Una operación para combatir la contaminación del suelo
vietnamita causada por el poderoso herbicida conocido como
“agente naranja”, utilizado por Estados Unidos en la guerra
de Vietnam (1955-1975), busca terminar con los efectos
nocivos de este químico, que todavía están presentes en la
población.
De 1961 a 1971, los aviones de Estados Unidos
vertieron sobre el sur de ese país asiático más de 80
millones de litros de agente naranja.
Su objetivo era destruir las cosechas y eliminar la
vegetación en la que se ocultaba la guerrilla. La Cruz Roja
de Vietnam calcula que la contaminación por ese
producto químico afectó a unos tres millones de personas,
entre ellas 400.000 que murieron y 300.000 niños que
nacieron con diversas malformaciones y enfermedades.
Una de las zonas más afectadas fue la costera de la ciudad
de Danang, donde se encontraba una base aérea del Ejército
estadou-
nidense,
recordaron las agencias de noticias AFP y Efe. Allí fue
donde se almacenó, mezcló y manipuló el agente naranja antes
de cargarlo en los aviones, y la contaminación por ese
producto en la zona es 400 veces superior a los niveles que
se consideran aceptables. Allí también las enfermedades
congénitas de los recién nacidos, el cáncer en adultos y
otros trastornos de la salud están mucho más extendidos que
en otras zonas del país.
“Sigue habiendo graves consecuencias de la dioxina del
agente naranja”, dijo el subsecretario de Defensa de
Vietnam, Nguyen Chi Vinh, al anunciar las acciones de
descontaminación. Lo mismo sostienen los pobladores locales.
“Los efectos nocivos del agente naranja han afectado a la
primera, segunda y tercera generación, y todavía no sabemos
cuántas generaciones se verán damnificadas en el futuro por
este tóxico”, dijo a Efe Mai The Chinh, director de la
Asociación de Víctimas del Agente Naranja en Vietnam.
Hizo esas declaraciones cuando se inauguró el lunes una
exposición fotográfica en la ciudad de Ho Chi Minh, la
antigua Saigón, para denunciar los efectos de ese químico
sobre la población.
La muestra fue organizada para que coincidiera con los
Juegos Olímpicos. En mayo el ministro de Deporte vietnamita,
Hoang Tuan Anh, envió una carta de protesta al Comité
Olímpico Internacional por haber aceptado como uno de los
patrocinantes a la firma Daw Chemical, que junto con
Monsanto es una de las que proveían a Estados
Unidos los componentes para el agente naranja.
Vietnam pidió que se reconsiderara el acuerdo firmado
con la compañía.
La asociación de víctimas ha reclamado compensaciones a
Daw Chemical y a Monsanto, así como a Estados
Unidos, por los daños causados por el agente naranja,
pero hasta ahora su batalla legal no logró reparaciones
económicas. Washington no reconoce que los estudios
realizados en Vietnam hayan probado que hay una
relación de causa-efecto entre la exposición al agente
naranja y las enfermedades que sufre la población de ese
país. Sin embargo, desde 1989 Estados Unidos ha
donado unos 54 millones de dólares para asistir a
vietnamitas que sufren discapacidades “independientemente de
la causa”, informó AFP. En cambio, Washington sí pagó
millones de dólares a veteranos de guerra estadounidenses
por secuelas de su contacto con el agente naranja.
Este tema ha sido un punto de conflicto en las relaciones
entre los dos países, establecidas en 1996. “Creo que es
justo decir que la contaminación por dioxinas y el agente
naranja fue uno de los temas más neurálgicos en la relación
entre Estados Unidos y Vietnam”, dijo a la
agencia Reuters la encargada de negocios de Washington en el
país asiático, Virginia Palmer, en junio. Ese mes se anunció
que se lanzaría la operación de limpieza de agente naranja,
con recursos aprobados por el Congreso de Estados Unidos,
que fue iniciada ayer.
Para eliminar de la zona de Danang los químicos nocivos está
previsto retirar unos 73.000 metros cúbicos de suelo
contaminado y someterlo a un proceso de calentamiento para
quitarle su potencial dañino, informó la embajada
estadounidense en Vietnam. Su titular, David B Shear,
declaró: “Ambos países estamos moviendo tierra y dando los
primeros pasos para enterrar esta herencia de nuestro
pasado”.
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