Falta de control ambiental provoca accidentes
ecológicos |
El 35% de las
industrias no tiene licencia ambiental y el 81% de las empresas en situación
irregular nunca fueron notificadas y multadas
Esta denuncia
es de la propia Federación de las Industrias del Estado de Río de Janeiro.
La investigación Licencia Ambiental fue hecha desde el 2002, y el año pasado
fueron escuchadas 366 empresas de pequeño, mediano y gran tamaño.
El caso del rompimiento de un dique la empresa
Minera Rio Pomba Cataguases Ltda. es un triste ejemplo de esta
investigación. Fueron dos accidentes en menos de un año. El primero ocurrió
en marzo 2006 y el otro hace apenas una semana.
Los números son trágicos: dos mil millones de
litros de lodo mezclado con bauxita y sulfato de aluminio derramados en el
Río Muriaé, uno de los afluentes del Paraíba do Sul. Además de este daño,
mas de 150 mil personas quedaron sin agua en 6 municipios del Norte y
Nordeste del Estado de Rio de Janeiro. Además de perjudicar el
abastecimiento de agua en la región, la polución, pudo eliminar el oxígeno
del agua y matar los peces. Según los ambientalistas, el mayor riesgo en
este momento, es que la acumulación de sedimentos en el río Muriaé
comprometa la cadena alimenticia.
En la época cuando ocurrió el primer accidente,
el Ministerio Público de Minas Gerais determinó un Término de Ajustamiento
de Conducto (TAC) a la empresa responsable para que fuesen construidas
contenciones, pero nada fue hecho. La Cataguases debería pagar una multa
diaria de dos mil reales (aproximadamente 930 dólares), pero debido a la
falta de un dictamen técnico caracterizando el daño, la multa no fue
cobrada.
En esta vez la empresa fue suspendida por el
gobierno de Minas y aún podrá recibir del Ibama (Instituto Brasilero del
Medio Ambiente y Recursos Naturales Renovables) multas que suman hasta 153
millones de reales (aproximadamente 71,1 millones de dólares) por un
conjunto de crímenes ambientales.
La triste conclusión a la que llegamos a partir
de estos episodios es que las medidas preventivas determinadas por los
órganos responsables no funcionan sin una rígida fiscalización. Para que
accidentes como el de la empresa de minerales no vuelvan a suceder, urge
efectiva fiscalización. Aún cuando las multas sean aplicadas y pagadas, de
hecho, no reparan los perjuicios ambientales y los trastornos concretos
provocados a la población local.
Adital
18 de enero de 2007
Volver
a Portada