Es
inadmisible que América Latina, granero del mundo, sea
campeona en desigualdad, dicen en Brasil
La
Organización
de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la
Cultura (UNESCO) advirtió sobre una inminente
“explosión” social desatada por el alza de precios de los
alimentos si los países agrícolas no reforman sus políticas,
mientras el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef)
señaló que el alza en los productos básicos podría impedir
que muchos padres envíen a sus hijos a la escuela en los
países pobres.
En
Brasilia, durante la 30 Conferencia de la Organización de
Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación para
América Latina y el Caribe (FAO), se advirtió sobre
los peligros de la escalada mundial de precios de los
alimentos, cada vez menos asequibles a los pobres de esta
región, irónicamente granero del mundo y campeona en
desigualdad social. El problema afecta a todas las naciones
de la región, considerada la más desigual del planeta,
destacaron los representantes de la FAO.
Los
países agrícolas deben modificar de manera urgente sus
políticas para evitar una “explosión” social mundial y un
colapso ambiental, advirtió hoy la UNESCO en un
informe elaborado por aproximadamente 400 científicos, en el
que se hace eco del temor a una ola planetaria de disturbios
sociales y políticos a raíz de la escalada en el valor de
los alimentos básicos.
“La
agricultura moderna deberá cambiar radicalmente para servir
mejor a los pobres y hambrientos si el mundo debe
sobrellevar una creciente población y el cambio climático”,
se advierte en el documento titulado
Evaluación internacional de
las ciencias y tecnologías agrícolas para el desarrollo;
concluye que “mantener las tendencias actuales en producción
y distribución (agrícola) agotaría nuestros recursos y
pondría en peligro el futuro de nuestros hijos”.
El
aumento de los precios de los alimentos “corre el riesgo de
obligar a las familias a reducir su presupuesto, a recortar
(los gastos en) la educación y sacar a sus hijos de la
escuela para hacerlos trabajar”, alertó la portavoz del
Unicef en Ginebra, Véronique Taveau, quien
señaló que el organismo a su cargo está “extremadamente
preocupado” porque el alza en los productos alimenticios es
particularmente fuerte en las naciones pobres, donde la
erogación en comida representa hasta 75 por ciento de los
ingresos de las familias, contra 15 por ciento en los países
ricos. En Nepal ya se constató una baja en la
asistencia escolar, dijo por su lado la portavoz del
Programa Mundial de Alimentos (PMA), Christiane
Berthiaume; señaló que el incremento en los
comestibles afecta su operabilidad.
Protestas en varias naciones
Los
precios de los básicos han subido fuertemente en los últimos
meses, lo cual desató protestas violentas en naciones como
Egipto, Camerún, Costa de Marfil,
Haití, Mauritania, Etiopía, Madagascar,
Filipinas e Indonesia; se prevé que la
cotización de los alimentos de primera necesidad, como el
arroz, el maíz y el trigo, siga subiendo, indicó el informe.
En América Latina y el Caribe el aumento de la
productividad agraria no ha traído una reducción
significativa de la pobreza, que sigue afectando a 37 por
ciento de la población, agrega el informe de la UNESCO.
Por su
parte, los representantes de la FAO, reunidos en
Brasilia en la 30 conferencia del organismo, expresaron que
“no debería haber ningún hambriento en América Latina,
región que produce 40 por ciento más alimentos de lo
necesario para abastecer a su población y, sin embargo,
seguimos con 50 millones de subnutridos”, explicó el
representante de la FAO para América Latina y
el Caribe, el brasileño José Graziano.
Tomado
de Afp
17 de
abril de 2008
|