En
los últimos meses los alimentos orgánicos procesados han
recibido críticas de diversos periódicos nacionales que
destacan el alto contenido de grasa, azúcar o sal de algunos
de los alimentos con certificación orgánica. Sin embargo,
las encuestas revelan que para la mayoría de los
consumidores la salud es el factor decisivo a la hora de
optar por alimentos orgánicos.
Son cada vez más contundentes las pruebas que demuestran que
muchos tipos de alimentos orgánicos frescos no procesados
tienen niveles más altos de nutrientes beneficiosos que sus
equivalentes no orgánicos. Por ejemplo, las frutas y
verduras orgánicas frescas tienen más antioxidantes y la
leche orgánica contiene más ácidos grasos esenciales. Esto
se debe en gran medida a los esfuerzos de los agricultores
orgánicos por mejorar la nutrición vegetal en el suelo, lo
cual a su vez tiene como resultado mejores condiciones
generales de salud y bienestar tanto de sus cultivos como de
los animales de granja que se alimentan de ellos.
Pero cuando los ingredientes orgánicos frescos se
transforman en alimentos procesados, puede llegar a
agregárseles sal y azúcar en cantidades al menos tan altas
como las que se encuentran en muchos alimentos
convencionales, lo cual hace menos defendible el argumento
genérico que se suele esgrimir a favor de los productos
orgánicos en el sentido de que son “más saludables”.
En su rol como representante de los consumidores ante el
Comité de Normas de Procesamiento de Soil Association, la
Comisión de Alimentos ha instado a la certificadora orgánica
a que incorpore pautas de nutrición para los alimentos
procesados que reciben certificación orgánica, teniendo en
cuenta la sal, las grasas saturadas y el azúcar y fomentando
el uso de ingredientes saludables, como las verduras.
En
la conferencia anual de Soil Association celebrada en
Newcastle a principios de enero, Kath Dalmeny de la Comisión
de Alimentos participó en un animado debate con Craig Sams,
integrante del directorio de Soil Association y ex director
de Whole Earth Foods, ante un público conformado por
agricultores y procesadores orgánicos. En ese debate
evaluaron el papel que deben jugar los certificadores
orgánicos en la promoción de una mejor nutrición humana, si
es que les cabe algún papel en ello.
Normas
nutricionales orgánicas
Hasta el momento los organismos de certificación orgánica se
han resistido a incluir criterios de nutrición ya sea en sus
pautas o en sus normas formales, argumentando que las reglas
orgánicas se aplican únicamente a los orígenes agrícolas de
los alimentos.
Al
responder a una encuesta de Soil Association, varios
procesadores de alimentos orgánicos manifestaron que para
ellos el contenido de sal y azúcar es algo que trasciende la
competencia de una organización agrícola. Como afirmó uno de
los grandes procesadores, 'Se ocupa de fórmulas,
elaboración y atracción de mercado... Creo que esta es una
decisión comercial.'
Sin embargo, Soil Association reconoce que la salud humana
es un componente integral de los objetivos orgánicos y por
lo tanto prohíbe el uso de ingredientes que son nocivos en
términos nutricionales, como la grasa hidrogenada y los
aditivos dudosos. Asimismo, la fortificación de alimentos
orgánicos con vitaminas y minerales agregados está
restringida sólo a aquellos alimentos que la ley requiere
que se fortifiquen. Esta restricción se introdujo ante la
preocupación de que la fortificación pudiera ser usada para
darle un perfil saludable a alimentos cuyo valor nutricional
es dudoso.
En
la conferencia de enero, si bien parte del público se mostró
reacia a aceptar normas formales que establecieran cuál es
la cantidad exacta de sal o azúcar adecuada que deben
contener los productos alimenticios, hubo consenso en
reconocer que los alimentos orgánicos procesados con alto
contenido de azúcar o alto contenido sódico pueden
perjudicar la reputación saludable de los alimentos
orgánicos.
Como señaló uno de los grandes mayoristas de alimentos
integrales y orgánicos, 'Los alimentos orgánicos son
vistos como una opción saludable por la mayoría de los
consumidores, sin embargo... el alto contenido sódico de los
alimentos procesados no le hace ningún favor a nuestra
industria.'
Craig Sams presentó estadísticas que demuestran que los
consumidores orgánicos tienden a tener una dieta en general
más saludable que los consumidores no orgánicos, rica en
cereales integrales, frutas y verduras frescas y cantidades
moderadas de huevos, carnes y productos lácteos. Sostuvo que
Soil Association debería concentrarse en lo que genera salud
y no en lo que produce enfermedades, promoviendo una dieta
de productos frescos y sanos que no deje lugar a la comida
chatarra de origen incierto o dudoso. Este es el mensaje que
Soil Association también promueve en el programa
Alimentos para la vida que implementa en las escuelas,
donde exhorta entre otras cosas a restringir las grasas
saturadas, el azúcar y la sal en las comidas escolares y
fomentar el consumo de alimentos frescos saludables, que son
producidos localmente para contribuir al medio ambiente y la
economía local.
Nadie discute los beneficios de dar alimentos de alto valor
nutritivo a escolares. Algunos procesadores de alimentos
orgánicos ya han respondido a inquietudes en materia de
salud produciendo nuevos alimentos para niños que se
publicitan como alimentos sin sal, con bajo contenido sódico
o ricos en vegetales. Pero en el caso de otros alimentos
envasados, el panorama no es siempre tan optimista. Como
explicó a Soil Association un encuestado, 'No tiene
sentido que le dé alimentos orgánicos [a mis hijos] si
tienen un alto contenido sódico -- tengo que optar por una
versión no orgánica con menos sal. Algo que realmente no
quiero hacer.'
Hay varias alternativas por explorar ahora. No va a resultar
difícil introducir mejoras en el etiquetado. Pero en el
largo plazo, los certificadores orgánicos deben decidir cuál
es su postura en el debate nutricional. Pueden optar
simplemente por estimular a sus clientes industriales a que
consideren mejorar el valor nutricional de sus alimentos; o
pueden asumir un papel más activo en la promoción de
ingredientes más saludables, como ya lo ha hecho el
organismo de certificación suizo.
En la situación actual, los alimentos orgánicos quedan
expuestos a una nueva ronda de ataques antiorgánicos desde
los medios por validar alimentos muy salados o azucarados.
Continuar ignorando el problema ya no es una alternativa.
Food Magazine #68
22
de junio de 2005