Fue organizado por la Red de Grupos de Mujeres Rurales de
Uruguay, la Comisión de Reforma Agraria de la central
sindical de trabajadores (PIT-CNT), la organización
ambientalista Redes - Amigos de la Tierra y el programa
Uruguay Sustentable, que integra a decenas de organizaciones
del país.
Participaron como panelistas trabajadores rurales,
representantes de grupos de productores y del gobierno,
sindicalistas y ambientalistas, entre otros.
El encuentro se realizó un día después de que se celebrara
el Día Mundial por la “Soberanía Alimentaria”, concepto que
encierra los reclamos más importantes de los movimientos
sociales, principalmente campesinos, en diversas partes del
mundo.
Una de las representantes de
Redes – Amigos de la Tierra, Karin Nansen, explicó en el
encuentro que la soberanía alimentaria implica el derecho
que tienen los pueblos a definir sus propias políticas de
producción, distribución y consumo de alimentos.
Esas políticas deben ser orientadas con criterios de
justicia y tener como objetivo que toda la población pueda
acceder a alimentos de calidad, explicó Nansen.
El encuentro fue pensado con la idea de que los
participantes y oradores pudieran intercambiar visiones
sobre el contexto actual en el que se desarrolla la
agricultura en Uruguay, y sobre las limitaciones que el
modelo productivo y de propiedad de la tierra del país
imponen a la soberanía alimentaria.
“El modelo productivo dominante en el sector agropecuario
genera una situación adversa en materia económica, social,
ambiental y de soberanía. En Uruguay los datos en este
sentido son elocuentes”, expresa un comunicado difundido por
los organizadores del encuentro.
Explican que Uruguay tiene una superficie de 18,7 millones
de hectáreas y poco más de 3 millones de habitantes, y que
apenas 190 000 personas viven en el campo y más del 80 por
ciento de la población vive en los principales centros
urbanos.
“En 30 años han desaparecido más de 20 000 establecimientos
rurales y 128 000 personas han sido obligadas a abandonar el
campo”, agrega el comunicado.
Según los organizadores del encuentro, las 56 estancias más
grandes de Uruguay abarcan una superficie equivalente a la
de los 36 000 predios más chicos del país. Más de 700 000
hectáreas están dedicadas a los monocultivos de eucaliptos y
pinos, de las que 385 000 pertenecen a nueve empresas
extranjeras, que a su vez son propiedad de grandes
multinacionales.
Los organizadores del encuentro agregan que, según datos
brindados por el Instituto Nacional de Colonización y otros
obtenidos en el censo agropecuario de 2000, el 25 por ciento
del territorio uruguayo cultivado es propiedad de
extranjeros.
“Este modelo de producción agropecuaria agenciado por el
gran capital transnacional y apuntalado por organismos
internacionales, está generando hambre, pobreza y exclusión
en Uruguay”, sentencia el comunicado.
Radio
Mundo Real
23 de
octubre de 2006
Ilustración: Rel-UITA