El
pasado 24 de noviembre se celebró en Bogotá, el Congreso de
Unidad de la Cadena Láctea Nacional, convocado por el
Movimiento Nacional de Salvación Agropecuaria, en
coordinación con productores y asociaciones regionales. La
UITA estuvo representada por el presidente de la Unión
Nacional Agroalimentaria de Colombia (UNAC), Luis Alejandro
Pedraza. Lo que sigue es el contenido de su intervención en
ese evento.
“En nombre
de la Central Unitaria de Trabajadores de Colombia (CUT),
y de la Unión Internacional de Trabajadores de la
Alimentación, Agrícolas y Hoteles (UITA), presento un
saludo de bienvenida y complacencia por la excelente
iniciativa de optar por la organización de toda la cadena
del sector lácteo en Colombia.
Este evento
coincide con la celebración de los 100 días de gestión del
presidente Juan Manuel Santos, relevo del ex
presidente Álvaro Uribe Vélez, que se caracterizó por
una concepción filosófica y práctica de carácter feudal de
cara al agro y a la economía del país.
Esa
administración dejó como funesta consecuencia un mayor
enriquecimiento de una ínfima minoría de empresarios, grupos
plutócratas, amigos y familiares del ex presidente; mientras
la inmensa mayoría de los colombianos y colombianas padecen
una mayor miseria social, un ensañamiento expoliador de las
transnacionales, mayor pérdida de soberanía nacional y
soberanía alimentaria.
Qué decir
del espectáculo horrendo que hoy se da ante el mundo, cuando
se comprueba que, a la usanza de los regímenes fascistas, la
inteligencia del Estado infiltró la acción de la Justicia,
el periodismo, a los activistas de Derechos Humanos, a
ONG, sindicatos -particularmente a la CUT- y
hasta se invadió la vida personal y familiar de quienes se
atrevieron a confrontar y cuestionar un régimen despótico
con la movilización social.
El nuevo
Presidente de la República en nada ha modificado
la concepción neoliberal y excluyente del modelo
económico de su predecesor |
El actual
Presidente de la República trata de encubrir el viejo estilo
maquillándolo con una supuesta vocación de diálogo y
concertación, pero en nada, absolutamente en nada, ha
modificado la concepción neoliberal y excluyente del modelo
económico.
Desde la
perspectiva de la equidad social, las denominadas
locomotoras de la política económica del actual gobierno no
ofrecen nada diferente, pues no se ejecuta una real
reestructuración de la dinámica productiva con criterio
incluyente.
Antes bien,
lo que se observa es una mayor radicalización de la
exclusión del aparato productivo y económico para la micro,
pequeña y mediana industria, como ocurre en el sector lácteo
y ganadero colombiano.
Es claro,
entonces, que la ausencia de equidad social,
los gravísimos problemas que
afectan a 4 millones de desplazados del sector rural
colombiano, la concentración de la tierra en pocas manos, la
entrega a intereses extranjeros de cientos de miles de
hectáreas del territorio nacional para megaproyectos
agroindustriales sin control soberano,
son asuntos que el gobierno del presidente Santos no
cambiará.
Por tanto,
a las organizaciones sociales, sindicales y políticas de
oposición no nos queda otra alternativa que seguir la tarea
de confrontación y denuncia nacional e internacional.
No voy a
profundizar sobre el análisis y la problemática del sector
agropecuario en general, sino en el caso que nos ocupa hoy:
el sector lácteo. Creo que la mejor fuente de consulta y de
actualización sobre el tema se encuentra en los excelentes
documentos producidos por la Red Colombiana de Acción Frente
al Libre Comercio (RECALCA), los libros de
investigación del compañero Aurelio Suárez Montoya, y
los textos de los debates promovidos en el Congreso de la
República, por el excelente senador Jorge Enrique Robledo.
En el sector
lácteo y ganadero colombiano se observa una
mayor radicalización de la exclusión de los
pequeños y medianos productores, y de la
pequeña y mediana industria |
En la
experiencia de la UITA en el sector lácteo, hemos
constatado lugares y problemáticas comunes desde donde
impulsar una labor que aglutine tanto a los trabajadores de
la industria, como a los pequeños y medianos productores.
Esta
circunstancia exige la urgente necesidad de encontrar
caminos para una acción común -optimizando esfuerzos y
recursos- para enfrentar eficazmente a un modelo de
producción y de comercio impuesto por las transnacionales.
En esta
dinámica de organización mundial deben converger todas las
organizaciones de los trabajadores lácteos del mundo, desde
lo nacional a lo internacional. Ahí tienen que estar los
trabajadores y trabajadoras de Parmalat, Fonterra,
Nestlé, entre otros, pero también los productores.
La UITA
ofrece a esta organización láctea naciente en Colombia,
su estructura internacional, dentro de la cual están
organizados la mayoría de los trabajadores lecheros de todo
el mundo.
Este
espacio permite socializar los problemas comunes y actuar de
forma conjunta, ejerciendo la presión social necesaria en la
búsqueda de cambios de las políticas de producción y de
comercio, que eliminen el privilegio otorgado por los
gobiernos a los monopolios lácteos y a las transnacionales.
También es
urgente la unificación orgánica del sector lácteo de
Colombia, para confrontar de forma organizada a los
Tratados de Libre Comercio, y necesitamos mejorar los
niveles de comunicación, de coordinación y de acción desde
una postura continental ante los intereses dominantes.
Reiteramos
la bienvenida como CUT y como UITA a esta
iniciativa de desarrollar el
Congreso de Unidad de la
Cadena Láctea Nacional, y les auguramos el mejor de los éxitos”.
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