La
ONG británica Oxfam acusó el martes a grandes empresas
germanas de distribución alimentaria de explotación laboral
en América Latina, en un informe publicado en Alemania.
Cinco cadenas de supermercados, Edeka, Rewe, Aldi,
Lidl y Metro, que concentran más del 70% de la
venta minorista en Alemania, potencian 'catastróficas
condiciones de trabajo' en Costa Rica y Ecuador,
pues reducen los precios de la piña o el plátano para
mejorar su competitividad, denunció la ONG, que tiene su
sede en Oxford.
'En las plantaciones de piñas en Costa Rica, las jornadas de
más de 12 horas son la norma.
El sueldo ronda los nueve euros al día, 75 céntimos por
hora', apunta la autora de ese estudio, Marita
Wiggerthale. Además de los salarios, el informe de Oxfam
recogió otras condiciones laborales 'inhumanas'.
'Grandes distribuidoras frutícolas como
Dole,
Chiquita,
Del
Monte,
Fyffes,
Cobana-Fruchtring,
Edeka
Fruchtkontor o Dürbeck obstaculizan sistemáticamente la
afiliación a sindicatos de sus trabajadores', criticó
Wiggerthale. La falta de libertad sindical impide la
erradicación del empleo infantil (30.000 niños recolectan
bananas en Ecuador) o del uso de productos químicos
nocivos para los trabajadores, como el pesticida Paraquat,
prohibido en los campos europeos. 'Por el peligro que supone
para las personas y el medio ambiente, el uso de estas
sustancias debe interrumpirse inmediatamente', reclamó
Wiggerthale.
Oxfam realizó un llamamiento a los consumidores germanos para que
ejerzan 'el poder de la cesta de la compra' y opten por los
productos biológicos o con sello de comercio justo.
Desde la sede de Edeka en Hamburgo, su portavoz,
Alexander Lueders, afirmó el martes a AFP que el
objetivo de la empresa es 'mantener relaciones directas y
permanentes con los productores para mejorar sus condiciones
de vida'. 'Invertimos mucho en mejorar los estándares
sociales de esos países', proclamó Wolfgang Schmuck,
responsable de Rewe. 'Las mejoras se producen lentamente,
pero en cualquier caso las grandes cadenas tenemos más
posibilidades de ayudar que el pequeño comercio'.
Petra Trabert,
de Lidl, reconoció que 'a pesar del compromiso de la
empresa, no podemos garantizar el cumplimiento de todos los
estándares sociales'. Lidl fue en 2006 la primera cadena
alemana en incluir productos de comercio justo en su propia
marca.
'Metro controla a sus proveedores de frutas y verduras mediante
GlobalGap, unos criterios de calidad y buenas prácticas que
incluyen el respeto a la salud y seguridad de sus
empleados', alegó Moritz Zümpfort.
Fue imposible obtener la opinión del grupo Aldi sobre el
informe de Oxfam.
La mitad de la piña que se vende en Alemania procede de
Costa Rica, país cuyas exportaciones crecieron un 195%
en el último lustro hasta los 470 millones de dólares
anuales.
Pero el plátano es la fruta más importada por Alemania
(885.000 toneladas en 2006). Casi cuatro de cada diez
bananas consumidas por los alemanes se cultivaron en
Ecuador, el principal exportador mundial.
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