Kenia

Entra en vigor tratado internacional

para eliminar agrotóxicos

 

La Convención de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes entró en vigor este lunes 17 de mayo, convirtiendo en obligatorios los esfuerzos internacionales para eliminar dichas sustancias, informó el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

 

"La Convención salvará vidas y protegerá el entorno, especialmente en los países más pobres, al prohibir la producción y uso de algunas de las sustancias químicas más tóxicas que se han conocido nunca", dijo el director del PNUMA, Klaus Toepfer, en Nairobi, sede permanente de la agencia de la ONU.

 

"En los próximos años los gobiernos nacionales y los compromisos de los donantes internacionales canalizarán más de 500 millones de dólares hacia un ambicioso programa para asegurar que las futuras generaciones no tengan que vivir como la generación actual con estas sustancias tóxicas almacenadas en sus cuerpos", agregó Toepfer.

 

El Convenio fue firmado el 23 de mayo de 2001 en la capital sueca y, al entrar en vigor, será un instrumento internacional jurídicamente vinculante para la aplicación de medidas que reduzcan los Contaminantes Orgánicos Persistentes (conocidos abreviadamente como COP).

 

Los COP son sustancias químicas no biodegradables, se acumulan en los organismos vivos a través de la red alimentaria y suponen un riesgo al provocar daños a la salud humana y al medio ambiente.

 

Los efectos incluyen, entre otros, cáncer, daños al sistema nervioso, interferencia con la capacidad reproductiva de los humanos y muchas otras especies, disminución en el desarrollo intelectual de los niños y debilitamiento del sistema inmunológico.

 

Estas sustancias tienen además la característica de perdurar y poder ser transportadas largas distancias, y han sido halladas en regiones muy alejadas de su lugar de origen y utilizadas, especialmente, en las regiones más frías del planeta.

 

Los primeros COP sobre los que se ha decidido actuar son los conocidos como "la docena sucia": aldrin, bifenilos policlorados (PCB), clordano, DDT, dieldrina, dioxinas, endrina, furanos, heptacloro, hexaclorobenceno, mirex y toxafeno.

 

Ocho de estas doce sustancias químicas designadas para ser eliminadas bajo el tratado global son pesticidas usados en la agricultura, el control de enfermedades y el manejo de plagas.

 

Muchos países afectados por el paludismo o malaria, por ejemplo, utilizan para combatir la enfermedad la sustancia DDT, muy tóxica pero más barata que otras alternativas más efectivas y menos contaminantes.

 

"A pesar de que estos plaguicidas han sido prohibidos en la mayoría de los países industrializados, continúan usándose en muchas regiones, tanto legal como ilegalmente", según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), que añade que "existen sustitutos efectivos para casi todos los pesticidas que tienen COP".

 

Además de prohibir la producción y uso de COP, el Convenio de Estocolmo prevé que se lleve a cabo una limpieza de antiguos almacenes de insecticidas y otros químicos tóxicos que contienen esos elementos.

 

Vertederos y bidones tóxicos de los años cincuenta, sesenta y setenta se están ahora deteriorando o pudriendo, según el PNUMA, lo que significa que las sustancias químicas se filtran al subsuelo y contaminan los recursos acuáticos y, por extensión, la vida salvaje y humana.

 

También será necesario invertir en procesos productivos o tecnologías más limpias y hacerlos llegar a los países en vías de desarrollo, cuya pobreza les impide tener acceso a ellos.

 

EFE

17 de mayo de 2004

 

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