¿Sabías que el 81 por ciento de las compras de alimentos que
se hacen en España se realizan en supermercados?
¿Sabías que sólo siete empresas controlan tres de cada
cuatro alimentos vendidos? ¿Y que cada día importamos unos
3.500 cerdos y exportamos 3.000?
Estos son datos que publican el consorcio de organizaciones
No te comas el mundo, la Plataforma Rural y la Coordinadora
de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG)
con su campaña "Grandes cadenas de distribución alimentaria
no, gracias".
Estas organizaciones denuncian el poder que las grandes
superficies (supermercados, hipermercados y tiendas de
descuento) ejercen en la producción y distribución de
alimentos en España, con efectos como el aumento del
consumismo, la manipulación de los consumidores, la
violación de los derechos laborales de productores o
agresiones al medio ambiente.
El poder de
las grandes cadenas
“Hoy en día, de toda la cadena del mercado de la
alimentación, el eslabón que más condiciona y controla el
negocio es el sector de la distribución, es decir, los
supermercados, los hipermercados, grandes superficies y las
cadenas de supuestas tiendas de barrio”, sentencia Ferrán
García, miembro de No te comas el mundo.
Según él, el poder de este sector “se está convirtiendo en la
única puerta de acceso entre productores y consumidores”,
otorgándole “un excesivo poder de alteración de los hábitos
de producción y de consumo”.
Así, en España cinco empresas y dos centrales de
compras controlan el 75 por ciento de la distribución de los
alimentos, lo que tiene efectos tanto en el consumidor, como
en el productor y el medio ambiente.
Mitos sobre
los supermercados
Para Ferrán García, el problema es que se han
difundido una serie de “mitos” sobre estas superficies que
esta campaña pretende desmontar.
Por ejemplo, estos establecimientos “no son más baratos
siempre ni para todos los productos” ni disponen de mayor
variedad. Así, según COAG, las grandes superficies
presentan precios superiores en un 19 por ciento a la media
en frutas y hortalizas. Otro dato es que estos espacios
suelen ofrecer de dos a cuatro variedades de melón, mientras
que en todo el país se tienen clasificados unos 500 tipos
diferentes de esta fruta.
Además, la tendencia a la compra de productos importados -que
genera gastos en transporte innecesarios-, la
industrialización del proceso y el sobreenvasado afectan
perjudicialmente al medio ambiente.
En el primer caso, nos encontramos con datos tan absurdos
como los 330.000 kilos de pollo que cada día se importan en
España mientras que se exportan otros 205.000. O los
220.000 kilos de patatas que España vende al Reino
Unido mientras le compra otros 72.000 kilos.
Por otro lado, los envases representan casi el 25 por ciento
de los residuos domésticos y el 70 por ciento de ellos son
envases de alimentos. Se calcula que si variamos el lugar de
compra de un súper a una cooperativa de consumo, se puede
ahorrar hasta un 75 por ciento de estos residuos.
Alternativas por la soberanía alimentaria
La campaña se ha lanzado durante la Jornada Mundial de la
Lucha Campesina, denunciando precisamente “el desprecio de
los derechos laborales de los campesinos en todo el mundo”.
El oligopolio existente provoca que, comparando los precios
de destino con los de origen, es decir, los que ponen los
agricultores y los que finalmente disponen los
supermercados, existiera en 2006 una diferencia media del
400 por ciento.
La campaña reprueba también que, debido a la saturación en
los países desarrollados, este fenómeno también se está
trasladando a países del Sur.
Por eso exigen que se prioricen los alimentos locales y de
temporada, que se fomenten los cultivos respetuosos con el
medio y la producción que comporta unas condiciones de
trabajo dignas y que se promueva el comercio justo y un
consumo responsable.
Piden al Gobierno “una mayor implicación” en esta situación
para que se favorezca el acercamiento entre productores y
consumidores y leyes que reconozcan los costes de producción
y regulen los precios y los abusos en la competencia.
A los ciudadanos y las ciudadanas les invitan a conocer más
de cerca los mitos del mercado y que apuesten por apoyar
cada vez más las tiendas de barrio, las cooperativas y otras
iniciativas locales.