El cultivo de productos de
huerta resulta escasamente rentable para los
agricultores gallegos. Así se desprende de un
informe sobre el sector primario en la comunidad
elaborado por Unións Agrarias,
y que fue dado a conocer ayer durante la
presentación del séptimo congreso del sindicato, que
se celebrará este fin de semana en Santiago.
Y es que, según muestran los datos recogidos en este
documento, en los alimentos de huerta la diferencia
entre los precios de origen y destino pueden llegar
al 486,4%.
De acuerdo con el trabajo de campo realizado para
elaborar el documento, este elevado porcentaje
corresponde al caso concreto de las papas (patatas),
un tubérculo por el que los
agricultores reciben 0,13 euros por kilogramo,
cantidad que se eleva hasta una media de 0,65 euros
cuando el producto se adquiere en el supermercado.
La diferencia también es considerable en el caso de
los tomates, un 232,7%; del repollo, un 213,4%; de
los pimientos verdes italianos, un 187,4%; o las
judías verdes planas, con una diferencia del 172,8%.
Un margen más moderado se observa en el caso de las
lechugas, cuya cotización en origen es de 0,42 euros
por unidad, frente a los 0,64 euros a los que se
pueden adquirir en la tienda.