A pesar de tener una repercusión sofocada por el feriado
largo de Semana Santa, la sanción de la Ley de Bioseguridad
el último jueves 24, por el presidente Luiz Inácio Lula da
Silva, provocó la reacción de organizaciones de la sociedad
contrarias al cultivo y comercialización de alimentos
transgénicos en el país. Lula sancionó con siete vetos la
ley, el último día reglamentario para sancionar el texto
aprobado este mes por el Congreso Nacional. Las
investigaciones con células madre o troncales embrionarias y
el poder exclusivo de la Comisión Técnica Nacional de
Bioseguridad (CTNBio) de liberar organismos genéticamente
modificados permanecieron.
El mismo día de la sanción, entidades ambientalistas y
ligadas a la cuestión de la tierra entre ellas el
Greenpeace, el Movimiento de Trabajadores Sin Tierra (MST),
el Movimiento de Damnificados por Represas y el Instituto
Brasilero de Defensa del Consumidor (Idec) difundieron una
carta abierta criticando la sanción de la ley de
autorización para investigaciones con transgénicos sin
estudios de impacto ambiental por el Ministerio de Medio
Ambiente. El documento dice: que la ley de Bioseguridad
concretó los planes de las multinacionales de biotecnología
permitiendo que un número reducido de científicos de la
Comisión Técnica Nacional de Bioseguridad (CTNBio) decida
cuestiones de gran complejidad científica en proceso
sumario.
El presidente Lula fue duramente criticado, inclusive dicen
que la liberación de investigaciones con células madre
embrionarias fue colocada como cortina de humo para la
aprobación de los transgénicos en el país. Además del
repudio, las entidades van a intensificar la campaña para
que la población no consuma productos modificados
genéticamente.
Cuidados en el comercio
La Sociedad Brasilera para el Progreso de la Ciencia (SBPC),
a su vez, está a favor de la nueva Ley de Bioseguridad. En
entrevista a la Agencia Brasil, Ennio Candotti, presidente
de la SBPC, dice que la nueva ley es un estímulo a la
investigación científica en el área de biotecnología, pero
pide "cautela" en la utilización para fines comerciales de
los estudios ahora liberados en áreas como transgénicos y
células madre. Resalta sin embargo que tiene que haber mucha
cautela cuando la investigación pasa a ser liberada para
fines comerciales y criticó a la Unión en la misma ley, por
las propuestas de liberación de investigaciones con
transgénicos y células troncales: Una cosa no tiene nada
que ver con la otra".
Otro punto relevante de la ley, según él, es el papel del
Concejo Nacional de Bioseguridad (CNB). "Debe tener el papel
de árbitro en caso de divergencias en el ámbito de la CTNBio.
Se creó la posibilidad de analizar la cuestión en una
instancia superior. Considero que, si fuesen preservadas las
exigencias legales y los casos en que los diferentes
ministerios responsables juzguen pertinentes, me parece que
es un buen camino", consideró.
Agencia
de Información Frai Tito
29 de
marzo de 2005