Reducción de
Riesgos para el clorpirifos que incluía
restricciones para su uso, luego de considerar
22 informes sobre alteraciones del sistema
nervioso y 35 casos relacionados con
sensibilización al producto químico.
Efectos teratogénicos (malformaciones
congénitas): En Estados Unidos., un
estudio científico independiente dio a conocer
cuatro casos de defectos de nacimiento graves e
incapacitantes en niños cuyas madres estuvieron
expuestas al plaguicida Dursban (clorpirifos)
durante los primeros tres meses de embarazo. Los
niños tenían deformaciones en sus cabezas,
rostros, ojos y genitales. El mismo efecto se
registró en animales expuestos a clorpirifos.
También se han detectado anormalidades en el
sistema inmunológico, alergias y sensibilización
a los antibióticos.
Daños en el medio ambiente:
Los invertebrados acuáticos, particularmente los
crustáceos y las larvas de los insectos, son
sensibles a la exposición.
Carbendazim
El carbendazim es un fungicida sistémico que
causa una gran preocupación debido a sus efectos
crónicos.
Daños crónicos:
Está considerado con un alterador de las
hormonas. Un estudio hecho por Mantovani y otros
(1998) comprobó que los animales expuestos al
carbendazim en el vientre materno tenían graves
deformidades, tales como falta de ojos o
hidrocefalia (agua en el cerebro). El
carbendazim puede alterar el desarrollo de los
espermios y dañar el desarrollo testicular en
ratas adultas. Por ejemplo, un estudio realizado
con el benomyl (que tiene al carbendazim como su
metabolito principal) encontró atrofia y
degeneración testicular y fetotoxicidad.
Efectos ambientales:
Su toxicidad varía de alta a extremadamente
altamente para el zooplancton, de moderada a
extremadamente alta para peces u otras formas de
vida acuática -las pruebas de laboratorio han
mostrado toxicidad alta para los organismos
acuáticos; por ejemplo, la LC50 (esto es, la
concentración con la cual muere la mitad de la
muestra) para la trucha arcoiris es de 0,36 mg/litro,
de 5,5 mg/litro para el pez luna de agallas
azules, de 0,098 mg/litro para el camarón mysid
y de 0,087 mg/litro para los invertebrados
acuáticos.
Metomil
El metomil es un insecticida que actúa por
contacto, del grupo de los carbamatos, sumamente
tóxico, de uso restringido en Estados Unidos,
y de amplio espectro. Este insecticida presenta
un sinnúmero de efectos tóxicos. En un inhibidor
de la colinesterasa en los seres humanos.
Efectos agudos:
La exposición a este plaguicida puede producir
visión borrosa, malestar en el pecho, falta de
coordinación muscular, irregularidades
coronarias y parálisis muscular.
Efectos crónicos:
Posibles efectos mutágenos debido a que su
estructura química es similar a la del carbaril.
Puede ser tóxico para los riñones y producir
anemia aplásica. Puede provocar neuropatía
periférica. Estrógeno ambiental, alterador del
sistema reproductor y endocrino. Aumenta la
cantidad de esperma anormal en ratones.
Efectos ambientales:
Tóxico para abejas e insectos benéficos. Además,
el metomil es sumamente dañino para el ambiente
–es altamente tóxico para las aves y los
organismos acuáticos. Un estudio realizado para
el Banco Mundial reveló que el insecticida
metomil, junto con el metamidofos y el paraquat,
fueron responsables por la mayor parte de los
11.000 a 33.000 casos de envenenamiento por año
que se estima suceden en Guatemala.
Dimetoato:
Insecticida organofosforado sistémico y de
contacto, altamente tóxico, con LD50 oral de
l85. Nombres comerciales: Perfektion, Roxion,
Anatoato, Maktion, Salut.
Importadora:
Anasac,
Basf,
Hoechst
Efectos agudos:
Inhibe la acetil-colinesterasa. Afecta el
sistema nervioso e irrita la piel. Se puede
morir por fallo respiratorio. Es absorbido por
inhalación, ingestión y penetración cutánea.
Síntomas: calambres abdominales, convulsiones,
vértigo, dificultad respiratoria, náuseas,
vómitos, pérdida del conocimiento
Efectos crónicos:
Altamente tóxico. Tóxico para los riñones,
interfiere en la fertilidad masculina y
femenina. La EPA plantea que su uso tiene
riesgos de efectos mutagénicos, reproductivos y
fetotóxicos y se sospecha de efectos
cancerígenos. Disminuye la libido y el número de
esperma, aumenta la cantidad de esperma muerto
en conejos. El contacto prolongado causa
dermatitis.
Efectos ambientales:
Muy tóxico para abejas y aves.
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