Un estudio de la 
					OIT sobre la alimentación en el trabajo, señala que una 
					preocupación por una dieta balanceada es tan importante como 
					prevenir contra sustancias químicas nocivas. Una buena 
					alimentación es beneficiosa para los empleados, porque los 
					protege de algunas enfermedades, aumenta la motivación y la 
					productividad en el trabajo. 
					
                    
					Un nuevo informe de la Organización Internacional del 
					Trabajo (OIT) pone en el tapete la alimentación de los 
					trabajadores durante sus jornadas laborales. 
					La alimentación, tan importante para la salud de los seres 
					humanos, no es un tema de interés como son los salarios, la 
					seguridad y otros beneficios. Sin embargo el tema 
					alimenticio está muy relacionado a la salud de los 
					trabajadores y a la promoción de un trabajo digno. 
					
					La OIT señala que facilitar el acceso a comidas sanas y 
					balanceadas es tan importante como protegerlos contra 
					sustancias químicas nocivas. 
					
					Hay empresas que no cuentan con casinos (comedores) o con 
					las condiciones de higiene necesarias para la alimentación 
					de los trabajadores, tienen muy poco tiempo para almorzar o 
					muchos llegan a sus trabajos sin tomar desayuno o sin 
					almorzar, dependiendo del turno, lo que produce serios 
					problemas tanto a la salud como a la productividad. 
					
					El estudio de la OIT destaca que en 2001, enfermedades no 
					transmisibles relacionadas con la dieta causaron 46% de 
					todas las enfermedades del mundo y 60% de las muertes, en 
					especial las enfermedades cardiovasculares que provocaron 30 
					% de las muertes. En 2020 podrían representar 57 % de las 
					enfermedades 
					
					Señala que la buena alimentación, además de contribuir al 
					bienestar de los empleados, constituye un buen negocio para 
					las empresas, ya que contribuye a aumentar la productividad 
					y la motivación del personal, prevenir los accidentes, los 
					decesos prematuros y reducir los gastos médicos. También 
					puede incrementar la productividad nacional en un 20%, y el 
					hecho de aumentar en 1% el número de kilocalorías (kcal) 
					provoca un alza del 2,27% de la productividad global de la 
					fuerza de trabajo. 
					
					“Los programas de alimentación deficientes y la mala 
					nutrición tienen que ver con una serie de asuntos 
					relacionados con el trabajo: la moral, la seguridad, la 
					productividad y la salud a largo plazo de los trabajadores y 
					sus países. Son pocos los trabajadores que están contentos 
					con sus comidas", comentó Christopher Wanjek, autor del 
					estudio. 
					
					Dentro de las conclusiones del informe es que "la mayoría de 
					los programas de comidas de las empresas no alcanzan los 
					objetivos deseados. Los comedores, cuando los hay, ofrecen 
					menús poco sanos y variados. En muchos lugares hay máquinas 
					distribuidoras en las que los empleados compran alimentos de 
					baja calidad", explica Wanjek. 
					
					El tema alimenticio es vital para el desarrollo del 
					trabajador, por ello, debe existir un mayor control, e 
					información de las consecuencias que genera recibir mala 
					alimentación en las jornadas laborales.